En un nuevo capítulo de la novela política que rodea a la situación de la camarista de la Casación Penal Ana María Figueroa, el interbloque de senadores de Juntos por el Cambio le pidió a Cristina Kirchner que mande al archivo el pedido de acuerdo para que la jueza, de estrechos vínculos con el kirchnerismo, pueda seguir en su cargo por cinco años más.
La principal bancada opositora considera que el pliego está rechazado debido a que la vicepresidenta y el bloque del Frente de Todos fracasaron en su intento por prorrogarle su magistratura antes de que Figueroa cumpliera el pasado 9 de agosto los 75 años que la Constitución Nacional establece como edad para la jubilación de los jueces.
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“Queremos que la solicitud de prórroga excepcional por fuera de lo que establece la Constitución quede archivada en el Senado. En las urnas, hace pocas semanas los argentinos le dijeron basta al kirchnerismo con sus políticas amañadas en favor de la corrupción. Sabemos de la insistencia de la vicepresidenta, Cristina Kirchner, en su agenda judicial, pero este Senado ya rechazó su pedido por Figueroa y exigimos que el tema quede cerrado para permitirnos tratar temas que tienen que ver con la agenda del país, que sufre la inflación, la devaluación y la inseguridad”, sostienen los legisladores de la principal bancada opositora de la Cámara alta en un comunicado difundido esta tarde.
Antes de que su estabilidad como magistrada ingresara en un cono de sombras, Figueroa tenía en sus manos la definición de causas sensibles para Cristina Kirchner, como el expediente Hotesur y Los Sauces, en el que también están involucrados Máximo y Florencia Kirchner y en el que se investigan maniobras de lavado de dinero con los alquileres que pagaban los empresarios Lázaro Báez y Cristóbal López. Figueroa también debía definir si se reabría o no la causa por el Memorándum con Irán.
La ofensiva opositora no hace más que sumarse a la polémica que rodea a la situación de la jueza, que el día anterior a cumplir 75 años dejó la presidencia de la Cámara de Casación Penal al no haber obtenido un nuevo acuerdo del Senado y anunció que se iba a abstener de firmar sentencias hasta que se resolviera su situación.
Sin embargo, Figueroa no abandonó el cargo. Esto provocó que sus colegas del tribunal enviaran una nota a la Corte Suprema de Justicia y al Consejo de la Magistratura para que tuvieran en cuenta la situación de la jueza ya que, afirmaron, “podría haber cesado” en sus funciones al cumplir con la edad límite constitucional.
La respuesta del oficialismo no tardó en llegar. La semana pasada, el secretario de Justicia y operador judicial kirchnerista, Juan Martín Mena, remitió una nota al presidente de la Corte, Horacio Rosatti, pidiéndole que sostenga en su cargo a Figueroa porque hay antecedentes similares en la que los magistrados permanecieron en sus cargos más allá de la fecha en la que cumplieron 75 años hasta que se resolvió su situación en el Senado.
Tras el sorpresivo resultado de las elecciones primarias, que dejó golpeado al oficialismo, la oposición en el Senado volvió a la carga contra Figueroa. “Es claro el cambio del clima político que va transitando el país de cara a las elecciones de octubre, queremos que el kirchnerismo no busque atajos ni fuerce interpretaciones para volver a insistir con el tema”, afirmaron los legisladores de Juntos por el Cambio.
“No tengo dudas que hemos aportado para que la Justicia argentina sea más independiente para dictaminar sobre el futuro judicial de Cristina Kirchner. Ahora buscaremos que este Senado se reencauce para avanzar en proyectos que le mejoren la vida a los argentinos que sufren una tremenda inflación y padecen graves hechos de inseguridad”, afirmó Alfredo Cornejo, presidente del interbloque opositor.
A pesar de la insistencia de Cristina Kirchner, el oficialismo fracasó en dos oportunidades al momento de reunir el quorum para abrir el recinto y aprobar el pliego de Figueroa. El 12 de julio último sus senadores quedaron en el recinto frustrados y haciendo expresiones en minoría ante la negativa de tres senadores de bajar al recinto y permitir que arrancara la sesión.
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El segundo intento fue en la primera semana de agosto, a escasos diez días de las elecciones primarias. En esa ocasión, el Frente de Todos no llegó a convocar a sesión ante la certeza de que tampoco podría reunir el quorum en esa oportunidad, en este caso por ausencias de senadores propios que se sumaban a la de algunos aliados de fuerzas provinciales que pretendían esperar el resultado de los comicios antes de arriesgarse a tratar un tema, como el de Figueroa, que no les reporta ningún beneficio a sus distritos.