Sin atreverse aún a hablar de “saqueos”, pero con la sospecha que genera la simultaneidad de casos, el gobierno de Alberto Fernández monitorea la serie de robos a supermercados y comercios por parte de grupos en su mayoría de jóvenes que se dieron, con diferencia de pocas horas, en las provincias de Córdoba, Mendoza, Neuquén y un intento frustrado en la ciudad de Buenos Aires. Pese a la mesura de los funcionarios, desde el kirchnerismo duro creen que hay un plan para “desestabilizar” al Gobierno, con un objetivo electoral.
El jefe de Gabinete y candidato a vicepresidente por Unión por la Patria (UxP), Agustín Rossi, sostuvo hoy que no se advierte en eso “una reacción social sino hechos que merecen todo el peso de la ley” y aclaró que hay “detenidos, con antecedentes”.
“Estuvimos al tanto el mismo viernes. Pasó primero en Mendoza y luego en Río Cuarto y anoche también en la 11.14 (en CABA). En todos los casos se está trabajando desde el Ministerio de Seguridad de la Nación y provinciales. Hay detenidos por la autoridad policial y judicial y muchos de los organizadores son ciudadanos que tenían antecedentes. No vemos en eso una reacción social sino hechos que merecen todo el peso de la ley”, afirmó Rossi en declaraciones a radio La Red.
En el mismo sentido se expresó el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, para quien “desde la semana pasada tenemos detectados hechos delictivos a través de grupos de whatsapp, alguien lo está incentivando”, dijo Fernández en conversación con la prensa en la puerta de su ministerio. Interpretó que “hay una vocación de generar un conflicto”, aunque “sin mucho nivel de organización, pero si contactos” entre los distintos hechos de robo o tentativas de robos.
“No sé si hay una intención política, sí de hechos delictivos”, dijo el ministro, y afirmó que “no dejamos de estar cerca” de las provincias afectadas, como Córdoba (hubo hechos en Río Cuarto y la capital), Tunuyán y Las Heras en Mendoza y en Cutral-Co Neuquén, dónde se registraron intentos de saqueos a supermercados y carnicerías, varios de los cuales incluyeron episodios de violencia, choques con la policía y (en los casos de Mendoza y Córdoba), decenas de detenidos.
“No han sido saqueos, lo que hay es una intención de llamar la atención, no hay problemática social, porque eso se está cuidando”, retrucó Fernández, desligando los intentos violentos de la suba de precios, incrementos multiplicados luego de la devaluación del 22 por ciento decidida por el ministro de Economía, Sergio Massa, el lunes posterior a las primarias.
El ministro de Seguridad sostuvo, además, que “más que preocupación, yo hablaría de ocupación” en relación a los casos, repetidos en distintas provincias, todas hasta el momento gobernadas por partidos opositores al kirchnerismo.
Denuncia de desestabilización
Mientras desde el gabinete nacional se mostraban en alerta, referentes del kirchnerismo duro sospechaban de una clara intencionalidad política. “Están tratando de desestabilizar, haciendo todo lo que posible para que el gobierno no llegue a octubre”, dijo el secretario de ATE Capital, Daniel Catalano.
Y cuando se le pidieron precisiones, apuntó sin eufemismos, a la candidata presidencial de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, al candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, y sectores empresarios.“Ya tenemos los antecedentes de (Patricia) Bullrich, la misma de 2001, que le recortó salarios a los jubilados y estatales”, dijo Catalano, cercano a la vicepresidenta Cristina Kirchner, a radio El Destape. Habló además de “operaciones de desestabilización” que “promueven que vayan a los supermercados, a que los asalten. No es el camino”, afirmó, y asoció a Bullrich con Milei, “que dijo que estaba preparado para gobernar desde mañana” y a “los formadores de precios, los mismos que se fugan los capitales” en referencia general a sectores del empresariado, a quienes también sindicó como responsables de los episodios de violencia y robos que sacudieron la cotidianeidad en distintas provincias del país.