DURÁN, Ecuador.- El comerciante Cristian Verdezoto acudió ayer a votar al Colegio Durán convencido de que a su país todavía le queda una oportunidad: ahora o nunca. En su cerebro permanece la amenaza proferida hace un mes (“Si no pagas, te vamos a bombardear”) por las mafias de narcotráfico en Durán, su cantón, conocido como la Sinaloa del Ecuador.
En esta zona de las Américas llaman vacunas a las extorsión de las bandas, que en el caso de Verdezoto le supone pagar 500 dólares al mes para que no le “bombardeen”. Ya ha realizado el primer pago, pero entre el miedo y la ruina económica (su negocio de venta de ropa ha caído un 70%) ha decidido echar el candado a su local. Dios proveerá, como dicen por aquí.
Por supuesto no es el único extorsionado, las bandas de Los Choneros o los Chone Killers, asociados al Cartel de Sinaloa, y los Latin Kings han encontrado un negocio muy lucrativo con las vacunas. Todos pagan, incluidos los más modestos, desde 100 ó 200 dólares hasta 1000 y 2000 los que tienen mejores ingresos. Para las grandes empresas no hay límites, hasta 50.000 y 100.000 dólares. Casi todos están bajo la mirada carroñera de las mafias, incluido los mototaxistas, que pagan un dólar diario para que les dejen trabajar tranquilos.
“Mi Ecuador está en crisis total, vamos de mal en peor y los gobernantes no nos ayudan. ¡Cambio ya, por favor!”, dictamina Verdezoto antes de sumarse a la inmensa cola de votantes que esperan en la puerta del colegio. Pero esto no tiene nada que ver con una fiesta democrática, no hay sonrisas ni tampoco esperanza. La gente tiene miedo y está harta. Y lo expresa cada uno a su manera, con mucha decepción.
“La Medellín de Pablo Escobar”
“Muchos estamos aquí para nos den el ´papelito higiénico´ (certificado de votación), porque aquí es obligatorio votar. Durán es un punto rojo, los ´micronarcos´ luchan por el poder y se matan entre ellos. Nuestra esperanza sería tener a alguien como ese que controla las cárceles”, explica C.I, que por seguridad no quiere dar su nombre.
¿Se refiere a Nayib Bukele (autócrata salvadoreño pero el presidente más popular en el contingente ante el hastío general por la violencia)? “Sí, Bukele, queremos un Bukele ecuatoriano. Aquí ya sufrimos hasta carros bomba, como si Durán fuera la Medellín de Pablo Escobar. Al menos yo tengo mi propio guardaespaldas”, y señala a su hijo de 11 años, que saluda todo formal al periodista.
Sinaloa, Medellín… En Durán, ciudad dormitorio cercana a Guayaquil, en otra época uno de los grandes polos industriales del país, no sólo corren peligro los “soldados” de las mafias, que se matan entre ellos, como dice la policía. También sus dirigentes políticos. “El 15 de mayo me trasladaba a la primera sesión de la Alcaldía, tras ganar las elecciones. De repente nos embisten tres vehículos y nos disparan con pistolas y fusiles de largo alcance. Murieron los dos policías escoltas que me acompañaban y un transeúnte (un vendedor de leche). Fue un milagro que no perdiera la vida”, relata a LA NACION el alcalde Luis Chonillo horas antes de que abran las urnas.
El consejo policial es que no acuda a votar, su vida corre peligro, por eso aparece de improviso en las tareas municipales, con casco y chaleco antibalas. “He llamado al teletrabajo, también han matado a varios de mis funcionarios. Estamos ante una situación crítica, Durán padece la pandemia de la inseguridad, llevamos más de 150 muertes violentas en lo que va de año”, se lamenta Chonillo, que ha enviado a su familia al extranjero.
¡Hasta cuándo tanta inseguridad!Los hechos violentos no paran en nuestra ciudad; no hay garantías para el ciudadano, para la administración local y ahora tampoco para un proceso electoral que debería ser una fiesta democrática.Toda mi solidaridad para @DanielNoboaOk y su…
— Luis Chonillo (@CHONILLOec) August 17, 2023
Al socialcristiano Rodrigo Aparicio, segundo en las urnas municipales, también le persigue la violencia. “A mi asesor, Javier Zambrano, lo mataron de 40 balazos. Lo balearon vilmente y lo remataron dentro de su vehículo. Horas más tarde llamaron a mi mujer para dejarle un mensaje para mí: ‘Vamos a matar a ese hijo de puta de tu marido’”, recuerda Aparicio a LA NACION, mientras organiza las tareas proselitistas en los distintos colegios electorales. El dirigente va a pecho descubierto por las calles de su municipio, a sabiendas de que Durán ya no es el lugar de su infancia.
La cuna de los narcos
¿Por qué es Durán tan apetecible para los narcos? Este municipio industrial y camaronero está a la ribera del río Guayas, que desemboca en el Golfo de Guayaquil. Las bandas controlan sus esclusas para poder “infectar” con cocaína los barcos que parten hacia Europa y EE.UU. Ecuador se ha convertido en el gran epicentro del tráfico de drogas por sus salidas al mar y desde que el presidente Rafael Correa ordenara en 2009 el desmantelamiento de la base estadounidense de Manta se ha perdido efectividad en la lucha contra el narco. El presidente Guillermo Lasso acaba de firmar un acuerdo con EE.UU. para perseguir a las narcoavionetas sobre cielo ecuatoriano.
Durán votó sin ganas, como si no creyera en milagros políticos y sociales. Pese a la extrema vigilancia policial, sus habitantes cumplen todos los días el toque de queda no escrito: con las primeras sombras hay que refugiarse en casa. Mientras, los narcos limpian sus armas y preparan a sus sicarios. Hasta “escuelas” tienen en el popular Cerro de las Cabras.