En medio del dificultoso panorama económico del país, acentuado por la incertidumbre que aportaron los resultados de las PASO, el exministro de Economía Hernán Lacunza trazó un paralelismo entre el panorama actual con el que quedó planteado en 2019 luego de que el gobierno de Mauricio Macri perdiera en las urnas ante el Frente de Todos. Recordó así las instrucciones que le dio el por entonces presidente. Si bien consideró que existe “una similitud” en el “tránsito” hacia las generales de octubre, destacó que “la situación es objetivamente peor” cuatro años después.
“Esta situación tiene mas desequilibrios que aquella. En aquel momento había 20 mil millones de dólares en el Banco Central, hoy hay menos 10.000. La situación es objetivamente peor”, señaló en +Entrevistas, conducido por Luis Novaresio en LN+.
El resultado electoral de 2019 representó un duro golpe. La nómina Alberto Fernández-Cristina Kirchner obtuvo 47% frente al 32% que había cosechado la boleta de Mauricio Macri-Miguel Ángel Pichetto. Aquellos números impactaron en el mercado en los días siguientes. El dólar llegó a $65 aunque se estabilizó en $58. El entonces ministro Nicolás Dujovne renunció en medio de la crisis y Lacunza lo reemplazó, quien debió implementar controles cambiarios y “reperfilar” deuda en pesos.
Con fuertes críticas a la administración vigente y a las medidas instrumentadas, el exfuncionario marcó otro aspecto que difiere del 2019. “Otra diferencia es que en aquel momento había una conducción política incuestionable y clara” en la que -según dijo- él mismo pudo apoyarse para tomar decisiones pese a que, enfatizó, estaba en juego la continuidad en el poder. “Le dije al presidente: tenemos tres opciones ganar, perder, o el helicóptero”.
Y continuó: “Me dijo ‘hacé lo que tengas que hacer’, que era tomar medidas antipáticas, medidas horribles pero que eran necesarias”. En aquel momento, sostuvo que “había una conducción consciente y altruista de parte de Macri”.
“Asumimos los costos políticos de tomar las medidas impopulares que tomamos en pos del bienestar general. Ahora la visión es miope, es cortoplaista, de ver cómo llegamos a octubre. Ahora, el presidente [Alberto Fernández] está ausente, el ministro de Economía es candidato y debe ordenar los daños colaterales. Tiene que vender una ilusión con el dólar a $800: los días pares busca fondos, mendiga por el mundo, y los impares promete planes platita. Se contradice todo el tiempo”, aseguró.
En esa línea, se refirió a la decisión de devaluar, luego de la derrota de Unión por la Patria y el impacto que generó el triunfo de Javier Milei. “Nadie devalúa porque quiere, sino que devalúan porque no queda otra”. Sin embargo, cuestionó la forma en que se implementó la medida ya que “no hay un plan asociado” y Massa, en su “doble rol de ministro y candidato”, “salió a explicarlo tres días después”.
“Está dando un mensaje horrible. Devaluás porque no tenés reservas, no porque te lo pide el Fondo [Monetario Internacional]”, dijo en referencia a los argumentos que dio el titular del Palacio de Haicenda. Criticó en este sentido la falta de previsibilidad del oficialismo. Aseguró que “gobiernan para la semana que viene” y definió la gestión de Massa como “perdedora serial de reservas”.
“El Frankenstein” de Milei
Basado en su experiencia como ministro de la Nación y de la Provincia de Buenos Aires, el economista de Juntos por el Cambio( JxC) advirtió que la paridad alcanzada entre los tres principales candidatos que competirán por la presidencia en octubre, Javier Milei, Patricia Bullrich y Sergio Massa, vuelve probable “que cualquiera de los tres” pueda llegar a la Casa Rosada. Desde su punto de vista, esa posibilidad “agrava la situación, que es muy desafiante y agrega incertidumbre”.
En ese contexto y frente a la sorpresa que significó el posicionamiento del economista liberal, puso en duda los planteos que el libertario popularizó para llegar a su objetivo. “Cuando veo las propuestas económicas de La Libertad Avanza no veo un programa económico, veo un Frankenstein”, expresó.
En esa línea, explicó su definición y focalizó en los puntos centrales que difundió Milei como metas a cumplir en caso de llegar al Gobierno. “Dice que va a dolarizar pero no tiene reservas, no tiene dólares, eso no lo va a hacer; dice que va a bajar 15 puntos del gasto público, tampoco lo va a hacer; bajar los subsidios de energía sin subir tarifas para que las empresas ahorren: eso tiene un riesgo muy alto”, enumeró.
Ante las dificultades que observó, Lacunza consideró que existe probabilidades de que en “estos liderazgos de carácter mesiánico, de slogan más que de programas, pueden derrapar” cuando se vea imposibilitado de “hacer entrega de lo que dijo”.
“La otra opción es que pierda el apoyo popular muy rápido, esa demanda de cambio sin norte, sin rumbo sin ideología, amparado en que quiero algo nuevo y algo distinto, alguien que en lugar de hablarme de sensibilidad de gobierno me hable de su sensibilidad de cuatro perros… Eso sirve para ganar elecciones, no para gobernar”, reflexionó.