Gabriel Boric cambia por tercera vez su gabinete y negocia una tregua con la oposición

SANTIAGO, Chile.- En otro hito del relanzamiento que pretende encauzar su gobierno y en la antesala de una reunión clave que sostendrá este jueves con la oposición para destrabar el diálogo en torno a las reformas tributarias y pensiones, el presidente chileno, Gabriel Boric, dio un nuevo golpe de timón y realizó su segundo cambio de gabinete en lo que va del año, el tercero desde que llegó al poder en marzo de 2022.

El ajuste, que no consideró cambios en el corazón de su equipo político y que se precipitó tras la renuncia de Giorgio Jackson al gabinete y la crisis que provocó el caso “Convenios” –que investiga el traspaso irregular de millonarias sumas de dineros públicos a decenas de fundaciones afines a partidos de gobierno–, apuntó, en primer término, a llenar la vacante que dejó la renuncia del amigo y excolaborador de Boric del Ministerio de Desarrollo Social. En su lugar, el mandatario chileno designó a Javiera Toro, exjefa de la cartera de Bienes Nacionales, y quien le cedió su puesto a la exdiputada Marcela Sandoval.

El segundo aspecto de la intervención en los ministerios, asimismo, tuvo que ver con la salida de algunas autoridades cuestionadas por sus desempeños y aquejadas por problemas internos en sus reparticiones. Así, en las áreas de Minería y Cultura hubo modificaciones importantes: en la primera repartición, el presidente nombró a Aurora Williams en reemplazo de Marcela Hernando; mientras que en la segunda cartera Boric eligió a la actriz Carolina Arredondo, en lugar del cuestionado Jaime de Aguirre.

“A quienes ingresan hoy al gabinete, les llamo a volcarse de lleno en la misión de este gobierno, que no es otra que avanzar hacia un Estado más justo, hacia una sociedad más justa, que garantice las condiciones básicas para que cualquier persona pueda desarrollarse libremente sin importar cuál es el tamaño de su billetera”, dijo el jefe del Estado chileno en su discurso de bienvenida a las nuevas autoridades.

Sorpresa en Educación

Con todo, uno de los nombramientos más comentados tuvo que ver con la llegada del militante comunista, Nicolás Cataldo, al Ministerio de Educación ante la salida de Marco Antonio Ávila. Cataldo, que es profesor de Historia y Ciencias Sociales de la Universidad de Valparaíso –donde además formó parte de la Federación de Estudiantes– ya estuvo en el centro de la polémica en septiembre pasado cuando fue sondeado para asumir la Subsecretaría del Interior, pero su nombre generó fuerte resistencia de la oposición, que lo criticó por una serie de tuits que publicó en 2011 en contra de carabineros y a favor de las reivindicaciones mapuche.

“Carabineros infiltrados”: Los antiguos tuits del nuevo subsecretario del Interior contra la policíahttps://t.co/IDGK5jCYkj

— T13 (@T13) September 6, 2022

“En las marchas, carabineros infiltrados; en el Senado, fachos designados”, escribió Cataldo en uno de los tuits correspondientes a agosto de 2011, en el marco de las protestas estudiantiles de la época. Aquellas consignas, por lo demás, nuevamente reflotaron en las últimas horas y hubo cuestionamientos inmediatos a su designación por parte del bloque opositor.

Sin embargo, y horas más tarde, fue el propio Cataldo quien entregó sus primeras impresiones como autoridad e intentó bajar la tensión. “Tenemos un estilo de trabajo amplio, con diversidad, y no tengo la costumbre de anular a mi adversario por sus ideas, sino que más bien espero construir en conjunto con ello”, dijo. “Yo lo que esperaría es que Educación no se convierta en una trinchera para la oposición”, añadió.

El cambio de gabinete llega en el momento preciso en que Boric intentará convencer a los líderes de la oposición de sacar adelante en el Congreso las reformas vinculadas al pacto fiscal y a las jubilaciones, en una reunión fijada a primera hora para este jueves en el Palacio de La Moneda.

“Valoro la disposición de los partidos de Chile Vamos de aceptar la invitación a retomar el diálogo político mediante una reunión mañana a primera hora, para poder destrabar en conjunto, de buena fe, las reformas de pensiones, el pacto fiscal, reforzar la agenda de seguridad ya comprometida, y también mejorar sustantivamente los estándares de probidad, sin jamás meter la basura debajo de la alfombra”, planteó Boric.

Sin embargo, para Luis Felipe Vergara, analista político de la Universidad Andrés Bello el éxito de dicha gestión aún tiene un gran signo de interrogación.

“No estoy seguro que esta intención al diálogo que plantea el presidente Boric sea recibida de igual forma por la oposición. Será complejo lograr acuerdos y excusas habrá. Ahora podría ser el ministro comunista y mañana otra razón por la que no se quiere dialogar. Ahora francamente no veo la voluntad de diálogo por parte de la oposición, lo que no es nuevo, ni exclusivo de quienes hoy son opositores”, dijo el académico a LA NACION.

“El cambio de gabinete también recoge ese llamado y la partida de Giorgio Jackson viene muy presionada por la misma derecha que había cortado toda disposición al diálogo. Ahora el guiño de Boric a la derecha se ratifica con el viaje de Boric con Piñera para participar en el cambio de mando a Paraguay, y se reforzó con la reunión de este jueves donde se busca destrabar acuerdos”, indicó el analista.

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