WASHINGTON.- El Departamento de Justicia de Estados Unidos escaló de manera significativa la investigación sobre Hunter Biden, el hijo del presidente, Joe Biden, una movida sorpresiva que de manera casi inmediata amplió la visibilidad, la envergadura y el impacto político de un caso extremadamente sensible para la Casa Blanca que se ha convertido en la principal línea de ataque del Partido Republicano contra Biden.
El fiscal General, Merrick Garland, anunció este viernes en Washington que había decidido nombrar como “fiscal especial” de la investigación al fiscal federal de Delaware, David Weiss, que está al frente de la investigación del Departamento de Justicia sobre las finanzas y los negocios del hijo del presidente, quien ya enfrenta una acusación formal ante la Justicia por evasión impositiva.
“Este nombramiento confirma mi compromiso de proporcionar al señor Weiss con todos los recursos que solicite. También reafirma que el señor Weiss tiene la autoridad que necesita para llevar a cabo una investigación exhaustiva y continuar tomando las medidas que considere apropiadas de manera independiente basándose únicamente en los hechos y la ley”, dijo Garland en una breve declaración en la sede del Departamento de Justicia.
La decisión de Garland llegó en medio de una ofensiva sin cuartel por parte de los republicanos y la derecha de Estados Unidos contra Hunter Biden y el gobierno de Biden. La oposición acusa al presidente de haber politizado la Justicia federal para ir contra su principal rival político, el expresidente Donald Trump, y para proteger a su hijo y ocultar supuestas maniobras corruptas y de tráfico de influencias durante sus años en la vicepresidencia a favor de los negocios de su hijo, que durante un tiempo actuó como lobbista. Los republicanos ya abrieron sus propia investigación en la Cámara de Representantes, donde ya han amenazado al presidente con un juicio político, pese a que, de momento, no han logrado destapar evidencias contundentes en su contra.
“Durante la vicepresidencia de Joe Biden, Hunter Biden lo vendió como ‘la marca’ para cosechar millones de oligarcas en Kazajstán, Rusia y Ucrania”, dijo en una conferencia de prensa el presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, James Comer, luego de presentar un informe contra Biden y su familia por supuestos negocios globales corruptos. “Al parecer no se proporcionaron servicios reales más que el acceso a la red de contactos de Biden, incluido el propio Joe Biden. Y Hunter parece haber cumplido”, continuó.
El trabajo como lobbista de Hunter Biden, 53 años, y que durante años ha sufrido por su adicción al alcohol y las drogas, se ha convertido en uno de los temas más delicados para la Casa Blanca de Joe Biden en la antesala de una nueva campaña presidencial. Los republicanos acusan al presidente de haber beneficiado a su hijo al proporcionarle a él y a sus clientes del extranjero un acceso único a su influencia y su red de contactos en el gobierno federal y en el Congreso.
La Casa Blanca ha negado cualquier involucramiento de Biden en los negocios de su hijo, intentando a la vez meterse lo menos posible en la discusión acerca de las investigaciones que recaen sobre Hunter y derivando las preguntas y las consultas sobre el tema a los abogados del hijo del mandatario. Pero la decisión de Garland le da otra envergadura al trabajo de los fiscales, y abre la posibilidad de que el tema no sólo continúe, sino también a que empeore y abra la caja de Pandora para Biden justo cuando se prepara para pedirle al país que le dé otros cuatro años en la Casa Blanca.
La nueva dimensión de la investigación federal sobre Hunter Biden le brinda además una línea de defensa política en la campaña a Trump, el favorito para competir contra Biden por la presidencia el año próximo, quien suele responder a las acusaciones en su contra acusando a sus rivales.
Garland dijo en su breve declaración que había decidido ascender a Weiss después de que el fiscal le informara esta semana que la investigación había “llegado a la etapa” en la que se necesitaban los poderes especiales con los que cuenta un fiscal especial para seguir adelante y concluir la pesquisa. Weiss tendrá ahora la autoridad para investigar todos los asuntos relacionados en su investigación, y podrá presentar cargos en cualquier jurisdicción, y además tendrá una mayor independencia para actuar ya que no estará sujeto a la supervisión de nadie en el Departamento de Justicia. Weiss fue designado por Trump.
Con su decisión, Garland buscó también responder a las acusaciones de parcialidad contra el Departamento de Justicia, una agencia del gobierno federal que históricamente se ha movido con un grado de independencia respecto de la Casa Blanca.
“El nombramiento del señor Weiss refuerza para el pueblo estadounidense el compromiso del Departamento tanto con la independencia como con la rendición de cuentas en asuntos particularmente delicados”, dijo Garland. “Estoy seguro de que el señor Weiss llevará a cabo su responsabilidad de manera imparcial y urgente y de acuerdo con las más altas tradiciones de este Departamento”, agregó.