Viaje al corazón del dólar blue: así trabajan los arbolitos, perseguidos y a dos días de las elecciones

“Compro y vendo”. “Cambio, cambio, cambio”. Pisar la calle Florida es adentrarse en el corazón de la venta de dólar ilegal. El coro a gritos acompaña un desfile que mezcla extranjeros y señores de traje que se hacen lustrar los zapatos frente al Centro Naval. La constante en boca de los arbolitos, que abundan a lo largo de esta peatonal: “Apurate, que va a subir”.

Las vociferaciones anuncian compra-venta de dólares, incluso con policías merodeando en los alrededores. Una situación ya clásica de este rincón de la Ciudad. Al acercarse a preguntar hay que atenerse a que enseguida te quieran llevar a la cueva para la que trabajan, casi con desesperación. Todo está funcionando como siempre, a pesar de que en los últimos días el Gobierno anunció un mayor control sobre este tipo de cambio.

El primer arbolito, ubicado en la intersección de Marcelo T. de Alvear y Florida, cuenta que el precio de venta del dólar paralelo, el jueves a las 12.00, estaba en $615, mientras que en distintos medios informaban un valor de $602 para este mismo intercambio.

A pesar de que la mayoría de las cuevas están operando con normalidad, no venden dólares por el momento: “Hoy es solo para comprar”, explica. El precio varía de parada en parada entre $615 y $625 para la venta, pero muchos señalan que en la apertura estuvo a $600, pero enseguida “se disparó” y superó este monto.

Entre el tumulto y el barullo, una señora vende al mismo precio que el primero, pero asegura que “es un negocio, porque llegó a estar a $630″. Lee los precios de un papelito con números tachados y reescritos. “Tenés $15 a tu favor”, dice, y agrega que no sabe a cuánto puede llegar hacia el final del día. “Está fluctuando mucho”, es el comentario general.

La tendencia de arbolitos llamando a vender o comprar dólares a lo largo de la calle Florida no es una novedad. Quienes son asiduos de la zona aseguran que esto es algo de todos los días. En lo que se diferencia esta jornada particular, según lo que comentan, es la volatilidad con la que amaneció el mercado paralelo y con la que continuó a lo largo de las horas, una situación que se viene repitiendo en los días previos a las PASO.

Esta escalada del dólar ilegal de la que hablan los arbolitos, figurita repetida de las últimas semanas, inquietó al Gobierno. Tanto fue así que, entre el martes y el miércoles pasado, Sergio Massa, ministro de Economía y precandidato presidencial por el oficialismo, anunció el “endurecimiento” de los controles de esta divisa y la intervención de la Unidad de Información Financiera (UIF) para vigilar a los “pícaros” que hacen subir el dólar. A esto se sumaron cuevas que anunciaron su cierre para lo que quedara de la semana.

Pero en la calle Florida siguen los gritos y los intentos de compra y venta. Un chico dice que no venden, “pero a vos sí. Está a $620″, y pide que lo sigan hasta la cueva. A pocos metros, una chica cuenta que la venta del dólar paralelo abrió este jueves a $600, y al mediodía ya había alcanzado los $625. Además, el valor de compra acompañaba los movimientos de la venta: “Una pareja vino a cambiar $3500 dólares. Les pasaron un valor de $606. Los llevé a la casa de cambio y, en ese tiempo que pasó, lo terminaron pagando a $617″. La misma chica dice que conviene adquirir dólares de menor denominación, como el billete de US$100 de cara chica, o los de US$50 o US$10, ya que están más baratos. “Hoy está terrible. No va a bajar más. Es caótico”, agrega.

La cuestión del precio del dólar blue y quiénes lo determinan es un tema recurrente. De hecho, LA NACION explicó el año pasado cómo funciona este sector de la economía: “Las variables que determinan el precio minuto a minuto del dólar son múltiples. La intervención del Banco Central, endurecimiento del cepo cambiario y emisión del Tesoro, suelen hacer subir la cotización. En cambio, cuando aparecen las “manos amigas” e inundan con dólares el mercado, el precio se calma”.

Las especulaciones y la incertidumbre abundan a nivel nacional y en la calle Florida en particular. El último arbolito consultado encara hacia la cueva apenas escucha la pregunta “¿vendés dólares?”: “Apurate que sube”. Una vez más, la sentencia desesperada. “Llega a $700 —asegura—. Entre esta noche y mañana”.

Las frases y situaciones se repiten a lo largo de este mítico recorrido de la Capital Federal. Mientras, las casas de cambio están vacías y los carteles luminosos de sus fachadas anuncian la venta de dólar turista a $592.

MySocialGoodNews.com
Logo
Enable registration in settings - general
Shopping cart