Es considerado como uno de los streamers más exitosos de habla hispana, se codea con los grandes de ese ambiente y es fundador del equipo de esports llamado 9z. Conocido en la jerga juvenil como Frankkaster, con tal solo 26 años Francisco Postiglione logró que su equipo de deportes electrónicos se convierta en uno de los más competitivos de la región. A la vez, su introducción marcó un antes y un después en ese mundo.
“Hoy mi equipo es top 20 y yo proyecto a futuro llegar al top 5. El objetivo es expandirnos, y por más complicado que sea, somos muy pasionales y le metemos aunque se nos presenten adversidades”, le contó Postiglione a José Del Rio, secretario general de Redacción de LA NACION, en el evento “La Revolución de la Economía Digital | Capítulo 5″, organizado por el diario.
Su vertiginosa carrera al éxito no fue fácil. Empezó como espectador hasta que tiempo después se convirtió en moderador de chat -quienes revisan y administran los comentarios que envían los participantes durante el chat en vivo de una transmisión- del canal de Martín Pérez Di Salvo, mejor conocido como ‘Coscu’. De a poco, se hizo su propio lugar. Cada vez acumulaba más seguidores que se divertían con sus formas, su personalidad y el contenido que ofrecía. Así, se fue consolidando como un streamer “hecho y derecho” que no solo se mostraba jugando online sino que también conversaba con sus viewers, algo esencial en el mundo online, ya que brinda un sentido de comunidad entre todos los usuarios.
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Oriundo de Tolosa, La Plata, Postiglione pasó por varios trabajos hasta encontrar su pasión actual. Desde cajero de supermercado hasta administrador en una financiera, “la vida dio vuelta todo y hoy soy streamer, youtuber y dueño de uno de los equipos mas grandes de latam: 9zTeam”, detalla en sus redes sociales.
Se describe a sí mismo como inconformista: “Por más que la vida me de golpes, intento ir más allá y superarme”. No bastaba con ser uno de los streamers top a nivel nacional, Frankkaster sentía que había algo que le faltaba: tener un equipo propio para posicionar a la Argentina en el mundo y ganar los torneos más importantes de su rubro.
Fue así que en agosto de 2018 lanzó su propia escudería de esports. Empezó a armar la estructura de 9z, a atraer jugadores y ganar competiciones. “Dije ‘no me conformo con esto, necesito más juegos y más equipos’ y salí campeón de Argentina en League of Legends, y luego tuvimos el caso de éxito más grande del club, que fue con el Counter Strike, con el que ya clasificamos a dos mundiales”, relató. No hay puntada sin hilo, y según Postiglioni, esos hechos fueron escalones que abrieron a la Argentina al mundo de los esports.
Hacerle frente a los prejuicios
“En su momento, creían que solo jugábamos a los jueguitos y perdíamos el tiempo, pero hoy te diría que muchas personas a las que les decís que competís en esports te dicen ‘mirá que interesante, ¿te va bien?’”, le contó Frankkaster a Del Río.
A la vez, destacó que en los esports existen dos aristas: todo lo que es “la parte de escritorio”, que implica el marketing, las comunicaciones y los diseños del equipo, entre otros; y lo deportivo, que está orientado a la asistencia que se le da a los jugadores para que puedan rendir bien, ya sea tanto a nivel físico como mental.
Al ser consultado por Del Río respecto de la opinión de sus padres sobre sus logros y su carrera profesional, Postiglione contó que en especial su papá siempre fue una herramienta muy importante en su travesía al éxito. “Él siempre me bancó mucho. Me veía siempre y aunque no entendía mucho me felicitaba por las partidas. Falleció hace un año y todos los días hago las cosas por él, es mi motor”, dijo. En lo sucesivo, contó que su mamá hoy está muy orgullosa de lo que él hace, pero que en el comienzo pensaba que lo que hacía era perder el tiempo. No obstante, el dueño de 9z resaltó: “Por suerte ahora le pude demostrar que lo que hago es algo serio”.
Por otro lado, reveló que si bien la industria de los esports está creciendo cada vez más, en el caso de Argentina todavía hace falta estructura, más jugadores y mejores condiciones. “Yo diría que Argentina, Chile y Uruguay tienen muy buen potencial en juegos FPS, que son en primer persona, no paramos de darle de hablar al mundo. Se la mandamos a guardar a los de afuera”, añadió.
“El cielo se está poblando”: satélites, conectividad y economía digital, los nuevos focos de inversión
En relación con aquello, contó que en la actualidad su mayor miedo es que esta brecha estructural que hay entre equipos sudamericanos y de otros continentes se haga más grande. “En otros países los esports son una locomotora y acá es cada vez más difícil. Lo mismo que pasa en el fútbol nos pasa en los esports”, enfatizó.
También señaló que ser streamer hoy en día es difícil y que, a la vez, es muy poca la cantidad de personas que pueden vivir de ello. Sin embargo, ve como algo positivo el hecho de que hay un abanico muy grande en el que chicos de todas las edades se animan a sumarse un proyecto que los apasiona. “Viven la camiseta y trabajan con amor”, dijo. ¿Qué otras cualidades deben tener los “Messi de los esports”? Según Frankkaster “un poco de todo”, pero por sobre todo buen control mental y sangre fría. “Los que tienen una mente de acero son los pocos que pueden patear ese penal definitivo”, destacó.
Finalmente, recapituló: “Yo no soy un empresario ni un jugador de un deporte tradicional que tiene dinero para armar una estructura. Al principio todo fue así ‘al tun tun’, la vida me llevó por aciertos y errores, y hace poco me asocié con una mega empresa que me dio una estructura en la que yo puedo delegar y ocuparme más en lo deportivo”.
Su sueño es ganar el Mundial de esports: “Voy a ganar el mundial aunque sea lo último que haga en la vida”.