Tras la recomposición parcial de los valores de la hacienda en pie en los últimos días, sobrevino una mejora del negocio para las actividades ganaderas. En términos generales, el incremento en los precios de venta de los animales en el mercado de hacienda generaron entre los distintos eslabones de la cadena un cambio esperado por los productores.
Según el consultor ganadero Víctor Toneli, la cría tuvo una mejora significativa en el margen operativo de su actividad, considerando que sus ingresos se componen en una proporción cercana a “1/3 por la venta de sus vacas y toros de descarte y 2/3 por la venta de terneros y terneras excedentes de su propia reposición”.
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Vale recordar que los valores todavía muestran un retraso con respecto a la inflación. Esto se puede observar en una siguiente comparación que hizo el consultor ganadero: desde julio de 2021, considerando a ese mes como base 0 e indicador comparativo para el cálculo, mientras el novillito para consumo subió 168,9% la carne al púbico lo hizo un 162,4% y la inflación general un 223,5%.
“En esa línea, la cría tuvo una mejora en su margen operativo no menor a los 20 puntos porcentuales, recuperando un margen razonable, sin considerar que ya realizó prácticamente todo lo que tenía para vender en este ejercicio, por lo cual la mencionada recuperación de márgenes es solo una foto, pero no se traduce en ingresos reales”, explicó.
Para otro sector, los feedlots, la etapa de terminación a corral de los animales, “pese a la suba del costo del alimento, dentro un 20 y un 25%; se mantiene positiva en función de una relación de costo de reposición (venta de gordo y compra de ternero a reponer) que se mantiene por debajo de los promedios para esta época del año”.
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En tanto que la recría de propia producción, para el experto, ha mejorado su rentabilidad, teniendo en consideración la suba del valor de venta que en promedio estuvo cercana al 25%. “Sus costos no subieron mas del 10 %”, indicó Tonelli.
Por otra parte, “la misma recta, relacionada con compra de terneros de terceros, mantiene razonablemente la rentabilidad previa a los cambios de precios; si bien mejoró el valor de venta, se incrementó el costo de reposición, de gran importancia en su ecuación económica”.
“El factor de mayor impacto es el costo de reposición. El ternero vale 10% más que el gordo al final del proceso. Antes de la suba la relación era 1,1, es decir que valían igual, con lo que el costo de reposición mirado desde el valor del producto de venta era menor. Hoy hay una relación atractiva”, cerró.