Lo que antes representaban un compromiso ineludible con el electorado, hoy pasó a ser casi un requisito formal, un protocolo legal con el que es necesario cumplir de cara a las elecciones. Así, los partidos políticos que competirán en las PASO del próximo 13 de agosto -más de una docena-, cumplieron con la ley y presentaron sus plataformas electorales ante la Justicia Electoral -y ante la ciudadanía-, en las cuales se exhiben principios y lineamientos generales.
Más allá de las propuestas, muchas de ellas conocidas, las plataformas dejaron algunas perlitas y curiosidades que vale la pena repasar.
La de Unión por la Patria es quizás la más ambigua en lo que refiere a la identificación de las propuestas, algo que puede leerse como el resultado del tironeo ideológico que existe entre sus dos precandidatos, Sergio Massa y Juan Grabois.
En su inicio, el texto se remite a la plataforma del Frente de Todos de 2019, como si esta no hubiera podido llevarse a cabo. En este sentido, el COVID, la sequía, el endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y la “ruptura del pacto democrático”, son algunos de los temas que se despliegan en los primeros párrafos de la plataforma.
El único nombre propio que figura en sus más de veinte páginas es el del expresidente Mauricio Macri y la palabra inflación brilla por su ausencia. Sobre este asunto, solo se hace una referencia indirecta: “recuperar la participación del salario”.
Pero quizás los más llamativo en la plataforma que Unión por la Patria presentó a la ciudadanía sea la siguiente oración: “La Argentina necesita ciudadanas y ciudadanos que cumplan con la plataforma del Frente de Todos, que amplíen derechos y restituyan aquellos que fueron arrebatados por el macrismo”. Una manera algo forzosa de lograr acompañamiento.
Por el lado de Juntos por el Cambio, la plataforma titulada “La Argentina que podemos ser”, es la que muestra una curaduría digital más sofisticada. Pero lo más curioso es que el partido, como nunca antes, se presenta como una suerte de sincretismo político entre las corrientes que lo fundaron: el Pro, la Coalición Cívica, y en tercer término del radicalismo.
“Somos los herederos de quienes recuperaron el orden democrático en el 83, los impulsores del juicio a las Juntas en el 85″, se lee en el texto, en una inusual reivindicación de la gestión de Raúl Alfonsín.
A diferencia de la plataforma de 2015, en la cual no se hacía mención al radicalismo, se percibe un esfuerzo, sobre todo en los primeras páginas, de teñir de cierta épica histórica al partido fundado por Mauricio Macri, al intentar insertarlo en el devenir de la historia argentina: “Con estas tres tradiciones en nuestro ADN fuimos protagonistas, bajo diferentes denominaciones, de momentos fundamentales de la historia argentina”, dice el texto.
“Pudimos hacerlo mejor”, se lee en el tramo más autocrítico de la plataforma, en alusión al periodo 2015-2019. Por fuera de las acusaciones explícitas al kirchnerismo, también hubo algún dardo solapado: “Terminamos nuestro mandato en paz, traspasando al presidente elegido sus atributos”, se lee en la plataforma, en alusión al traspaso de mando en 2019.
Por fuera de las conocidas propuestas de La Libertad Avanza -como la eliminación del Banco Central, la libre competencia de divisas, o la “drástica” reducción del gasto público- en su plataforma se destaca la ausencia de un tema incluido en la plataforma que el partido presentó para las legislativas 2021: la religión.
En dicha plataforma, se proponía una reforma del artículo 2 de la Constitución Nacional: “El Gobierno federal sostiene el culto católico apostólico romano”. En este sentido también se sostenía: “Los símbolos religiosos deberán ser eliminados en todas las dependencias públicas como edificios, oficinas, escuelas públicas o privadas”
Tampoco faltó lugar para aquello que puede leerse como una chicana contra el radicalismo, más precisamente contra la figura de Raúl Alfonsín, de quien Milei es un duro crítico.
“Las políticas populista que parecían bien intencionadas demostraron a la postre que eran producto de una planificación asfixiante para alcanzar el enquistamiento de quienes las aplicaban y que las oposiciones que la sucedieron “no supieron, no quisieron o no pudieron” revertir”, se lee en el documento, en una indirecta alusión a los dichos del radical al dejar anticipadamente el gobierno en 1989.
En la plataforma libertaria es la que menos veces aparece el término “Argentina”, pese a que su presencia se duplicó con respecto al plan presentado en 2021, donde solo figuraba cuatro veces. Como en otras plataformas, se advierte algún error ortográfico. En este caso, se confunde la palabra encausar con la palabra encauzar.
De la plataforma de Hacemos por Nuestro País, presentada por el peronismo cordobés de Juan Schiaretti, se destaca la fuerte impronta federalista: el “puerto”, las “regiones provinciales”, la “Preexistencia de las provincias”, son algunos de los ejemplos en este sentido. De las plataformas presentadas por los cuatro partidos más preponderantes, la de “Hacemos por nuestro país” es, sin duda, la que ofrece una presentación más descuidada.
Las páginas de la plataforma fueron escaneadas y muchos de los primeros renglones deben adivinarse en virtud del pliegue que existe en el margen superior izquierdo. Por otro lado, la redacción de algunos de sus párrafos son algo confusas.
Más allá de estas pintorescas peculiaridades, las plataformas no alcanzan a ofrecer más que una visión general de los partidos, esbozando lineamientos, por momentos muy imprecisos, que no buscan más que transmitir el espíritu que anima las candidaturas.
En este sentido, quien parece tomar la delantera, es la figura que arribó más recientemente a la arena política. A contrapelo de las generalidades que pueblan las plataformas, el líder libertario presentó un plan de gobierno en el cual se detallan muchas de las medidas que buscaría implementar en caso de llegar a la Casa Rosada.
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