¿Plazo fijo o dólar? Este dilema de los ahorristas más conservadores volvió a reflotarse en el último año, en tiempos donde el Banco Central (BCRA) subió las tasas de interés a su nivel más alto de los últimos 20 años y los tipos de cambio libres transitan un período de pax cambiaria. Sin embargo, la combinación de ambas inversiones es poco popular entre los argentinos: los plazos fijos en dólares.
En la teoría, esta herramienta bancaria está pensada para poner a trabajar a los billetes verdes, en vez de dejarlos dormir debajo del colchón. Sobre todo en un contexto donde la inflación de Estados Unidos se ubica en un 4% interanual. Aunque esta cifra viene decayendo desde el pico de 9,1% que alcanzó el año pasado, todavía continúa a niveles elevados para el país del Norte e implica un deterioro constante del poder adquisitivo de los ahorros dolarizados.
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Ahora, en la práctica, los plazos fijos en dólares no suelen ser la mejor alternativa en la Argentina. En algunos bancos la tasa empieza con el número 0, por el poco interés que tienen las entidades financieras en pagar por la captación de estos depósitos. Hoy los créditos en dólares son casi inexistentes, por lo que con el banco no puede darse vuelta con el dinero recibido del plazo fijo y prestárselo a otro cliente.
Cuánto paga un plazo fijo en dólares
Cada mes, luego de conocerse el dato de inflación, el Banco Central anuncia si subirán o no las tasas de interés en pesos. Actualmente, se ubican en un 97% de tasa nominal anual (TNA) para los plazos fijos minoristas a 30 días. Esto significa una tasa mensual cercana al 8% y, si se reinvierte el dinero todos los meses (capital inicial más intereses), la efectiva alcanza el 154% anual (TEA). No sucede lo mismo con los plazos fijos en dólares.
Cada entidad financiera establece su propia tasa de interés para los depósitos a plazo fijo dolarizados, por lo que la diferencia entre un banco y otro puede variar considerablemente. Por caso, en el Banco Nación la tasa efectiva anual es del 1,75% si se deja la plata paralizada durante 365 días. Es decir, en caso de poner US$10.000, al año siguiente se cobrarían US$175 de intereses ganados.
Pero, cuanto menor tiempo de plazo se elige, más bajo es el interés. Si se decide poner US$10.000 a trabajar en un rango de entre 30 a 179 días, la tasa nominal anual es del 0,5%. Si el plazo es de entre 180 a 363 días, aumenta a 0,75%. Finalmente, de 364 días a 370, es del 1,75%. En todos los casos, el monto mínimo requerido a invertir deberá ser de US$100.
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En el Banco Galicia, la tasa de interés en dólares es mayor si se realiza por los canales digitales -como el homebanking- que en una sucursal. Si se efectúa la operación digitalmente y se deja la plata durante 360 días o más, paga un interés del 1,9%. Por caso, si se depositan US$10.000, al cabo de un año el ahorrista recibiría US$10.190. Pero, si se crea un plazo fijo mensual, la TNA es del 0,2%. En caso de que el ahorrista haga la transacción por ventanilla, la misma se reduce a un 0,1%.
En el BBVA, la tasa nominal anual es del 0,15% en todos los casos, y pide una inversión mínima de US$1000. Mientras que en el HSBC actualmente rige una tasa del 0,1% anual con un mínimo de US$700 y en el Santander, del 0,05%.
