Con un gran porcentaje del electorado alejado de la política, según el relevamiento de las consultoras y el nivel de ausentismo en las provincias que ya concurrieron a las urnas, la campaña se plantea desafiante. Los números de las encuestas proyectan un escenario abierto y tanto el oficialismo como la principal coalición opositora tienen chances de ganar. Por eso, los anotados en la carrera para llegar a la Casa Rosada saben que hasta el último voto vale, y definen sus estrategias para captar al público esquivo.
Con consignas generales que no determinan acciones concretas, los spots de campaña son parte del universo de herramientas que cambiaron para adaptarse al hastío de la sociedad con la política. “Un país normal”, “una Argentina distinta”, “este país sí tiene arreglo”, “la patria sos vos”. Cada uno de estos eslogans forman parte de diferentes videos de campaña de los principales precandidatos presidenciales de Juntos por el Cambio (JxC), Unión por la Patria (UxP) y La Libertad Avanza, las tres fuerzas con más posibilidades. De todos ellos, solo uno podría vincularse con un espacio específico gracias a que una de las palabras que lo componen es parte del nombre de la coalición.
Daniela Barbieri, socióloga, magíster en comunicación política y directora del Observatorio Pulsar de la Universidad de Buenos Aires (UBA), precisó a LA NACION el contexto en el que se desarrolla esta nueva elección: “Hay una sociedad enojada y desmovilizada que se registró en la baja participación en los comicios, empobrecida y hastiada de la dirigencia política en general. El vehículo de representación entre los candidatos y los electores, de mínima, está averiado”.
Hay una sociedad enojada y desmovilizada que se registró en la baja participación en los comicios, empobrecida y hastiada de la dirigencia política en general
Daniela Barbieri, socióloga
Según los números de una encuesta realizada en junio por la consultora Management & Fit (M&F), hay un 42,8% del electorado que le interesa “poco” o “nada” la política. Frente a un 35,4% que le interesa “algo” y un 21,5% que le interesa “mucho”. Si aumentamos el foco por región, el desinterés aumenta en la provincia y gran Buenos Aires, mientras que el interés se destaca en la Capital Federal y el interior del país. En detalle por edad y educación, el mayor interés se da entre varones, mayores de 40 años y los niveles educativos medios y altos. Mientras que el desinterés aumenta en el nivel educativo bajo.
Esta situación condiciona la forma en que los precandidatos se dirigen hacia los electores y piden que los acompañen. Guillermo Vagni, consultor en comunicación digital y director de Políticos en Redes, explicó a LA NACION cómo la indiferencia hacia los políticos impulsó una reflexión en los candidatos sobre las posibles maneras de contactarse con la ciudadanía: “No hay voluntades para las grandes manifestaciones y la empatía es un bien escaso. Como resultado, los encuentros son más austeros y el foco está puesto en transmitir imágenes de aprobación”.
Surgen así los streamings con influencers, los vivos de Instagram, las transmisiones en directo por Youtube, y hasta los videos con guiños de humor político en TikTok. Así quedaron atrás los actos masivos y las movilizaciones, relegadas a eventos especiales como lanzamientos o cierres de campaña.
“Son espacios interesantes, sobre todo porque hay mayor capacidad de reflexión y de profundización que en otros formatos, y porque no están mediados por la tiranía del tiempo de aire, del rating, ni por la búsqueda del titular por sobre las ideas. Sin embargo, requieren de discursos políticos muy bien construidos dado que los errores se pagan caros y se vuelven virales”, reflexionó Barbieri sobre estos nuevos canales de comunicación.
Para Lucas Romero, politólogo, analista político y director de la consultora Synopsis, el electorado, que adoptó una posición defensiva y que mira de reojo al dirigente, tiene “una reticencia hacia el spot como instrumento de campaña”. “Las personas lo rechazan y esto genera la necesidad de que la comunicación sea más lavada”, señaló.
Las personas lo rechazan [al spot de campaña] y esto genera la necesidad de que la comunicación sea más lavada
Lucas Romero, politólogo y analista
La frustración imperante, detalló Romero, hace que la gente ya no quiera escuchar al político que diga qué va a hacer, sino cómo lo va a hacer. “Esto es clave en el cambio de comunicación, que interpela al dirigente desde otro lugar. En esa pregunta de pasar del qué al cómo, está implícito el descrédito”, señaló.
Las campañas
“Para las PASO, apuntamos, en general, a los votantes de Juntos por el Cambio. Para ello, vamos a profundizar el posicionamiento de Horacio [Rodríguez Larreta] y también vamos a captar los votos del centro, que es la mayoría de los que dentro del estacio están despolitizados o son indecisos, que hoy son alrededor del 15 y 20%”, precisó a LA NACION una persona cercana a la campaña comunicacional del Jefe de Gobierno porteño.
M&F destaca que hay un 32,4% del electorado que todavía no tiene decidido su voto, que se suma a un 2,4% que no sabe o no contesta. Ante la pregunta de si está convencido a quién votar, el 40,9% respondió que en esta elección está “más convencido” de a quién votar que en elecciones anteriores, el 43,9% está “menos convencido”, el 11,8% respondió que “le da igual”, y el 3,4% no sabe.
Respecto del significado del primer spot de campaña de Larreta, en el que diferentes personas abren un papel donde leen problemas como “no llego a fin de mes”, “me van a cambiar de colegio”, “no le puedo festejar el cumpleaños a mi hija”, desde el entorno del precandidato precisaron que apuntó a “empatizar con los problemas de la gente”, y que es el puntapié para lanzar “una campaña propositiva y en la que se hable con la verdad”.
En tanto, personas cercanas a la campaña del precandidato de UxP, Sergio Massa, indicaron que el último spot, en el que se muestra a diferentes personas en su lugar de trabajo con la leyenda “patria”, indicaron que pretende reconocer a ciudadanos que con su desarrollo y esfuerzo “hacen patria”. En ese spot, el kirchnerista Eduardo de Pedro aparece antes que el ministro de Economía y Agustín Rossi, su compañero de fórmula. Un dato que no se pasó por alto en la interna oficialista.
El Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) es una parte en sí misma de la estrategia electoral del precandidato por el oficialismo. Como parte de su gestión como ministro de Economía, desde su equipo de campaña señalaron a LA NACIÓN que se utilizará como una dicotomía entre “salir de la crisis con crecimiento de Massa versus una oposición en sus diferentes variantes que ya gobernó y fracasó, y que solo propone dolor”.
El primer video promocional de la precandidata presidencial Patricia Bullrich habla de algunas consignas generales como volver a ser “un país normal”, de la “fuerza para recuperar el orden” y “si no es todo, es nada”. LA NACION trató de contactarse con el equipo de la exministra de seguridad, pero no obtuvo una respuesta.
Desde el equipo de campaña de Javier Milei, indicaron que entienden al electorado que descree de los políticos: “Somos ese electorado. No nos representa ninguno de los partidos tradicionales y por eso decidimos meternos en este barro que es la política”.
Respecto del último spot, en el que tanto Milei como Victoria Villarruel, su compañera de fórmula, hablan directamente a cámara sobre los juicios previsionales y las jubilaciones de privilegio, se lee como un intento de captar a un público de mayor edad.
Según los datos aportados por Vagni, que surgen de una encuesta realizada en las últimas semanas -y que está próxima a publicarse-, Massa y Rodríguez Larreta registran una distribución similar en la edad de sus votantes, mientras que Bullrich concentra el mayor porcentaje de personas mayores de 60 años. El 55% de los electores de Milei, según especificó, tiene menos de 40. En el caso de los partidos de izquierda, la principal característica es que en la composición de su electorado predomina el segmento sub 40.