WASHINGTON.- A mediados de junio, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dio un discurso en Pensilvania ante sindicatos en el que criticó los recortes impositivos a los ricos y las grandes corporaciones, la fuga de empleos a otros países, el “vaciamiento de la clase media” y la explosión del déficit fiscal.
“Estoy seguro de que ustedes vieron en su casa lo que yo vi en la mía. No hubo mucho derrame en la mesa de la cocina de mis padres cuando yo crecía”, dijo Biden. “Así que estamos cambiando. Decidimos reemplazar esta teoría con lo que la prensa llama ahora Bidenomics. No sé qué diablos es eso. Pero está funcionando”, bromeó.
Lanzado a su reelección, Biden y su equipo han comenzado a usar ese término, “Bidenomics”, casi a diario como parte de una campaña que se extenderá hasta el receso del verano boreal. La Casa Blanca difunde datos, informes, mensajes a la prensa o tuits y organiza actos y discursos promoviendo la política económica de Biden, que ha pasado a convertirse en la punta de lanza de su incipiente campaña en busca de la reelección.
The middle class. They’re the ones who built this country. That’s who our economy should work for. pic.twitter.com/i8MMb08sBK
— President Biden (@POTUS) July 12, 2023
La economía norteamericana goza, por ahora, de buena salud, y la administración de Biden ahora lo remarca cada vez que se conoce un nuevo dato. Y así ocurrió cuando el gobierno federal informó, este miércoles, que la inflación cayó al 3% anual en junio, un notable derrumbe desde el pico de 9,1 por ciento registrado hace exactamente un año, el pico de la pospandemia.
“Buenos empleos y menores costos: eso es Bidenomics en acción”, celebró Biden en un comunicado.
El mensaje del mandatario recordó que la caída de la inflación se logró mientras el desempleo se mantiene en un piso histórico, y la proporción de estadounidenses que trabaja es la más alta en dos décadas. Los salarios reales, continuó Biden en su mensaje, se han recuperado a los valores que tenían antes de la pandemia. Y ahora además crecen a un ritmo mayor al de la inflación por primera vez desde marzo de 2021, revirtiendo una tendencia tóxica para el bolsillo de los norteamericanos, y las aspiraciones políticas del propio Biden.
Bidenomics in action: The U.S. is enjoying the strongest post-COVID recovery of any major economy in the world. pic.twitter.com/JKUuDanEaU
— Hillary Clinton (@HillaryClinton) July 12, 2023
“Nuestro progreso en la creación de empleos y la reducción de los costos para las familias no es un accidente, y continuaré luchando por costos más bajos para las familias todos los días. Me postulé para el cargo para hacer crecer la economía de la mitad hacia afuera y de abajo hacia arriba, no de arriba hacia abajo: eso es exactamente lo que estamos haciendo”, cerró el mandatario, reiterando una muletilla que inauguró en la campaña presidencial de 2020.
La solidez de los últimos datos que dejó la economía de Estados Unidos, la más grande del planeta, ha superado las expectativas del mercado. Ya sean los datos sobre el empleo, la producción industrial, el consumo o el mercado inmobiliario, o, ahora, la inflación, las estadísticas siguen ahuyentando los temores a una recesión, que ahora parecen estar más cerca de los pronósticos agoreros que de la realidad.
Pese a la realidad que pintan los números, varias encuestas muestran que el sentimiento de los norteamericanos apunta en otra dirección. El índice de Gallup que mide la confianza de la gente en la economía está por el piso, en un nivel similar al que se encontraba antes de la caída de Lehman Brothers en la crisis financiera global. Una encuesta reciente de la cadena de noticias NBC reveló que el 74% de los estadounidenses cree que el país va en el rumbo equivocado, y otro sondeo, de la agencia AP, indicó que solo uno de cada tres personas aprueba la gestión económica de Biden. La campaña de la Casa Blanca busca revertir esos números, aprovechando el impulso que aportan las estadísticas.