Elecciones 2023: Massa contra Bullrich y Milei, Cristina contra Macri y el Presidente “en gestión”, los roles de la campaña oficialista

El ministro de Economía y precandidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, quedó más que conforme con el acto, en la tarde del domingo en Salliqueló, del que además de la inauguración del gasoducto Néstor Kirchner el tigrense se llevó repetidos elogios, personales y de gestión, de boca de la vicepresidenta Cristina Kirchner.

“Con algún gesto de aprobación como este cada tanto, se sella el amor de Sergio con Cristina”, afirmaron desde la primera línea del Frente Renovador, confiados en que el respaldo de la vicepresidenta se sostendrá durante el mes que resta hasta las primarias del 13 de agosto. Con Massa apuntando de modo directo y estratégico a la dirigente de Pro Patricia Bullrich y al libertario Javier Milei e intentando debilitar de ese modo a Horacio Rodríguez Larreta, la vicepresidenta combinará estos de respaldo a la fórmula presidencial con duras críticas al expresidente Mauricio Macri, como lo exhibió ayer en su tenso intercambio por redes sociales.

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Desde la mesa de campaña que, de modo “radial”, ya define los lineamientos en estos días, afirman que el Massa de hoy, que combina “dos actos de ministro, uno de candidato”, se terminará en breve. “En cuanto se acuerde con el FMI, la semana que viene o la otra, Sergio estará más liberado y se meterá de lleno en plan candidato, para los últimos quince o veinte días”, explicaron con buenas dosis de optimismo desde esa mesa nacional, en la que sobresalen el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedo (también candidato a senador), el vicejefe de gabinete, Juan Manuel Olmos, el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, y el exministro y flamante asesor en el Ministerio de Economía Julián Domínguez.

La presencia de De Pedro, que será protagónica en lo que queda de la campaña, servirá para “asegurar” el voto cristinista duro a la fórmula que componen Massa y el jefe de gabinete Agustín Rossi, señalan desde la cocina del armado nacional, dónde prevén un acto “de campaña” hacia fines de esta semana. “Se van a ir haciendo de a poco, no hay clima de campaña”, contestan fuentes confiables del oficialismo. Massa y Rossi, más centrado en algunos territorios provinciales, tendrán agendas separadas aunque confluirán en algunos actos, mientras De Pedro también estará en actos de gestión “en clave electoral” porque “Sergio necesita que él y su sector estén muy presentes”, aseguró un armador oficialista.

La vicepresidenta, que en Salliqueló agradeció a Massa “porque no arrugaste y vas para adelante siempre” y no mencionó una sola vez al presidente Alberto Fernández, sentado a su lado, utilizó parte de aquel discurso en cuestionar la participación de Cambiemos en la construcción del gasoducto, y en especial apuntó a Macri, a quien acusó de “traer” al FMI como parte del colectivo de empresarios. La respuesta del ex presidente, que incluso le pidió a Cristina que “no se meta” con su madre Alicia Blanco Villegas, motivó otra andanada de tuits de la vicepresidenta, en una escalada que promete tener continuidad.

“Cristina está cómoda, siente que Sergio fue finalmente una buena opción y va a estar acompañando”, interpreta otro dirigente que participa de la definición de la campaña, y niega-como agregan en el kirchnerismo duro-que sea “necesario” que la vicepresidenta explicite su apoyo para convencer a un sector de sus leales, que aún no digiere el “consenso” mayoritario en torno a Massa y oscila entre apoyar la candidatura de Juan Grabois.

Sin entusiasmo desmedido -los números generales manejan una ventaja de Juntos por el Cambio sumando la intención de voto de Patricia Bullrich y la de Horacio Rodríguez Larreta- desde el Frente Renovador sostienen que los “palos” a la ministra de Seguridad y el candidato libertario se repetirán. “Pegarle al ala dura deja más claras las cosas”, contestan cerca del ministro de Economía, y sugieren que la polarización dejaría relegado a Rodríguez Larreta, a quien esta situación “obliga a extremar su discurso, ser lo que no es, y así desperfilarse”.

En las últimas apariciones mediáticas, a Massa se lo vio más cómodo criticando a Bullrich que a Rodríguez Larreta, a quien conoce desde hace treinta años y con quien siempre tuvo un vínculo fluido. “Larreta y Bullrich forman parte del mismo partido político”, dijo el tigrense, ayer, a radio 10.

¿Y Alberto Fernández? Desde el oficialismo creen que su rol, de aquí en más, será el de encarnar “la gestión”, con una “agenda más de Presidente” que de impulsor de las candidaturas. Por lo pronto, el primer mandatario partirá, con una comitiva reducida, el domingo rumbo a Bruselas para participar de la cumbre de presidentes Celac-Unión Europea, con regreso previsto para el miércoles. Y en su agenda para los meses finales de su mandato también aparecen la reunión del G-20, en la India, a principios de septiembre, y la Asamblea General de la ONU, a mediados del mismo mes, en New York.

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