LONDRES.- La llegada del presidente Joe Biden a Gran Bretaña, que aterrizó en Londres esta mañana para visitar al primer ministro Rishi Sunak y al Rey Carlos III, mostró una imagen de coordinación entre ambos países, que venían teniendo divergencias con respecto a sus estrategias sobre Ucrania.
Por la mañana, Biden visitó la residencia del primer ministro en Downing Street y al salir declaró que su relación se mantiene “sólida como una roca”.
Durante la reunión, que duró unos 45 minutos, conversaron principalmente sobre la invasión rusa a Ucrania, dos días después de que Washington prometiera suministrar bombas de racimo a Kiev, una decisión a la que Gran Bretaña se mantuvo distante.
El vocero del primer ministro aclaró que los dos líderes hablaron sobre la oposición británica frente al uso de bombas de racimo.
“Lo primero que hay que decir es que ésta fue una decisión difícil para Estados Unidos, impuesta por la guerra de agresión rusa”, declaró el vocero de Sunak, Max Blain. “Como dijo el primer ministro el fin de semana, Gran Bretaña es signataria de la convención sobre bombas de racimo. Hablaron de los compromisos que Gran Bretaña tiene bajo esa convención, tanto en cuanto a no producir ni usar bombas de racimos como a desalentar su uso”.
Biden reconoció que enviar esas bombas fue una “decisión difícil”, pero destacó que los ucranianos se están quedando sin municiones y que las armas son necesarias para que puedan seguir defendiéndose de los invasores rusos.
Además, Sunak sigue sin lograr el tan anhelado acuerdo de libre comercio con Estados Unidos que esperaba obtener tras el Brexit -efectivo desde 2021- para paliar la pérdida de ventajas comerciales con la Unión Europea, hasta entonces su principal socio comercial.
“Tenemos mucho de qué hablar. Creo que lo estamos haciendo bien. Avanzamos de forma positiva. Pero nuestra relación es sólida como una roca”, afirmó el presidente estadounidense, antes de trasladarse a Windsor para encontrarse con el rey Carlos III.
El monarca, de 74 años, lo recibió en el exterior del centenario castillo donde tomaron el té y mantuvieron una reunión de una hora y media, centrada en cuestiones climáticas y en la organización de un foro basado en alentar a las compañías privadas para que emprendan más esfuerzos de energía limpia, específicamente en economías en desarrollo.
“Relación Especial”
La visita buscó reforzar la llamada “relación especial” entre Estados Unidos y Gran Bretaña.
“El presidente tiene un enorme respeto por el compromiso del rey en la cuestión climática en particular, donde ha sido una voz clara y más que eso, ha sido un actor, alguien que ha movilizado acciones y esfuerzo”, dijo Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional, en el Air Force One mientras Biden viajaba a Londres. “De modo que el presidente llega con una buena voluntad enorme”, agregó.
Fue el primer encuentro de Biden con Carlos III desde su coronación en mayo, a la que el presidente estadounidense no asistió. En vez, envió a la primera dama, Jill Biden y prometió a través de una llamada telefónica que haría una visita pronto.
La visita se realizó antes de viajar a Lituania donde se llevará a cabo este martes y miércoles la cumbre de la OTAN.
Discusiones en torno al ingreso de Ucrania en la OTAN
Luego de su visita a Gran Bretaña, Biden aterrizó en Vilna y fue recibido por el presidente lituano, Gitanas Nauseda.
Los líderes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se reúnen mañana y el miércoles con la guerra en Ucrania como telón de fondo y otras tensiones diplomáticas, como la eventual entrada de Suecia en la alianza, para la cual Turquía puso como condición su ingreso a la Unión Europea (UE).
Sobre la candidatura de Ucrania para integrarse a la OTAN, Estados Unidos y Reino Unido mantienen sus desacuerdos.
Según el portavoz del primer ministro, ambos países desean apoyar a Ucrania en su camino hacia la unión con la Alianza, aunque los mecanismos específicos para hacerlo aún están en discusión: existen preocupaciones de que la incorporación de Ucrania durante el conflicto en curso pudiera activar el artículo 5 y conducir a un enfrentamiento directo entre Rusia y la OTAN. Por eso, tanto Sunak como Biden aceptaron que esto no ocurrirá mientras dure la invasión rusa.
“Estaríamos en guerra con Rusia si ese fuera el caso”, afirmó Biden a su llegada el domingo por la noche a Londres, recordando que según las reglas de la alianza militar sus miembros deben intervenir si uno de ellos es atacado.
Sin embargo, un responsable occidental que pidió el anonimato aseguró el lunes a AFP que la OTAN está dispuesta a levantar un importante obstáculo a la entrada de Ucrania en la alianza, el denominado Plan de Acción para la Adhesión, como reconocimiento de sus “progresos” aunque el país deberá realizar más reformas antes de su integración, precisó.
Para el presidente ucraniano Volodimir Zelensky, la protección de la Alianza Atlántica es crucial para disuadir a Rusia de lanzar nuevas ofensivas, y reclama que la organización liderada por Estados Unidos establezca una hoja de ruta clara.
Luego de su estadía en Lituania, Biden viajará a Finlandia -país fronterizo con Rusia- que ingresó en la OTAN el pasado 4 de abril.
Agencias AFP y AP