En medio de un año electoral, el campo tiene el gran desafío de seguir liderando el crecimiento del país. En este escenario, ADBlick Agro, Argensun y el Centro de Agronegocios de la Universidad Austral organizaron el encuentro Argentina Visión 2040 donde referentes del sector hablaron del lugar que debe ocupar la actividad hacia ese futuro.
Tras la presentación de José Demicheli, director general de ADBlick Agro; Bernardo Piazzardi, director ejecutivo de la Maestría de Negocios del Centro de Agronegocios de la Universidad Austral, se preguntó en voz alta por qué con tantas ventajas comparativas que tiene el sector estas no se convierten en competitivas.
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“Competitividad tranqueras adentro estamos 10 puntos, pero tranqueras afuera es el desafío: es salir de su zona de confort y dar un paso adelante para liderar. Este paso ya lo están dando Brasil y Uruguay, pero en la Argentina todavía es un signo de interrogación, hasta no se sabe si se quiere hacer como país. Es ahí donde nace una demanda hacia nosotros”, señaló.
En este contexto, dijo que el Gobierno, que está en la punta de la pirámide, no hace mucho. Y quienes están en condiciones de cambiar las realidades tampoco lo hacen o lo hacen tarde.
“¿Dónde queremos laburar en esta pirámide? Porque si la sociedad está más interesada, informada e involucrada, la decisión que se tomará será menos elitista. Por eso, si queremos desarrollar, podríamos levantar la mano y decir deberíamos ir para tal lugar”, expresó.
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En una comparación dijo: “Para que la Ferrari (el sector) no vaya por la banquina o por los baches sino por una autopista, debemos participar en las decisiones. Si no siempre entramos a jugar cuando aparecen las alternativas de solución y ahí ya es tarde ¿Te quedás en la zona cómoda, durmiendo la siesta o vas a hacer algo respecto de esto?”, añadió.
Con un ejemplo de compromiso e involucramiento, contó el caso de unos productores del estado norteamericano de Indiana que tienen un campo de 2000 hectáreas, con 1500 hectáreas de soja y 500 de tomates. “Llegamos un día y estaban dos mujeres a cargo de 60 personas que recogían tomates. Les pregunté dónde estaban sus maridos y contaron que ellos estaban discutiendo con el gobernador porque cada vez que sale un camión de soja o maiz le retienen el uno por mil y de ese uno por mil, la mitad se lo queda de estado de Indiana y la mitad vuelve al condado. ‘Nosotros estamos haciendo influencia para que vuelva para renovar toda las computadoras del colegio de la zona’, me dijeron. Ese es el rumbo. Lo lindo es que ya hay casos en la Argentina, donde esto funcionó, donde desde abajo hacia arriba se involucraron los actores y lograron dar vueltas una situación de simplemente comparativa a competitiva, como es el sector vitivinícola”, aseguró.
El camino
En esa línea, Pablo Tamburo, CEO Argensun, habló que en una Argentina compleja ese camino debe partir desde el corazón de las organizaciones hacia el exterior. Para esto hay conceptos básicos para tener la perseverancia del objetivo a alcanzar que son claridad, sabiduría y fortaleza.
“Pero, además, se debe sumar la fuerza de la motivación de los otros y sobre todo la automotivación. Así deben funcionar las cosas en nuestras organizaciones. Nosotros como líderes de las organizaciones tenemos que transmitir claridad, sabiduría y fortaleza, pero sin duda estos tres conceptos se multiplican si además generamos motivación para que nuestros líderes sean perseverantes ante los obstáculos que se le van a presentar”.
“Estamos en una Argentina donde todos los días las personas y las empresas se enfrentan con unas ineficiencias estructurales enormes. Nosotros, como líderes, tenemos que tener el nivel de automotivación para poder estar firme pero sobre todo tenemos que transmitir, apoyar y motivar a quienes tienen que estar a la altura de circunstancias que, además, tienen que motivar al siguiente eslabón de la cadena”, remarcó.
En este sentido, Tamburo dijo que la motivación es de vital importancia para las compañías: “Sabemos que las empresas tienen estrategias, pero estos conceptos forman parte de la cultura de una empresa y una empresa sin cultura no creo que tenga una estrategia positiva. Les aseguro que si aplicamos estos conceptos nuestras organizaciones van a estar en un lugar mucho mejor”.
Por su parte, Demicheli expresó: “Queremos sacarlos de su zona de confort para que puedan cumplir una función de liderazgo en todos sus ámbitos, sus familias, empresas. Cuando lideramos, acompañamos a las personas en cambios que son difíciles, y encontramos resistencias. Tenemos que aprender a manejar los conflictos, a motorizar el sistema, sin que implosione”.
“En una sociedad hay múltiples actores que quieren maximizar su función, sus intereses, la solución a los problemas que hoy se nos presentan es incierta. El trabajo en equipo nos lleva a la cocreación. Aun así conviene asumir el desafío de liderar. Es esa la manera en la que impactamos en nuestros equipos. Cada uno tiene un don, sería una picardía que lo desperdiciemos por no animarnos a ejercer el liderazgo. Es mas difícil ser amables, que ser inteligentes. Ser amables es una elección. Superar los conflictos, de nosotros depende”.