El obispo de San Isidro y presidente del Episcopado, monseñor Oscar Ojea, reflexionó sobre el clima de tensión y violencia que rodea el escenario político y social y lamentó la tendencia a “escuchar solamente aquello que confirma lo que pensamos y lo que sentimos”.
Al ratificar la convocatoria de los obispos para celebrar este fin de semana una misa por la patria y una oración por la paz y la justicia en todas las parroquias del país, insistió en la necesidad de “escuchar al que no piensa como yo y no siente como yo”.
Massa-Rossi: la peor derrota de Cristina Kirchner
“Escuchamos solamente lo que queremos escuchar. Lo demás lo excluimos y en forma violenta”, dijo, en referencia a la conmoción provocada en la provincia de Chaco por la desaparición de la joven Cecilia Strzyzowski y los incidentes ocurridos en los últimos días en Jujuy, en momentos, además, en que las fuerzas políticas extreman la tensión, en las horas previas a la definición de las listas que competirán en las próximas elecciones.
“Hemos escuchado en la última semana palabras con tanta violencia, palabras que no ayudan. La violencia comienza en el corazón del hombre, continúa a través de las palabras y las expresiones y después pasa a la acción”, advirtió el obispo Ojea.
En su reflexión, el titular del Episcopado expresó que “con las circunstancias que hemos vivido estos últimos días en nuestro país, tenemos que reflexionar sobre este miedo que tenemos a escuchar de verdad al que no piensa como yo, ni siente como yo. Tenemos miedo de escuchar; solamente escuchamos aquello que confirma lo que pensamos, lo que sentimos y nos deja absolutamente anclados en el pensamiento emocional”.
Afirmó que “la actitud de escucha es lo que precede necesariamente al diálogo y supone un aprendizaje, una mínima confianza en aquel a quien estoy haciendo lugar” y animó a “intentar crear ámbitos de escucha nuevos entre nosotros, de escucha auténtica y cercana”.
