Desde hace tiempo que el precandidato a presidente Javier Milei manifiesta su rechazo a la creencia del calentamiento global. Durante la campaña a diputado nacional ya había dicho que “no existe”. Hace unas semanas, el líder de la Libertad Avanza volvió a referirse al tema luego de criticar también la educación sexual integral y dijo: “Es un ataque directo contra la familia, que en realidad está vinculado con otras cosas, como toda la discusión del ecologismo. Ahí también aparecen otros problemas, ya que quieren exterminar la población en función de que cuidemos al planeta, a punto tal de eliminar a los seres humanos”.
Esta afirmación fue criticada hoy por referentes del sector energético, durante la presentación del libro La transición energética, escrito por Nicolás Gadano, Gerardo Rabinovich y Luciano Caratori. En el texto, los autores entrevistan a 19 referentes de energía en la Argentina para preguntarles cómo debe adaptarse el país para reducir y mitigar las emisiones de carbono, en un contexto en el cual el 40% de la población es considerado pobre y no hay acceso al financiamiento externo.
“Escuché a un dirigente candidato presidencial, que supuestamente representa un tercio de nuestro electorado, decir que ‘en esta discusión del ecologismo quieren exterminar a la población’. Lo menciono porque en nuestras entrevistas nadie dijo algo así, nadie se animó a decir algo así ni de cerca”, dijo Gadano, referente de las cuestiones energéticas dentro de la Fundación Pensar, que lidera el exministro de Economía Hernán Lacunza.
“Hoy tenemos una voz política importante que está diciendo esto. Afortunadamente, entre la gente que entrevistamos, que por supuesto es mucho más educada, mucho más conectada con el mundo y con la realidad de la energía local e internacional, nadie dijo algo así”, agregó, en el evento organizado por el Centro para la Evaluación de Políticas basadas en la Evidencia (CEPE) de la Universidad Di Tella.
En la misma línea estuvo Daniel Montamat, exsecretario de Energía y presidente de YPF, que dijo que, si bien el “negacionismo climático está en repliegue, no hay que subestimarlo”, y se refirió a Milei tácitamente, pero también a otros líderes internacionales que rechazan la creencia del cambio climático y fueron elegidos presidentes. “Hay un candidato [en la Argentina] que lo niega. Pero el expresidente Donald Trump también lo niega y puede volver a ser presidente de los Estados Unidos. El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro también lo niega. En el libro [de Gadano] no hay negacionismo de ninguno de los entrevistados, pero sí hay escepticismo en algunos”, agregó.
Fernando Navajas, economista jefe de FIEL, por su parte, dijo que falta una línea de acciones para recorrer la transición energética y agregó con picardía: “No es solo el 30% del electorado, es más, porque hay un grupito en donde estás vos [hablándole a Gadano, que es parte de Juntos por el Cambio] que son parientes y ves la actitud que tienen con respecto al cambio climático”.
Navajas además criticó al pasar a Milei por su propuesta de la dolarización de la economía. “La forma en la cual uno debería evaluar la calidad de las propuestas o de los programas económicos es en qué tiempo piensan y cómo van a ser para que se reduzca el riesgo país de la Argentina. Eso desnuda muchas cosas, sobre todo estas cosas berretas de la dolarización. Cuando vienen y te presentan como ejemplo un país que tiene dolarización y tiene dos dígitos de riesgo país, pienso que es un chiste, porque con esa tasa no hay financiamiento y no te podés desarrollar”, dijo el economista, en referencia a Ecuador, que tiene un riesgo país de 1875 puntos, el tercero más alto de la región después de Venezuela y la Argentina.
Navajas explicó que la transición energética demandará cambios importantes que necesitan inversión y financiamiento. Por eso, es necesario una “cuantiosa entrada de capital, que solo es posible con un riesgo país más cercano a 200 puntos”.
Jorge Lapeña, presidente del Instituto Argentino de Energía “General Mosconi”, también señaló que hay mucho negacionismo en el mundo, como sucedió en un primer momento con las empresas tabacaleras, que rechazaban que fumar producía cáncer. “Mucho tiempo pasaron identificando al tabaco con el deporte, por ejemplo, con publicidad en los autos de carreras. Ahora no va más eso, uno puede fumar, pero hay un cartel que dice ‘ojo que produce cáncer’. Han cambiado los tiempos. Esto está presente y hay que tener en cuenta que va a haber una gran resistencia respecto a la idea de que hay muchas transiciones”, dijo el exsecretario de Energía.
Ideas para acelerar la transición energética
Entre las propuestas que mencionaron los especialistas para acelerar la transición energética, Navajas mencionó que primero se deben modificar la legislación nacional de hidrocarburos y de energía eléctrica para adaptarla. “Se tiene que hacer una reactualización de toda la legislación institucional vinculada con el sistema energético para adaptarla a la transición energética. ¿Cómo podemos discutir transición energética, si tenemos escrita la ley de Hidrocarburos, la ley de Gas y la ley de Electricidad y no hay nada de energía distribuida? Esas tres leyes tienen que ser readaptadas al nuevo contexto”, aconsejó.
En la misma línea, propuso también unificar los entes nacionales reguladores del gas y de la electricidad, Enargas y ENRE, que tienen entre 400 y 700 empleados, cada uno. “Hay que ir a una unificación de los entes, a un entendimiento del nuevo ente regulatorio, con nuevo edificio y mismos equipos adaptados a una estrategia clara”, dijo el economista de FIEL.
Gadano, por su parte, volvió a ratificar que entre todos los referentes entrevistados hay una convicción unánime “de que la transición es un proceso inexorable, que no es circunstancial y que después va a desaparecer”. Luego indicó que, “si bien en el mundo, la seguridad y el aprovisionamiento empiezan a jugar con el tema de la transición, igualmente la transición es un fenómeno que va para adelante”.
“Tengo que decir que no todos los entrevistados tienen la misma convicción con respecto al cambio climático o los orígenes, hay manifestaciones de algunas dudas, pero de todos modos, todos entienden que es un proceso que hay que aceptar, que hay que entender que la Argentina lo tiene que trabajar y no rechazar o tener una posición refractaria”, agregó Gadano.