ATENAS.- “Todavía no tenemos toda la información sobre lo que pasó, pero parece ser una de las mayores tragedias del Mediterráneo”, afirmó este viernes la Comisaria de Asuntos Internos de la Unión Europea (UE), Ylva Johansson, al ser consultada sobre el naufragio de un barco con migrantes frente a las costas griegas, en el Mar Egeo, en el que murieron por lo menos 78 personas.
La búsqueda de sobrevivientes del naufragio prosigue este viernes, según las autoridades, pero la posibilidad de hallar personas con vida “se reduce”, más de dos días después de la tragedia.
”Las esperanzas de encontrar supervivientes se reducen minuto a minuto tras este trágico naufragio, pero la búsqueda debe continuar”, dijo Stella Nanou, vocera del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) en Grecia. Los guardacostas griegos encontraron el miércoles 78 cuerpos en el mar, horas después de que un barco pesquero vetusto y sobrecargado se hundiera a casi 90 kilómetros de Pilos, en la península del Peloponeso, según el balance oficial.
Fueron rescatadas 104 personas y trasladadas al puerto de Kalamata, en el sur de Grecia. “Es posible que sean hasta 600 los muertos”, unos 100 de ellos niños, señaló Manolis Makaris, uno de los médicos que recibió a sobrevivientes en el hospital de esa ciudad, en base a testimonios de los migrantes que asistió.
La mayor tragedia migratoria, según registros oficiales ocurrió el 19 de abril de 2015, cuando la Fiscalía italiana anunció que habían desaparecido alrededor de 850 personas en aguas cerca de Sicilia cuando intentaban alcanzar la costa europea. La cifra exacta nunca se pudo determinar. Apenas una semana antes, el 13 de abril, habían desaparecido otras 400 personas al zozobrar su embarcación frente a las costas de Libia.
“Según imágenes difundidas por las autoridades y varios testigos entre los rescatados, cientos de personas iban a bordo”, explicó Nanou. Las operaciones de búsqueda en la zona del siniestro continuaron toda la noche. ”Actualmente una fragata y un helicóptero de la Marina están en el lugar y tres barcos participan en la búsqueda”, dijo una vocera de los guardacostas.
La policía detuvo a nueve egipcios, de entre 20 y 40 años, presuntos traficantes de personas, según una fuente judicial. Estos hombres, que se encontraban entre los rescatados, fueron llevados el viernes ante la fiscalía de Kalamata y comparecerán el lunes ante un juez de instrucción. Están acusados de “tráfico de seres humanos”, según esta fuente.
“Los traficantes que suben a estas personas a estos barcos no las envían a Europa, las envían a la muerte. Es absolutamente necesario evitarlo”, advirtió Johansson.
La funcionaria europea dijo que desde principios de este año se detectó “un nuevo modus operandi” de los traficantes, con “la salida de estos buques pesqueros de la parte oriental de Libia que aumentó en un 600%”.
Johansson pidió “luchar contra estos traficantes de varias maneras, a través de investigaciones policiales y de inteligencia conjuntas entre los países de origen, tránsito y destino”.
La funcionaria advirtió que la UE no puede “ignorar por completo cualquier contacto con la guardia costera libia, incluso si los resultados del último informe” de Acnur sobre los vínculos entre las autoridades libias y los traficantes “son muy preocupantes”.
Reclamo de medidas urgentes
Por su parte, agencias de la ONU subrayaron este viernes que el deber de socorrer a las personas en peligro en el mar es una regla fundamental, “independientemente de su nacionalidad, estado o circunstancias, incluso en buques no aptos para navegar, y de las intenciones de los que se encuentran a bordo”.
Así sostiene una declaración conjunta, publicada hoy en Ginebra, de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y Acnur, que piden medidas urgentes y decisivas para evitar más muertes en el mar.
Para las dos agencias humanitarias, “la búsqueda y el salvamento en el mar son un imperativo jurídico y humanitario” y el “deber de rescatar sin demora a las personas en peligro en el mar es una norma fundamental del derecho marítimo internacional”.
“Está claro que el enfoque actual del Mediterráneo es impracticable. Año tras año sigue siendo la ruta migratoria más peligrosa del mundo, con la mayor tasa de mortalidad”, detalló Federico Soda, director del Departamento de Emergencias de la OIM.
Según los datos del Proyecto Migrantes Desaparecidos de la OIM son casi 27.000 los migrantes desaparecidos en el Mediterráneo desde 2014. En lo que va del año, hasta el momento murieron allí 1039 migrantes.
Por su parte, el papa Francisco se refirió hoy a su dolor ante la tragedia del Mar Egeo al dejar el hospital Gemelli donde estuvo internado para sometere a una cirugía.
“Siento mucho dolor por la muerte de migrantes, incluidos muchos niños, en el naufragio ocurrido en el Mar Egeo. Debemos hacer todo lo posible para que los migrantes que huyen de la guerra y la pobreza no encuentren su muerte buscando un futuro de esperanza”, afirmó el Papa.
Agencias AFP, ANSA y AP