La tensa disputa voto a voto por el control de San Miguel de Tucumán, que enfrenta al Frente de Todos con Juntos por el Cambio, está cerca de definirse con el recuento del escrutinio definitivo y la revisión de 204 mesas. La candidata del PJ, Rossana Chahla, estiró la ventaja parcial de 1999 votos sobre Beatriz Ávila y se encamina a ser la próxima intendenta de la capital provincial, hasta hoy el bastión más importante de la oposición y que está en manos de Germán Alfaro.
Si bien aún falta mesas por revisar, fuentes de ambas fuerzas políticas y de la Junta Electoral adelantaron a LA NACION que Chahla se impondría por un margen de entre 3500 y 5000 votos. Después de tres días de recuento manual y revisión de planillas, el desenlace se conocería mañana.
Si finalmente gana Chahla, sería un duro golpe para Juntos por el Cambio ya que perdería el control de la capital y su poder se reduciría a tres intendencias sobre 19. Quedarían solo en manos de la oposición: Concepción, Bella Vista y Yerba Buena. El peronismo gobernó por última vez la intendencia de San Miguel de Tucumán en 2015, cuando estuvo Domingo Amaya, un peronista que hoy es aliado de Alfaro y Juntos por el Cambio.
“Ya me siento intendenta de San Miguel de Tucumán. Vamos a transformar la ciudad”, dijo Chahla hoy en declaraciones al diario local La Gaceta. Chahla es actualmente diputada nacional y exministra de Salud de la provincia. Si se confirma su triunfo dejará una vacante en Diputados que sería cubierta por Elia Fernández de Mansilla, intendenta saliente del municipio de Aguilares y esposa del presidente subrogante de la Legislatura tucumana, Sergio Mansilla.
Ávila espera con cautela y en su búnker no reconocen aún la derrota, aunque el ánimo no es el mismo que el del lunes pasado. Ávila es senadora nacional y se postuló para suceder en la intendencia a su esposo, Germán Alfaro, que fue candidato a vicegobernador en fórmula con el radical Roberto Sánchez. Ambos recibieron el apoyo en persona de Horacio Rodríguez Larreta, mientras que Patricia Bullrich envió a Tucumán a Hernán Lombardi.
Una clave de la posible derrota de Ávila fue el corte de boleta. Según el escrutinio provisorio a partir del 84% de las mesas procesadas, obtuvo 11.018 votos menos que la fórmula a gobernador Roberto Sánchez-Alfaro. Esto se explica en que hubo votantes de Juntos por el Cambio que no olvidaron su postura camaleónica en 2019, cuando dejó el bloque para alinearse con el kirchnerismo tras la caída de Macri, que la había acusado por “traición”.
La pulseada por la capital se define voto a voto a través del escrutinio definitivo porque en la madrugada del lunes el sistema tuvo fallas y se frenó el conteo a las 3 de la mañana, cuando Chahla superaba a Ávila por apenas 1999 votos, menos de un punto de ventaja. La empresa Magic Software Argentina (MSA), contratista del servicio de logística electoral, reconoció haber tenido una falla técnica en la página web en ciertas categorías electorales y quedó en la mira ante el escándalo por la indefinición.