El rechazo del intendente de Chivilcoy, Guillermo Britos, al ofrecimiento que le hizo Javier Milei para convertirse en el candidato a gobernador bonaerense de La Libertad Avanza, abrió una incógnita de proporciones en el armado provincial de los libertarios. Con la fecha del cierre de listas acercándose a pasos agigantados, en el espacio del economista se encuentran ante un dilema: darle ese puesto clave a un outsider o, por el contrario, ofrecérselo a una figura capaz de fidelizar lo construido hasta el momento en el principal distrito del país.
El reloj corre y todas las miradas se posan sobre Sebastián Pareja. Se trata, ni más ni menos, del armador de la estructura libertaria en la provincia de Buenos Aires y en quien, desde comienzos de 2022, Milei delegó la responsabilidad de tejer los nexos territoriales necesarios para que La Libertad Avanza cuente con candidatos propios en cada uno de los municipios de las ocho secciones electorales bonaerenses. Un objetivo ambicioso que las fallidas negociaciones con Britos parecen haber puesto en duda.
Sin embargo, según pudo saber LA NACION, el dirigente que supo ser aliado de Emilio Monzó no estuvo involucrado directamente en el acercamiento de Milei con el excomisario Britos. Como buen soldado de la causa, y sin poner objeciones al respecto, Pareja se limitó a aceptar la propuesta que le llegó de boca del mismísimo Milei. Ahora, una vez caída esa virtual candidatura, su rol vuelve a cobrar peso en la recta final hacia el 24 de junio.
“En lo personal, entiendo que antes que llevar como candidato a gobernador a alguien proveniente de la vida política pública, prefiero, por lejos, ir con algún candidato propio, ignoto para la generalidad, pero que represente fielmente el equipo que se conformó en la provincia de Buenos Aires y que se quede a futuro haciendo camino”, le decía Pareja a la radio local FM Ciudad 90.7, en una entrevista que le realizaran a finales de abril.
En ese momento, el coequiper del armador nacional, Carlos Kikuchi, se mostraba a favor de encontrar una figura que represente “un faro” a largo plazo para el espacio, y así evitar “rifar” la candidatura a gobernador libertaria “con cualquier nombre conocido, que no nos aporta ni estructura, ni votos, ni prestigio, y que, en octubre, si pierde la gobernación, esté trabajando para el gobierno de turno”.
¿Cuáles fueron entonces los motivos por los que, tras dos semanas de idas y vueltas, el intendente de Chivilcoy no tomó la posta que se le tendió desde La Libertad Avanza? ¿Acaso no cumplía con aquellos requisitos enumerados por Pareja? Una respuesta tentativa la dio Britos el fin de semana pasado en diálogo exclusivo con LA NACION, cuando dijo que todavía restaban por definirse cuestiones de logística que, a su entender, resultaban claves para cualquier fuerza que busque hacerse con el poder bonaerense.
“Una campaña a gobernador exige un montón de cosas con las que uno tiene que estar seguro de contar”, advirtió, contundente, el dirigente vecinalista ante este diario, para después hablar de la necesidad de que se le garanticen “referentes en cada lugar” de la provincia y la suficiente movilidad para, cuanto menos, “estar el mismo día en varios distritos del conurbano”. En otras palabras, una estructura territorial sólida y financiamiento. Ayer, en cambio, durante una conferencia de prensa, Britos apuntó que esos requisitos “estaban arreglados”, pero que su negativa se basó en no querer dejar su localidad. “Priorizo mi municipio. No puedo dejar tres meses de gestionar para hacer campaña”, sentenció.
Lo cierto es que fue el propio Milei quien dio cuenta de aquellas falencias expuestas por Britos, que hoy parecen acechar al armado libertario bonaerense. “Acoplar estructuras en el tramo final, pese a la buena voluntad de las dos partes, a veces no es factible”, apuntó ante LA NACION el dirigente libertario, en referencia a esas tratativas que no pudieron llegar a buen puerto. Este sábado, el líder de La Libertad Avanza recorrerá La Matanza junto David Adrián “El Dipy” Martínez, su candidato a intendente en ese distrito del conurbano. En medio de la incertidumbre, todo indica que no será una cita más.