Inicialmente, la ley sobre la ejecución de la pena de trabajos forzados del 30 de mayo de 1854, conocida como ley de transportación, tenía tres objetivos: permitir a la metrópolis librarse de los condenados a trabajos forzados; proveer a la colonia de mano de obra poco onerosa a fin de permitir su crecimiento económico; y permitir a los prisioneros con más mérito volverse colonos una vez liberados.
Pero en los hechos, los presidiarios fueron esencialmente sometidos a trabajos forzados y la Guyana Francesa no aprovechó la implantación de este presidio en su suelo ni económicamente ni demográficamente.
Fotos: Jody Amiet / AFP
Edición fotográfica: Fernanda Corbani