En medio de la siembra de trigo que ya se encuentra en marcha, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) proyectó hoy en 5,6 millones de hectáreas la implantación del cereal, un 5% menos respecto del ciclo agrícola pasado que estuvo marcado por la sequía. Según la entidad, podría haberse registrado una merma de hasta un millón de hectáreas versus la campaña 2021/2022, pero las lluvias de las últimas semanas frenaron un mayor desplome.
Sobre el límite y contra las estadísticas, las lluvias del final de mayo salvaron la siembra de trigo. Por la falta de agua, la siembra de trigo argentina 2023/24 pudo haber estado entre las más bajas de la década. El déficit que arrastraba la región pampeana por la sequía argentina y la situación del otoño trazaban un escenario de siembra casi tan seco como el 2009. Pero el evento de precipitaciones de mayo dejó acumulados que duplicaron y hasta triplicaron las medias mensuales en el este, dejando atrás escenarios de siembra que recortaban 1 millón de hectáreas y más aún”, precisó la BCR.
Por otra parte, como dato destacado, la Bolsa de Comercio de Rosario volvió a realizar una poda de la cosecha de soja para dejarla en 20,5 millones de toneladas de la oleaginosa. “Con el 96% de avance de cosecha, llega el final de una campaña extremadamente mala. Y siguen los ajustes negativos en soja: de mayo a junio cae otro millón de toneladas la producción. De esta manera habrá un 58% menos de soja de lo que se esperaba producir a principios de la campaña”, remarcó la entidad.
De mayo a junio, el rinde nacional de la soja cayó por debajo de los 17 quintales por hectárea (qq/ha), con 16,6 qq/ha, el nivel más bajo de los últimos 15 años. Con una pérdida de área estimada en 3,654 millones de hectáreas, y un área sembrada de 16 millones de hectáreas, la producción estimada en junio fue de 20,5 millones de toneladas.
Cosecha de trigo
En tanto, en trigo la BCR informó que el país podría alcanzar una producción de 16,2 millones de toneladas. Esto si se considera un escenario productivo que contempla la no cosecha de 200.000 hectáreas y un rendimiento promedio de 30 quintales por hectárea, basado en un promedio aproximado de las últimas cinco campañas en la Argentina.
Según detalló, el avance de las labores de siembra a nivel nacional se encuentra en un 31%, mostrando un incremento de 4 puntos porcentuales en comparación con la siembra del año anterior (27%).
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Si bien, como se mencionó, el evento de precipitaciones de mayo cambió el escenario productivo del trigo y permitió recuperar las posibilidades de aumentar el área triguera en Entre Ríos, centro y este de Santa Fe, este y sobre todo sudeste bonaerense, el oeste agrícola no recibió un milimetraje significativo y “sigue seca”. El oeste de Buenos Aires, La Pampa y Córdoba son las áreas más comprometidas para cumplir con los planes trigueros.
El panorama más complejo lo sufre la provincia de Córdoba, que es la provincia que aporta un cuarto del trigo a nivel nacional. Según los datos aportados por la BCR, dejaría de sembrar unas 180.000 hectáreas en esta campaña, un 20,5% menos respecto del ciclo agrícola pasado. Pasaría de 880.000 a 700.000 hectáreas implantadas con el cultivo invernal.
“Los cordobeses señalan en las encuestas que este año no hay agua y que el riesgo es demasiado grande. Los porcentajes de caídas están entre un 10 a 60%”, indicaron en la entidad.
En segundo lugar está Buenos Aires, en donde el área con trigo caería 140.000 hectáreas, pasando de cultivar 2,54 a 2,40 millones de hectáreas. Es un 5,5% menos. También La Pampa es otra de las provincias que sufrirá un fuerte recorte este año: la siembra triguera caería casi un 27% respecto al ciclo pasado.
Por otro lado, este año se plantea la posibilidad de que un número significativo de hectáreas de cebada sean destinadas al cultivo de trigo, sobre todo en el bastión triguero, el sudoeste bonaerense, que larga con muy buenas condiciones hídricas para la campaña fina, explicaron.
Además, se espera que Entre Ríos tenga la oportunidad de una recuperación con el cultivo de trigo después de los resultados desfavorables en la temporada de cultivos de verano. Según los datos del sistema Siber de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, se sembraría este año un 11% más de trigo.
Sobre Santa Fe dijo: “Hace un mes se esperaba una caída contundente, pero hoy la siembra sería apenas mayor que la del año pasado”.
En cuanto a la tecnología a utilizar en esta temporada, la BCR indicó que se observa una fuerte tendencia hacia la reducción de la fertilización y la adopción de enfoques con dosis de nitrógeno y fósforo moderadas a bajas.
Campaña de Soja
Como se mencionó, en soja, entre mayo y junio el rendimiento promedio a nivel nacional cayó por debajo de los 17 quintales por hectárea, alcanzando los 16,6 quintales por hectárea, el nivel más bajo registrado en los últimos 15 años.
Según se detalló, los principales ajustes productivos en la oleaginosa se realizaron en las provincias de Entre Ríos, Córdoba y Santa Fe. En Entre Ríos se registró una disminución de 4,3 quintales por hectárea, de acuerdo a los datos proporcionados por el Siber de la Bolsa entrerriana. En el sur de Córdoba, los rendimientos retrocedieron otros 2,1 quintales por hectárea.
Santa Fe no escapó a esta tendencia: registró una pérdida adicional de un quintal debido a la severa sequía que ha afectado a la soja argentina.