La desconfianza y la tensión entre las principales figuras de la oposición se exacerbaron en las horas previas al cierre del plazo legal para presentar las alianzas ante la Justicia Electoral. Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta hablaron anoche para destrabar las negociaciones entre los apoderados de Pro, la UCR, la Coalición Cívica y el resto de los socios de Juntos por el Cambio (JxC) para inscribir el frente electoral ante el juzgado de María Servini y confirmar su intención de competir en las próximas elecciones presidenciales.
A último momento, Bullrich y Larreta, que ya habían conversado la semana pasada para acordar los términos del ingreso de José Luis Espert al conglomerado opositor, intervinieron en las tratativas para evitar que la discusión entre sus representantes por la letra chica del reglamento, que establece las reglas de juego para el proceso electoral y cómo se constituye la autoridad de la alianza -los órganos de gobierno y la junta electoral-, escale y desate un conflicto al filo del fin del plazo para inscribir el sello de Juntos por el Cambio en la Justicia. En ese intercambio telefónico, Bullrich y Larreta, rivales en la interna presidencial de Pro, buscaron despejar los resquemores y sellar un pacto de fair play. “Esto no se gana en el escritorio. Buena fe y a la cancha”, le transmitió la exministra de Seguridad, según indicaron fuentes al tanto de la charla.
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Ambos habían designado a sus representantes para que intervengan en la mesa de negociaciones con el resto de los integrantes de JxC. Por parte de Bullrich, quedaron Federico Angelini y Hernán Lombardi. En tanto, Larreta envió como emisarios a Claudio Romero y Eduardo Macchiavelli. El primer cortocircuito se produjo anoche por las diferencias en torno a la mayoría necesaria para que la Junta Electoral apruebe incorporaciones de extrapartidarios. ¿Unanimidad o mayoría agravada? Los representantes de Bullrich y Larreta desconfiaban mutuamente de una eventual maniobra intempestiva de sus oponentes al filo del cierre de listas. Los larretistas temían que la exministra intente un acuerdo con Javier Milei y los bullrichistas, que el alcalde intente a último momento incluir a Juan Schiaretti.
Finalmente, Bullrich y Larreta hablaron para sellar un pacto implícito de juego limpio e impedir que estalle el conflicto. Fijaron que la Junta Electoral tomará las decisiones por mayoría agravada. Además, la decisión de Schiaretti de inscribir su frente “Hacemos por nuestro país” para participar en las primarias del 13 de agosto, que estará integrado por peronistas no kirchneristas, el Partido Socialista, el Partido Demócrata Cristiano, el Partido Autonomista y otras fuerzas provinciales, disipó la amenaza de que Larreta y Gerardo Morales, jefe de la UCR, fuercen su ingreso a JxC.
Despejado los obstáculos por la letra chica del reglamento, los jefes de la coalición opositora tienen previsto firmar la constitución de la alianza en el Comité Nacional de la UCR. Allí estaban reunidos este mediodía los emisarios de Pro -Angelini y Macchiavelli- y las autoridades de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro y Juan Manuel López; la UCR -Morales y Mariano Genovesi-, y Encuentro Republicano Federal, de Miguel Ángel Pichetto. También estaban que Sergio Abrevaya (GEN), la fuerza de Margarita Stolbizer, y Espert, de Avanza Libertad, para revisar la documentación y posar para una foto.
Por ahora, JxC mantendrá la misma denominación y la paleta de colores que utilizó en los comicios de 2019 y 2021, pese a que Espert reclamaba incorporar la palabra “libertad” al nombre.
Bullrich prepara su “ejército”
Sorteada la crisis por el frustrado operativo para sumar a Schiaretti a JxC, que apalancaron Larreta y Morales, Bullrich se alista para la contienda con el jefe porteño. Ayer ratificó ante su equipo de campaña que presentará listas propias en casi todos los distritos del país -habrá excepciones, como Corrientes- para pelear con Larreta en todas las categorías. “Yo voy con mi ejército”, advirtió, después de que varios intendentes de Pro reflotaron los reclamos para evitar la competencia en los distritos gobernados por el partido amarillo.
Bullrich no confía en los jefes municipales que ya se jugaron por Larreta y su postulante a gobernador en Buenos Aires, Diego Santilli, por lo que promueve candidatos propios en distritos clave, como La Plata, San Isidro, Tigre y Tres de Febrero. Tras sumar a su equipo a los intendentes Mariano Barroso (9 de julio), Camilo Etchevarren (Dolores) y Eduardo Campana (General Villegas), la titular de Pro en uso de licencia prepara una reunión con su tropa bonaerense para exhibir musculatura en el territorio más influyente del país. Bullrich sabe que el armado en Buenos Aires era hasta hace poco su talón de Aquiles.
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Por eso, se jacta de haber equilibrado la cancha en la pulseada con Larreta y mejorado su posicionamiento en la provincia. Su jefe de campaña en ese terruño es Sebastián García de Luca, discípulo de Emilio Monzó. El sábado se garantizaron el respaldo de Cristian Ritondo, quien encabezará la boleta de diputados nacionales. Ahora, concluida la convención nacional del radicalismo, aguardan dar un nuevo golpe: cerrar un acuerdo con Maximiliano Abad, titular de la UCR bonaerense, para competir en las PASO. Abad, que conduce a la mayoría de los jefes municipales del radicalismo, suena como eventual compañero de fórmula de Néstor Grindetti, el postulante a gobernador de Bullrich. Hasta el momento, Abad se mantuvo neutral, pero avisó ante propios y extraños que definirá su postura en los próximos días. Fue uno de los dirigentes que reclamó una candidatura única a la gobernación para evitar una fragmentación que ponga en riesgo un triunfo de JxC en Buenos Aires.
Mientras tanto, Santilli y Larreta aceleran la construcción de candidatos propios en distritos donde los aliados de Bullrich no habilitan la “V” –es decir, compartir la boleta de la exministra-, como 9 de Julio, Azul y Pinamar. Por caso, el diputado y el jefe porteño lanzarán mañana a Natalia Colome, concejal de Podemos Azul, una fuerza vecinalista. Hoy, Santilli se reunió con sus colaborados más estrechos y postulantes a intendentes para discutir estrategia de campaña y el cierre de listas. A lo largo de la conversación, el exvicejefe de Larreta deslizó que podría ofrécele compartir la fórmula a Guillermo Montenegro (General Pueyrredón). Comentó que lo habló con él. Aún debe decidir si le dará ese casillero a un radical -suenan Martín Tetaz o Gustavo Posse- o un dirigente amarillo.