Caso Cecilia Strzyzoswki: los indicios que alimentan la hipótesis de que la joven fue asesinada y hubo un complot para ocultar el cuerpo

RESISTENCIA.- A Gloria Romero la desborda el dolor. “A mi chiquita la asesinaron. Yo creo que estuvo en el lugar equivocado en el momento equivocado”, dijo esta mañana, casi dos semanas después de la última vez que tuvo contacto con Cecilia Strzyzoswki, su hija de 28. No le quedan esperanzas. Solo quiere “que aparezca el cuerpo”.

La Justicia chaqueña se mueve en la misma dirección: el martes al expediente en el que se investiga lo que pasó le cambiaron la carátula de “desaparición de persona” a “presunto femicidio”. Desde el viernes están detenidos los suegros de Cecilia, Emerenciano Sena y Marcela Acuña, líderes piqueteros aliados del gobernador peronista Jorge Capitanich. Un día después cayó el hijo de ambos, César Sena, de 19 años, que estaba casado por civil con la víctima.

Los indicios de un crimen se acumulan en la causa y agravan la situación de la poderosa familia Sena con el paso de las horas.

La última imagen

Cecilia Strzyzoswki y César Sena vivían desde el año pasado con la tía abuela de ella, Mercedes Flores, en Barranqueras, en las afueras de Resistencia. El jueves 1 de junio, pasadas las 23, salieron juntos de allí en la camioneta Toyota Hilux blanca que manejaba el joven.

Pasaron apenas después de la medianoche por el bar que regenteaban en el centro de Resistencia, llamado El Gato Negro.

La última imagen de ella de la que se tiene conocimiento fue captada por una cámara de seguridad en la puerta de la casa del matrimonio Sena-Acuña, en Santa María de Oro 1460 (a 5 minutos de distancia en auto). Bajaba de la misma camioneta e ingresó en el domicilio.

La cámara nunca registró que saliera del lugar. Pero sí hay imágenes de Sena y de algunos de sus seguidores mientras ingresan bolsas en un vehículo que fue secuestrado.

Los mensajes telefónicos

La última comunicación de Cecilia fue con su hermana menor, Ángela (26 años). Le escribió pasada la 1 de la madrugada del viernes 2 para ratificarle que al día siguiente se iba con César Sena a Ushuaia, a donde tenían previsto mudarse en breve. Debían ir por tierra a Corrientes, donde tomarían un vuelo a Buenos Aires, se quedarían un día allí y después partirían hacia Tierra del Fuego. Iba a ser la primera vez que se subiera a un avión.

“¿Estás despierta? Nos estamos yendo pal sur y quería despedirme por si se cae el avión jeje”, fue el mensaje. Hay un breve intercambio que se interrumpe a las 2:40. Retoman el chat a las 7:42. Cecilia le cuenta el itinerario a su hermana y manda su último mensaje a a las 8:23. Menos de una hora después entraría a la casa de los Sena.

Nunca más respondió llamados ni mensajes. César Sena respondió varias veces comunicaciones de Gloria Romero. Primero le dijo que a Cecilia se le había roto el celular. A otros familiares que lo contactaron les dio versiones contradictorias. Que ya estaban en Ushuaia; que se habían peleado y ella se había ido con otro.

El lunes 5 por la noche policías de investigación fueron a la casa de Gloria y le avisaron que estaban investigando la desaparición de Cecilia: le dijeron que estaban actuando de oficio a partir de la denuncia de un testigo que vio movimientos raros en lo de los Sena.

La señal del celular de la joven se activó por última vez ese lunes, en una zona cercana al campo donde crían chanchos los Sena, en las afueras de Resistencia. También se desactivó el teléfono de César Sena.

Marcela Acuña le dijo a Magalí Fernández Leyes, una empleada de prensa de su organización, que se le había estropeado el teléfono y le pidió que quitara de la administración de la cuenta de Facebook un número en particular. La mujer se dio cuenta después de que era el contacto de Cecilia y lo denunció en una radio local, donde pidió protección policial para prestar declaración.

Las contradicciones de César Sena

El marido de Cecilia fue citado a declarar como testigo recién el jueves 8. Llegó rodeado de un ejército de militantes piqueteros de la agrupación de sus padres. Le hicieron un cordón en el ingreso a la comisaría y lo aplaudieron al pasar.

A los investigadores le llamó la atención la debilidad de su versión. No coincidían sus dichos con las imágenes que tenían de las cámaras de seguridad. Relató una discusión con Cecilia y que ella se había ido con destino desconocido para él. No dio una explicación convincente sobre unos rasguños que tenía en el cuello. Por presión de su madre, se postergó un peritaje médico que quisieron hacerle.

Al salir, lloró ante las cámaras de televisión. “Tengo miedo de que le pase algo”, dijo. Y afirmó que iba a presentarse ante los investigadores todas las veces que fuera necesario para colaborar y lograr “que aparezca”.

La sierra y los 6 millones de pesos

Al día siguiente de la declaración de César Sena, la Justicia ordenó allanar la casa a la que se vio entrar por última vez a Cecilia. Estuvieron todo el día en el domicilio, con Emerenciano Sena dentro de la casa y su esposa en la vereda, denunciando un complot político y amenazando ante los medios periodísticos que iba a “llamar al gobernador”.

La policía encontró una sierra con restos biológicos y otros elementos llamativos. Además, se incautaron 6 millones de pesos en efectivo.

Al terminar el operativo, en la noche del viernes pasado, el fiscal ordenó la detención de Emerenciano Sena, Marcela Acuña y César Sena. A los padres los arrestaron en el acto. El joven no estaba en el lugar y se libró una orden de captura internacional. Se entregó el sábado por la mañana. Otros cuatro colaboradores de la familia fueron apresados por la policía como consecuencia de los hallazgos en la casa.

La chanchería

La pesquisa se orientó el sábado pasado hacia un campo en la zona de Puerto Tirol, a media hora del centro de Resistencia, donde los Sena tienen un criadero de cerdos. Cerca de allí fue captada por última vez la señal del celular de Cecilia.

El rastrillaje, con decenas de policías, se suspendió por falta de luz y se retomó al día siguiente, algo que alarmó a la familia de la víctima. El domingo los forenses recolectaron varias bolsas con huesos y restos biológicos que deben ahora peritarse para determinar si son humanos y si pudieran corresponder a Cecilia. Fuentes de la causa dijeron que, en principio, serían de un hombre y no de una mujer.

El testimonio del puestero

El sábado detuvieron a Gustavo Melgarejo, y el domingo, a su pareja, Griselda Reynoso. Fuentes judiciales indicaron que en su declaración indagatoria el empleado relató que la noche en que desapareció Cecilia vio llegar a sus patrones en una camioneta a un predio que está a unos 15 kilómetros del establecimiento. Una de las hipótesis es que allí se habría incinerado el cuerpo de la esposa de su hijo. Este miércoles se desplegó un fuerte operativo policial en el lugar.

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