ROMA.- Siguen llegando noticias positivas desde el décimo piso del hospital Gemelli, donde el papa Francisco, de 86 años, se encuentra internado desde hace una semana, cuando se sometió a una cirugía abdominal y de donde podría ser dado de alta “en los próximos días”, según informó el Vaticano.
“El Santo Padre descansó bien durante la noche y el equipo médico informa que el postoperatorio está evolucionando normalmente, sin complicaciones y, por lo tanto, está programando el alta médica para los próximos días”, dijo el vocero papal, Matteo Bruni.
El cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, ya había adelantado en un mail que le envió ayer a los demás purpurados, que el Papa, con quien había hablado por teléfono, le había dicho que se estaba recuperando bien y que volvería al Vaticano “el jueves o el viernes”, según informó el diario Il Fatto Quotidiano.
En el habitual parte médico que difunde todos los días, pasado el mediodía local, Bruni detalló que esta mañana el Papa trabajó y que antes de almorzar rezó y recibió la eucaristía en la capillita que hay en su departamento privado del décimo piso del hospital.
En los últimos días Bruni difundió partes médicos siempre tranquilizadores, que indicaban que el curso médico postoperatorio del Papa estaba evolucionando bien, movilizándose, leyendo, trabajando y haciendo fisioterapia respiratoria.
También crearon alivio y calmaron cualquier inquietud, las dos apariciones ante la prensa que tuvo el cirujano italiano Sergio Alfieri, líder del equipo médico experto en el aparato digestivo del Gemelli que lo operó hace una semana por una hernia intestinal y, también el 4 de julio de 2021, por divertículos.
Alfieri apareció hace una semana, después de la cirugía programada de tres horas y con anestesia general a la que debió someterse el exarzobispo de Buenos Aires y explicó que en los últimos meses su ilustre paciente tenía dolores abdominales que le causaban viejas cicatrices internas intestinales, resabio de intervenciones por peritonitis que tuvo en la Argentina, que fueron removidas. En la misma cirugía, se le hizo una reparación de la pared intestinal y se le colocó una red protésica, en una intervención simple, pero que lo obligó a una convalecencia de varios días para que todo se cicatrizara y reaacomodara en su lugar. Así lo precisó Alfieri el sábado pasado, en una segunda aparición en la que puntualizó que le habían recomendado al Papa no esforzarse y no recitar el domingo la tradicional oración mariana del Angelus desde el balconcito del décimo piso del Gemelli.
Alfieri, que destacó la capacidad de recuperación y el estado de salud de Francisco, siendo una persona ya mayor, de 86 años, despejó en las dos apariciones públicas cualquier intento de los sectores adversarios de agitar el fantasma del cónclave, al subrayar la ausencia de cualquier otra enfermedad o dolencia cardio-respiratoria y al remarcar que en las dos oportunidades en los que lo operó se trató de “patologías benignas”.
“El papa Francisco no tiene ningún problema cardíaco actualmente, nunca tuvo problemas cardíacos en el pasado, nunca tuvo una isquemia o infarto, el corazón está bien”, aseguró el sábado pasado el médico, en alusión a la internación de fin de marzo pasado por una pulmonía grave, cuando corrieron rumores de problemas cardíacos.
“El Santo Padre tiene 86 años en su documento de identidad, pero es un hombre que tiene la cabeza de una persona de 60 años”, también dijo. Alfieri también destacó que el Papa se encontraba de “óptimo humor”, algo que pudo confirmar LA NACION a través de fuentes de su entorno, que contaron que Francisco, que también desde su suite realiza llamados telefónicos, incluso “se estaba aburriendo”.