La pelea por defender el bolsillo del segundo semestre no será apta para tibios o hiper-conservadores. Mayo si no trae dos dígitos de inflación queda picando en el área y eso lleva la proyección anual a rondar el 150%. Así las cosas, el piso mínimo al que hay que llegar con el rendimiento de las inversiones para por lo menos no perder poder de compra es demasiado alto. Más alto que el rendimiento que se puede obtener con las alternativas de más bajo riesgo.
Pensando en los pesos que se necesitan en los próximos meses Sabrina Corujo, directora de PPI, lanza un veredicto sin vueltas: “El inversor que no está dispuesto a asumir algo más de volatilidad no va a poder ni ganar ni siquiera empatar a la inflación”.
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La sabana del plazo fijo es corta para una inflación que correría al 9% o 10% mensual. La TNA de los depósitos a plazo para individuos (para empresas es menor) es de 97%, lo que equivale a 8% mensual. Si la tasa de referencia no se modifica cuando se dé a conocer esta semana -miércoles 14 de junio- la inflación de mayo la rentabilidad para el inversor más tradicional profundizaría la senda real negativa.
Para buscar mejores resultados para el bolsillo consultamos a 3 expertos que armaron sus sugerencias en base a Fondos Comunes de Inversión (FCI), un instrumento que es fácil de utilizar, accesible porque le monto mínimo de inversión es de $1000 y le da al inversor margen de maniobra porque puede recuperar su dinero como máximo en 48 hs.
La primera recomendación corre por cuenta de Diego Martínez Burzaco, Country Manager de Inviu Argentina: “Lo primero a tener en cuenta a la hora de decidir en qué invertir con una postura conservadora es el plazo de esa inversión y contra qué se quiere proteger el capital. Uno quizás puede protegerlo contra la inflación, otro contra la devaluación del tipo de cambio oficial, otro contra devaluación del dólar libre o MEP” . “Mi sugerencia para una cartera conservadora es hacer un mix de estas tres opciones: CER, dólar oficial y dólar MEP”, aclara.
“Para el mercado de cobertura estamos recomendando una cartera 100% fuera del riesgo soberano, con deuda corporativa en su totalidad”, es el primer tip de Mauro Mazza, Research de Bull Market Brokers. “Entre esos instrumentos tenemos fondos como el SBS Estrategia que combina deuda UVA, bonos dollar linked y a tasa Badlar, todos corporativos y rinde similar a un plazo fijo con la ventaja que se puede rescatar en cualquier momento. Es ideal para las personas que necesitan hacer renta”, define Mazza.
Otras dos opciones que pone sobre la mesa el estratega de Bull Market: Compass Opportunity, con un perfil similar al SBS Estrategia, pero más sesgado a la deuda dollar linked, y el Balanz Renta Fija un fondo de deuda corporativa.
“Hay que armar estrategias combinadas para mejorar performance y reducir los riesgos”, dice por su parte la experta de PPI y advierte que “hay una fuerte dispersión en los rendimientos de fondos con estrategias similares por eso es importante que el inversor haga un doble clic en la composición de cada fondo para determinar la cartera y en base a eso saber cuánto riesgo está asumiendo. Porque no es lo mismo un FCI T+1 que invierte la mayor parte de su patrimonio en bonos cuya vida promedio es de 4 o 6 meses que si lo hace en activos a 1 año. El rendimiento será diferente, el riesgo y la volatilidad también”, explica Sabrina Corujo.
Para inversores moderados recomienda poner en la canasta algún FCI de los conocidos como T+1 (rescate en 24hs) con más deuda corporativa que soberana; sumar un fondo ajustado por CER (inflación) y completar con fondos de renta fija discrecional.
Según datos del Monitor de FCI de PPI, los FCI conocidos en la industria como “dinámicos”, definidos así aquellos que mantienen en cartera más de un 25% en futuros, sintéticos y bonos duales, entre otros, tuvieron una suba promedio mayor al 12% en mayo y los que se centran en bonos corporativos estuvieron en el orden del 7%. El riesgo de unos y otros, la volatilidad, es diferente, aunque ambos forman parte del gran segmento renta fija T+1.
Damian Zuzek – CIO de SBS Fondos, propone una primera opción para quienes buscan cubrirse de la inflación y/o devaluación. “En primer lugar, una alternativa cuyo objetivo es que, en un horizonte de mediano a largo, los inversores obtengan un rendimiento tal que le permita cubrir en promedio la devaluación e inflación, sin invertir en instrumentos de deuda soberana. Para este perfil el fondo elegido es el SBS Estrategia, cuya cartera está compuesta solamente por títulos de deuda privada denominada en dólares, en pesos que ajusta por el tipo de cambio y por UVA”.
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El apetito de los inversores en mayo mostró clara preferencia por los FCI dollar linked, más que por los que ajustan por CER, seguramente en respuesta a la expectativa que una devaluación del dólar oficial menos discreta podría llegar en algún momento antes de diciembre. Según datos del Monitor PPI, estos fondos recibieron suscripciones netas por arriba de los $40.000 millones y su retorno promedio fue del 9,1%, por arriba de lo que se movió su referencia (el BCRA A3500 -dólar oficial). Esto se repite por tercer mes consecutivo”.
Subirse al riego
Finalmente, para inversores que aceptan una mayor cuota de riesgo y volatilidad están los FCI de acciones argentinas. Los papeles de empresas locales vienen luciéndose lindo en los que va de 2023 y, aunque rendimientos pasados nada garantizan a futuro, hay coincidencia que si el cambio de gobierno resulta ser pro mercado, aún hay valor por captar con acciones argentinas.
Por acá va la segunda alternativa planteada por Zuzek: “nuestro fondo SBS Balanceado, que se compone de una cartera que asume más riesgo e invierte también en deuda soberana. La cartera del FCI se compone actualmente por un 30% de acciones de empresas argentinas, y una cartera balanceada de deuda corporativa y soberana, con sesgo a activos denominados en dólares”.
“El fondo Bull Market acciones Argentinas fue el mejor fondo de 2022 de toda la industria, y es el FCI para quien está bullish con Argentina y cree en un cambio muy positivo a partir de 2024″, subraya Massa.
Otro combo para inversores atrevidos: el FCI Argentina Opportunity de Toronto Trust, un fondo que es un híbrido entre deuda CER ajustada por inflación y acciones. “Es ideal para un perfil moderado-agresivo, que busca hacer renta si el equity no rinde. Es un fondo para bajarle el costo de oportunidad de comprar acciones y que no estén rindiendo, entonces paga CER en un 40/50% de la tenencia”, desglosa el experto de Bull Market, ampliando el abanico y el recorrido por todas las opciones que da la industria de FCI.
Martínez Burzaco recomienda para este perfil más agresivo “FCI que tienen más posiciones de inversión de largo plazo con activos argentinos que están devaluados de precios ya sea por las condiciones macro del país o circunstancias de los mercados internacionales”, postula. ¿Qué pone en su lista para este segmento de inversores? “FCI que invierten en deuda soberana hard dollar que hoy están cotizando en una paridad al 25%. Son paridades muy bajas para lo que es una deuda que se está pagando”. Suma también FCI de acciones argentinas, “que si bien tuvieron una buena performance en dólares en lo que va del año todavía están lejos de lo alcanzado hace cinco años, por lo que puede ser una buena opción”.
¿Qué pone en su lista para este segmento de inversores? “FCI que invierten en deuda soberana hard dollar que hoy están cotizando en una paridad al 25%. Son paridades muy bajas para lo que es una deuda que se está pagando”. “Esto conlleva un riesgo importante que es el riesgo de la macro argentina, pero algunos con perfiles de riesgo agresivos los prefieren”, aclara.
Suma también FCI de acciones argentinas, “que si bien tuvieron una buena performance en dólares en lo que va del año todavía están lejos de lo alcanzado hace cinco años atrás, por lo que puede ser una buena opción”