Un dato muestra la necesidad que tuvo Sergio Massa de ampliar el swap con China, la deuda a una tasa “confidencial” que permite usar yuanes para importar y para intervenir el mercado cambiario. En dos meses desde la activación del acuerdo, ya se comprometió la mitad de los US$5000 millones iniciales para hacer pagos al exterior, según fuentes oficiales. A ese ritmo, se habrían acabado los yuanes el mes próximo.
Pese a que fuentes del Ministerio de Economía dijeron durante la gira al país asiático que el tramo inicial de US$5000 millones estaba “intacto”, durante los últimos dos meses se aprobaron en pagos al exterior en US$2400 millones. Massa anunció tras su viaje a China que se ampliaría el acuerdo por otros US$5000 millones, por lo que del total actualmente vigente, ya se usó un cuarto.
Diversas fuentes del sector privado comentaron que hasta hace algunas semanas, sus tramitaciones en el sistema SIRA finalizaban en plazos mucho más cortos que antes al operar con yuanes. Se encontraban con aprobaciones a las 48 horas. Sin embargo, en los últimos días se empezaron a registrar algunas demoras y más observaciones, algo que LA NACION pudo constatar con documentación que las empresas pidieron no revelar públicamente.
Sin embargo, desde el Palacio de Hacienda negaron que haya demoras y respecto de los plazos para liberar los pagos, indicaron que para las grandes empresas pasaron de 180 días con dólares a 90 con yuanes y que para algunas posiciones arancelarias, como automotrices y energía, puede ser un tiempo menos, como 45 o 70 días. Las Pymes promedian en 60 días.
En procesos internos de cuatro grandes y medianas empresas, LA NACION constató en múltiples casos que las aprobaciones salieron con plazos más largos, de hasta 180 días, últimamente.
Los exactamente US$2.481.668.770 utilizados se repartieron en un 61% para grandes empresas, 22% para empresas medianas y 17% para pequeñas. En relación con los usos económicos de las importaciones, se llevó la mayor parte Piezas y Accsesorios para Bienes de Capital, con US$943.994.141. A Bienes de Capital, como maquinaria, se dedicaron US$866.748.971 y a Intermedios, US$439.319.653. Los Bienes de Consumo, US$229.288.194, Vehículos Automóviles, US$2.213.328 y Combustibles y lubricantes, US$101.421.
En total, se autorizó a 3852 empresas para operar, de las cuales el 77% fueron PyMEs (534 medianas y 2975 pequeñas). De tamaño grande fueron 366.
El Ministerio de Economía asegura que entre enero y mayo se aprobaron el 88% de las solicitudes de importación por un monto total de US$36.757 millones. Esto sería un 21% más que el mismo período del año anterior, que en gran parte se debe a mayores precios internacionales y no tanto a incrementos en la cantidad de bienes que ingresaron, que cayeron en todos los rubros, excepto Piezas y accesorios para bienes de capital, que crecieron 3,3% en el último reporte del Indec.
Las importaciones en los últimos meses se explicaron por algunos factores de pago. Primero, el uso de yuanes. Segundo, el crecimiento de la deuda comercial, que el año pasado ascendió a US$30.942 millones, un aumento interanual de US$8604 millones (38,5%), según datos de la consultora MAP. En tercer lugar, creció la utilización de dólares propios para financiarse por parte de las empresas y muchas se endeudan también con sus casas matrices en el exterior.