En vísperas de la convención nacional del radicalismo, que se celebrará el lunes próximo, el centenario partido buscará evitar el cisma que atraviesa a Pro con el enfrentamiento entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta por la posible inclusión del cordobés Juan Schiaretti en Juntos por el Cambio amenace su unidad, pese a las fuertes diferencias internas entre los correligionarios.
En el cónclave radical, presidido por Gastón Manes, la UCR ratificará su pertenencia a Juntos por el Cambio. En esta premisa están de acuerdo los dos sectores en pugna, el que lidera Gerardo Morales, presidente del comité nacional y promotor junto con Larreta de la inclusión de Schiaretti a la coalición opositora, y el llamado “Grupo Malbec”, detractores de Morales y cercanos a Bullrich, quien rechazó de plano la inclusión del cordobés.
Una oposición decidida a perder
“Pese a todo el ruido interno buscaremos que la convención sea pacífica. Nadie quiere romper el partido”, coinciden los voceros de Morales y de su rival interno, el mendocino Alfredo Cornejo, quien no oculta su simpatía con Bullrich.
Sugestivamente, el “Grupo Malbec” se llamó a un sugestivo silencio tras la propuesta de Morales de ampliar la coalición opositora con la incorporación de Schiaretti. Ni Cornejo ni Ernesto Sanz, como tampoco Luis Naidenoff o Carolina Losada -por mencionar solo algunos dirigentes del sector contrario a Morales- salieron con los tapones de punta a cuestionar al jujeño.
“Fue deliberado -explicaron voceros de ese sector-. Sabemos que es una jugada condenada al fracaso porque se necesita la unanimidad de todos los socios de Juntos por el Cambio para ampliar la alianza a nuevos espacios. En Pro no hay acuerdo interno, por lo que es imposible avanzar. Se trata de una estrategia desesperada de Morales y Larreta para ganar terreno, porque se saben muy atrás. Con nuestro silencio los dejamos en evidencia. Ahora están pagando los costos”.
El jujeño Morales supo de entrada que su propuesta de incorporar a Schiaretti iba a actuar como un revulsivo en su partido. “Había que sincerar la situación: o se está a favor de conformar un gobierno de coalición con sectores del peronismo adentro para garantizar la gobernabilidad de un futuro gobierno de Juntos por el Cambio, o se quiere un gobierno sectario y de centroderecha aliado a Javier Milei”, sintetizan los adláteres de Morales.
“Igualmente no queremos que la sangre llegue al río. Si en Pro no se produce una ruptura, tampoco la vamos a promover nosotros en nuestro partido”, dicen cerca del gobernador jujeño.
En el sector radical que simpatiza con Bullrich confían en mantener la unidad pese a todo. “Nosotros creemos en la incorporación de figuras del peronismo en un gobierno de coalición, pero este no es el momento de plantearlo sino después de la primera vuelta electoral. Morales y Larreta se equivocaron en el timing. Están muy desorientados”, indicó otro referente del grupo bullrichista.
Córdoba, punta de lanza del rechazo
Los primeros en sentir la estocada de Morales fueron los correligionarios cordobeses que, detrás de la candidatura de Luis Juez, buscan destronar al schiarettismo en las elecciones del 25 de junio próximo. En abierto desafío a Morales, la UCR provincial rechazó la propuesta de incorporar a Schiaretti –su rival hace 24 años en la provincia– y encomendó a sus delegados ante la convención a que rechacen cualquier intento de sumarlo a la coalición.
“La repentina decisión de someter a un debate público la idea de conformar un ‘frente de frentes’ para incorporar al gobernador Juan Schiaretti sin un debate ni una discusión profunda, a días de que los cordobeses tengan que elegir y decidir por una alternancia después de 24 años de un mismo gobierno, es natural que nos consterne y alarme”, advirtió el diputado cordobés Mario Negri, quien instó a los dirigentes nacionales de Juntos por el Cambio a frenar la escalada de tensión.
Comparto lo expresado por Rodrigo https://t.co/4y5ugMBNYc
— Mario Raúl Negri (@marioraulnegri) June 5, 2023
En la misma línea se pronunció un histórico del radicalismo, Jesús Rodríguez. “La iniciativa de varios dirigentes de JxC por la que se propicia la incorporación de nuevas figuras políticas a la coalición, es confusa y riesgosa –sostuvo–. No solo lesiona las aptitudes competitivas de nuestros candidatos en las próximas elecciones provinciales sino que, al sembrar dudas sobre la solidez de la coalición, fogonea la apuestas a liderazgos mesiánicos y providenciales.”
Otro radical histórico como Federico Storani, de fuerte peso en Buenos Aires, se pronunció en cambio a favor de la propuesta del jujeño de ampliar la coalición. “Morales apuesta por consolidar un acuerdo con el sector más razonable del peronismo. Aquellos que apuestan por la polarización, como hizo Mauricio Macri, no garantizan gobernabilidad a futuro”, vaticinó.