Con un llamado a la unidad, Chile busca encauzar su segundo intento constitucional

SANTIAGO, Chile.- Un estallido social, una pandemia, dos elecciones de convencionales, tres plebiscitos y una primera propuesta de Carta Magna ya rechazada. Luego de cuatro años de una histórica vorágine político y social, Chile dio un nuevo paso en su intento de encauzar de manera definitiva su proceso constitucional.

Tras el arrollador triunfo en las últimos elecciones de mayo de la derecha conservadora, el nuevo órgano denominado Consejo Constitucional inició su funcionamiento en medio de llamados de unidad y de búsqueda de acuerdos, en un intento por marcar distancia de la Convención Constitucional, la instancia que condujo la izquierda pero que fracasó rotundamente al ser rechazada en septiembre de 2022.

Estoy convencido que a nuestro país le hará bien cerrar este ciclo y espero y confío que durante estos meses de intenso trabajo que les esperan, piensen en esas personas que se han comprometido a representar”, dijo el presidente Gabriel Boric en el discurso inaugural que se extendió por siete minutos.

“Este Consejo se instala hoy porque hemos logrado, recorriendo un largo camino, que primen los acuerdos y demuestra además -y espero que todas y todos seamos conscientes de ello- nuestra fortaleza como país cuando somos capaces de poner el bien común por sobre nuestros intereses particulares”, expresó el mandatario, que busco empatía en los nuevos representantes.

Ante un plenario mayoritariamente compuesto por las fuerzas de derecha, que obtuvieron la llave órgano al conseguir los escaños suficientes y así contar con poder de veto en discusión de las futuras normas, la ceremonia se realizó en el exCongreso Nacional de Santiago e incorporó toda la gama de guiños protocolares, desde la entonación del himno hasta el juramento de cada uno de los nuevos consejeros. Además de Boric, asistió el presidente del Senado, Juan Antonio Coloma; de la Cámara, Vlado Mirosevic; y del Poder Judicial, Juan Eduardo Fuentes.

Luego del paso de los consejeros, se realizó la elección de la mesa directiva del órgano. La representante del Partido Republicano Beatriz Hevia ganó la presidencia tras obtener 33 votos a favor (22 de miembros de Republicanos y los 11 del bloque de centroderecha Chile Vamos), mientras que la vicepresidencia la obtuvo el consejero Aldo Valle (Independiente afín al Partido Socialista) quien fue elegido como vicepresidente tras recibir 17 preferencias.

Así, y en su primera intervención, la nueva presidenta Beatriz Hevia envió un mensaje particularmente crítico con el actual momento del país.

“Chile no está bien, como representante del sur de Chile, de la ciudad y del mundo rural, y hoy también de las regiones del norte y del sur, doy fe de la crisis profunda que vive nuestro país, una crisis política, económica, pero por sobre todo social”, indicó Hevia, abogada de 30 años que inició su carrera política en la campaña presidencial de 2017 de José Antonio Kast y que fue su coordinadora de jóvenes.

“Esta crisis integral la antecede una profunda crisis moral que se manifiesta en la descomposición de la vida familiar, en el desprecio por la autoridad, las normas que el Estado de Derecho y por cierto en la justificación de la violencia y su solapada promoción como método de acción política”, señaló la consejera constitucional que en mayo alcanzó el mayor porcentaje de votos por circunscripción del país.

La ceremonia se desarrolló bajo una atmósfera de relativa tranquilidad y sólo se vio alterada por las protestas que protagonizó el grupo de representantes de extrema derecha, denominado Team Patriota, que en las cercanías del recinto insultó a los nuevos representantes y llamó a no intervenir la actual Constitución que rige desde 1980 y se elaboró durante la dictadura de Augusto Pinochet.

El funcionamiento

Con su instalación, desde este lunes el nuevo órgano tendrá un plazo de cinco meses para trabajar sobre un anteproyecto de nueva Constitución que ya fue elaborado por una Comisión de Expertos (compuesta por 24 personas) y que esta semana ya entregó su propuesta.

A la espera de lo que ocurra con el consejero del Partido Republicano, Aldo Sanhueza, que presentó su renuncia tras conocerse una acusación de abuso sexual en su contra y se ausentó este lunes de la ceremonia, el consejo funcionará con 50 integrantes (25 mujeres, 25 hombres y un representante de los pueblos originarios) que ya fueron proclamados por el Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel).

“Llegar a un acuerdo de un texto mínimo significa entender que nadie le puede imponer al resto sus ideas. Eso es parte de las lecciones del proceso anterior”, señaló el presidente de la Cámara de Diputadas y Diputados, Vlado Mirosevic.

Entre sus principales tareas, los nuevos miembros podrán aprobar con modificaciones o incorporar nuevas normas al anteproyecto de nueva Carta Magna por el quórum de los tres quintos de sus miembros en ejercicio. Luego de entregar el primer borrador, la Comisión Experta deberá plasmar un informe en el que podrá formular observaciones al texto y cuyas propuestas deberán ser conocidas por el Consejo Constitucional.

Precisamente, estas tienen que ser aprobadas para pasar al texto final, y de rechazarse, pasará a una Comisión Mixta (Consejo y Comisión Experta). Y si esta última instancia tampoco logra acuerdo, los expertos tendrán que redactar una normativa, que será ratificada por los consejeros. El último paso será el de la votación de cada norma de la propuesta de nueva ley fundamental, la que se deberá aprobar en su totalidad también por los tres quintos de los miembros en ejercicio.

El texto final se entregará a la ciudadanía el 7 de noviembre en una ceremonia especial, y el día 17 de diciembre se realizará un plebiscito de carácter obligatorio. En ese referéndum se decidirá si se aprueba o rechaza esta nueva Constitución.

Para Raúl Burgos, director ejecutivo Observatorio Historia y Política PUCV, el rol del conglomerado dominante el consejo debería cambiar, si lo que se busca es generar un impacto positivo para la figura de José Antonio Kast, la carta presidencial de la ultraderecha y que asoma según las encuestas como la primera opción para suceder a Gabriel Boric.

“El Partido Republicano se encuentra en una posición bastante especial en este momento porque obtuvo un triunfo contundente en las últimas elecciones de consejeros, pero eso también le impone una exigencia con respecto a su comportamiento con el proceso constituyente. Ellos deben proyectar una imagen y harán según los límites que marque José Antonio Kast, quien tiene pretensiones presidenciales. Eso implica que deberán demostrar una actitud más propositiva al proceso y no un rechazo a lo que hoy se juega el país”, dice el académico.

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