Nos encantaría tomar decisiones sobre la base de lo que va a pasar, pero como no sabemos qué es lo que va a ocurrir tomamos decisiones sobre la base de lo que creemos que va a suceder. Esta es la razón por la cual las expectativas son tan importantes: porque afectan la realidad por la vía de la toma de decisiones.
El análisis económico distingue entre las expectativas estacionarias, adaptativas y racionales, pero en la Argentina de 2023 también es importante el horizonte al cual se refieren. ¿Cómo se forman las expectativas referidas a los plazos inmediato, corto, mediano y largo?
Al respecto consulté a la estadounidense Mary Jean Bowman (1908-2002), quien estudió en Harvard, al tiempo que realizó trabajo social en las cárceles de Massachusetts. Enseñó en las universidades de Iowa y de Chicago y fue, además, supervisora en la Oficina de Estadísticas Laborales, directora de la encuesta de compras de los consumidores del departamento de agricultura de su país, e investigadora en Resources for the Future. Es considerada una de las pioneras en economía de la educación. Enfatizaba la importancia de la igualdad de las oportunidades, no la del ingreso.
–Gary Stanley Becker la considera una de las líderes en el estudio del impacto que la educación tiene sobre la ocupación, el salario y el desempleo.
–Mi obra está motivada por la idea de que existe una congruencia ideal entre educación y condiciones económicas. En Recursos y gente en Kentucky del este, publicado en 1963, mostré de manera detallada la crisis económica que vivían algunas porciones del país. Zona ligada al carbón, atrajo una multitud de trabajadores y sus familias, que tuvieron que enfrentar de manera plena la gran crisis de la década de 1930. Planteé el rol crucial de la educación de la gente para rehabilitar la zona.
–Un par de características tipifican sus escritos.
–Así es. Por una parte, el enfoque interdisciplinario; por la otra, mi insistencia en prestarles atención a las expectativas y a la incertidumbre en las decisiones referidas a la educación. Utilicé para el trabajo conceptos inspirados en George Lennox Sharman Shackle.
–Precisamente, la consulto por la cuestión de las expectativas, con particular referencia a diferentes períodos del futuro.
–El tiempo ocupa un lugar importante en el análisis económico. Recuerde, por ejemplo, las diferentes definiciones de estática y dinámica planteadas por John Richard Hicks y Ragnar Anton Kittel Frisch. Pero desde el punto de vista que interesa en esta conversación, importa la distinción entre los plazos inmediato, corto y largo. Plazo mediano es una categoría mucho menos usada.
–La escucho.
–Aclaremos que en todos los casos los plazos no se determinan en función del calendario. Es más: la velocidad de cada plazo es bien diferente en los distintos mercados. El plazo inmediato se refiere a lo que existe en este instante. Piense que acaba de llegar con su barco de pesca a la banquina del puerto y no tiene cómo conservar los peces que acaba de pescar. De manera que los que no pueden ser vendidos de inmediato deben ser tirados. En un contexto estático está dispuesto a aceptar cualquier precio; en uno dinámico, no, para que los compradores no se malacostumbren a comprar todos los días a precio vil.
–¿Cuál es la diferencia entre corto y largo plazo?
–Imagine un pizzero al cual se le duplica la demanda de manera permanente. De un día para el otro no puede instalar un horno más grande, de manera que a corto plazo contrata más personal para –con el viejo horno– poder producir y vender más pizzas. Pero como el aumento de la demanda es permanente, al tiempo que contrata más personal encarga la construcción de un nuevo horno, más grande y más moderno que el anterior. La cantidad de personal se ajusta en el corto plazo. El tamaño de las instalaciones, en el largo.
–¿Y qué ocurre cuando lo instalan?
–Que parte del nuevo personal resulta redundante y, por consiguiente, fue contratado de manera transitoria. Esta es la hipótesis del sobreajuste (overshooting) planteada por Rudiger Wilhelm Dornbusch en referencia al mercado de cambios. El empleo termina aumentando cuando instalan el nuevo horno con respecto a la situación anterior, pero no tanto como en el momento en que se incrementó la demanda de pizza.
–¿Qué significa todo esto en el plano de las expectativas?
–Aquí hay que combinar consideraciones que tienen que ver con el calendario, con la velocidad a la cual se modifican las variables. Pensando en la macroeconomía de su país, la categoría de plazo inmediato se podría aplicar a lo que le resta al actual gobierno; en tanto que las categorías de corto y largo plazo deberían ayudar a imaginar lo que puede hacer el próximo gobierno.
–Del actual gobierno no cabe esperar mucho.
–Dada la debilidad política, es muy difícil que los resultados económicos sean buenos. El gran desafío que hoy enfrentan Sergio Massa y Gabriel Rubinstein es evitar males mayores disponiendo de muy pocas herramientas. Como bien dice Henry Kissinger, esta es una típica tarea muy importante, pero que nadie reconoce, porque resulta muy difícil diagnosticar que la acción pública evitó males mayores.
–¿Para qué serviría la distinción entre corto y largo plazo en la gestión del próximo gobierno?
–No tanto para diferenciar entre las medidas que adoptarán al inicio de la gestión y cuáles quedarán para más adelante, como para apreciar que los resultados de las diferentes medidas aparecen de manera muy diferente, a lo largo del tiempo. En particular, largo plazo no quiere decir dejar cosas para el tercer año de gobierno; significa adoptar las decisiones junto a las otras, pero sin esperar que todos los resultados aparezcan de un día para el otro.
–Deme un ejemplo.
–Las medidas que afectan a los mercados de cambios, de títulos, de acciones, etcétera, tienen efecto inmediato. Otras medidas pueden tener efecto inmediato o mediato, dependiendo de si su permanencia resulta creíble. Ejemplo: la modificación de ley de alquileres por otra que no se interponga como una cuña entre propietarios e inquilinos, como sucede en la actualidad. La recuperación de la red de distribución eléctrica, hasta volver a lograr un funcionamiento plenamente satisfactorio, puede demorar años.
–¿Puede alguien tener expectativas bien diferentes, dependiendo del horizonte?
–No solo que puede, sino que debe. Porque las expectativas son un instrumento puesto al servicio de la toma de decisiones. Hoy parece altamente probable que el próximo gobierno será mejor que el actual. Pues bien, las expectativas a plazo inmediato, corto y largo tiene que reflejar esta diferencia. Pero no de una vez y para siempre, porque en una empresa, como en una actividad profesional, las decisiones se adoptan de manera continua.
–Doña Mary, muchas gracias.