A diferencia de otros presidentes, como el uruguayo Luis Lacalle Pou y el paraguayo Mario Abdo Bénitez, Alberto Fernández no pudo declinar la invitación de su anfitrión y se quedó a la cena organizada anoche por el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, luego del encuentro de mandatarios sudamericanos en Brasilia que marcó el retorno oficial del venezolano Nicolás Maduro a los foros regionales y el reimpulso del hasta ayer alicaído Unasur.
Enojado con la “bienvenida” de Lula y Fernández a Maduro-los dos tuvieron reuniones por separado con el líder del chavismo-Lacalle Pou envió a su embajador a la cena y dejó entrever, al igual que Abdo (que en agosto dejará el poder en manos de su sucesor, Santiago Peña) que resistirá el intento de Lula de volver a incluir a Venezuela en el seno del Mercosur, del que fue suspendido a fines de 2016 por decisión política de los presidentes, por incumplir acuerdos económicos, de inmigración y, sobre todo, por su política de derechos humanos. “La vida se termina, y aunque algunos crean que no, los gobiernos también”, dijo el presidente de Uruguay ayer al terminar su discurso, con Maduro-que gobierna desde 2013 e irá por un nuevo mandato hasta 2030 el año que viene-sentado a pocos pasos.
Un fiscal al servicio de Cristina
“La posición de Uruguay sobre Venezuela es conocida. Cuando lo impulsen, veremos”, comentaron de modo escueto fuentes diplomáticas cercanas al presidente uruguayo. Mientras el kirchnerismo duro (y varios de sus representantes diplomáticos) se frotan las manos ante un eventual retorno (o al menos, volver a instalar la discusión en la reunión de presidentes del bloque regional en Iguazú, el 3 y 4 de julio), desde la Cancillería que encabeza Santiago Cafiero apoyan la idea de “incluir a todos”, pero señalan dificultades técnicas para que Venezuela retorne al Mercosur.
“El Mercosur no es un mecanismo de integración únicamente, con lo cual el trabajo técnico de homogeneizar regímenes aduaneros es mucho más complejo. No es una decisión política y listo. En cambio en la Unasur, Celac y otros foros políticos, con invitarlos es suficiente, son mecanismos de concertación política”, aclararon las fuentes cercanas al canciller Cafiero, aunque al tratarse de una suspensión, los pasos para el retorno de Venezuela no incluirían pasar otra vez por los respectivos parlamentos.
Cafiero defendió la cumbre con Maduro
Horas después de llegar de Brasil, en la madrugada del martes, Cafiero defendió la decisión de Fernández de reunirse con Maduro, cuestionado por el informe de Michelle Bachelet en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y condenado en distintos foros internacionales, con casi siete millones de venezolanos actualmente en el exilio.
“No tengo que solamente juntarme con los que piensan igual que yo, no funciona así el multilateralismo, no funciona así el mundo. No sería posible acordar nada si solo me junto con los que piensan igual”, dijo Cafiero en declaraciones a radio 10. “La política de exclusión y sanciones unilaterales (contra Venezuela) fracasó”, dijo el canciller.
Más allá de que el tema Venezuela se trate o no en la cumbre regional -Brasil asumirá ese día la presidencia pro-témpore del Mercosur- los resquemores con Lacalle Pou están lejos de terminar. “Son presidentes, no influencers”, deslizaron desde el Gobierno, y hablaron de “sobreactuación” ante la decisión de Lacalle Pou de transmitir, vía Instagram, su discurso en la reunión cerrada de presidentes, ya que la transmisión oficial se cortó luego del discurso inaugural de Lula. En su discurso, Lacalle Pou aludió a las “asimetrías” del Mercosur, que impulsaron su política de buscar acuerdos bilaterales con socios extra-zona como China u Oceanía.
“Alberto le habló a Maduro de volver a la CIDH, de derechos humanos, incluso le mencionó el informe Bachelet. Estados Unidos y la Unión Europea apoyan el quitarles sanciones si avanza el proceso democrático. Pasa que él no se filma pensando en la política local”, comentaron, con ironía, otras fuentes diplomáticas en defensa de la reunión, fustigada por los candidatos de Juntos por el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, y también por Javier Milei.
La posibilidad del ingreso adicional de Bolivia al Mercosur (solo falta la aprobación del senado brasileño) y la posibilidad de incluir a Maduro tienen, para el oficialismo, el aval mayoritario en el bloque regional. “Paraguay, con Peña como Presidente, va a apoyar el regreso de Venezuela al Mercosur. Y va a quedar otra vez Lacalle Pou en minoría, aunque él también ya designó su embajador en Caracas”, suscribieron desde el kirchnerismo duro, satisfechos por la concreción del encuentro Fernández-Maduro, antes del almuerzo de presidentes reunidos en Brasilia.