Don Carlos Risso nació en 1952 en La Plata, hijo de Romeo y Angélica Espinel ambos de los pagos de Magdalena. Hace más de cincuenta años que produce y difunde letras gauchas, además de estar vinculado a los quehaceres de la cultura criolla y, como buen amante de su terruño ha investigado caminos, postas y estancias recorridas por sus ancestros en el trayecto Magdalena – La Plata.
En su libro Asuntos Magdalenenses (2020) comenta la estanzuela conocida como “El mirador de Espinel” ubicada sobre la ruta 11, a 25 km de La Plata en el conocido rincón del arroyo Zapata que pertenecía por el año 1860 a D. Miguel Espinel; la estancia “San Miguel” de Demetrio y Julián Espinel (hijos del mencionado Miguel) sobre ruta 11 y camino a la Balandra, y sobre este camino, tenían el almacén llamado “de Barranco” que posteriormente se conoció como “San Pedro”; la estancia “Santa Ana” de Francisco Cepeda en Bavio; y “Los Ombúes” de Desiderio Espinel, era un retazo del “Mirador de Espinel”, allí Risso pasó gran parte de su infancia.
Carretas, jueces y cuchillos en los Mataderos del Sur
Los inicios como poeta criollo datan de 1968 cuando, de a caballo se inspiró viendo un chingolo y una cina-cina: “Canta un chingolo posao/ sobre la verde cina-cina, /al tiempo que´l sol se inclina / a un horizonte rosao; / sombras de un monte enlutao / lo´scurecen ridepente, / mientras muy tímidamente / al borrarse del paisaje, / mira´través del ramaje / haciendo un guiño doliente”.
Cincuenta y cinco años con las letras gauchas quedan demostrados en sus obras publicadas; en versos podemos mencionar: Al badajear del cencerro (1980), De sangre pampa (1982), Travesiando (2007) versos camperos sobre motivos pictóricos de Eleodoro Marenco, Redomones (2011), con prólogo de Víctor Abel Giménez, De mis mayores (2013), Como palo a pique (2014) cuenta con un vocabulario donde el autor intenta reflejar las voces por su sonido fonético, con el objeto de poner las palabras y expresiones en el contexto real en que se desenvuelven estos versos camperos, Del mesmo pelo (2015), Charamuscas (2019) con un interesante vocabulario y Tirando en yunta (2022) versos sobre motivos de Rodolfo Ramos.
En 1992 escribió Molina Campos: Pintor, “Hoy cavilo algo distinto / como con cierto entusiasmo / y si las ganas no pasmo / viá ver si en un verso “pinto”. / Y mientras que la requinto / al ala de mi sombrero, / pienso en ese hombre campero / que tuvo briyos de lampos: / ¡Florencio Molina Campos / crioyo pintor terruñero!.”
En cuanto a la narración, Risso comenta: ” A la narración literaria la descubro en los años escolares de la mano del célebre platense por adopción Benito Lynch, y del relator de los últimos aconteceres camperos en los alrededores de Buenos Aires que fue Elías Carpena. Más adelante, con Justo P. Sáenz (h), descubro el embeleso por las maravillosas descripciones de esa pluma gaucha por excelencia.”
Además de los versos, cuenta con unas interesantes narraciones criollas, semblanzas biográficas y publicaciones relativas a los pagos de Magdalena; podemos mencionar a: Dos evocaciones a Un Pago: La Magdalena, con prólogo de Carlos Moncaut, “Roberto Coppari ¡Un argentino de ley!” (2009), “Pláticas de fogón. Narraciones criollas” (2009), “Diccionario biográfico de escritores costumbristas” (2010), “Ñusta de Piorno – Con el terruño en la sangre” (2012), “Miguel de los Santos Cajaraville ¡El guapo de San Martín!” (2012), “Cinco poetas gauchos” (2014) con prólogo de Atilio Reynoso, “De los poetas que conocí – 24 semblanzas” (2017) y “Notables prosistas criollos” (2023), entre otros escritos.
Defensor del lenguaje gaucho publicó “Lenguaje gaucho y décimas” (2013), donde realiza un significativo aporte a la cultura criolla. Risso conoce la décima como forma estrófica desde su infancia y como él manifiesta: “cuando ni siquiera sabía lo que era”.
Carlos Risso ha sido fundador de la Asociación Argentina de Escritores Tradicionalistas y de la Academia de Folklore de la Provincia de Buenos Aires; y además es miembro activo de la Agrupación Tradicionalista y Cultural “Rinconada Criolla”. Tiene publicado diversos artículos en: el diario El Día de La Plata, diario El cronista de Chascomús, Revista Pa´l gauchaje de La Plata, periódico El tradicional de San Martín, Bs. As y revista De mis pagos de Donselaar, entre otras.
En una visita realizada a La Plata fui recibido muy atentamente por Carlos Risso, allí, entre mate y mate, pude observar su amplia biblioteca criolla prolijamente ordenada por tema y autor, además cuenta con un importante archivo de diarios y revistas, y como complemento parte del acervo del archivo de Carlos Moncaut. Precisamente Moncaut decía que Risso despierta en el lector el amor a la tierra a través de la auténtica habla paisana, sin exageraciones deformativas.