Además de la consigna de buscar “dólares frescos” y fondos que se puedan asignar a energía e infraestructura, entre otros temas, el ministro de Economía, Sergio Massa, llevó en su valija a China otro tema: tratar de conseguir la apertura de “un nuevo capítulo” para las menudencias bovinas y porcinas. En carne vacuna, ese mercado se lleva del 75 al 80% de lo exportado por la Argentina. Y en carne de cerdo hubo una expansión con varias empresas.
Acompañado, entre otros funcionarios, por su secretario de Agricultura Juan José Bahillo, además intentará conseguir la reapertura del mercado de las exportaciones del sector aviar tras la declaración de emergencia sanitaria por los casos de influenza aviar en el país. China es un comprador importante en este rubro.
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El sector bovino está habilitado para exportar a China, pero no tiene la opción de enviar menudencias de bovinos y cerdos a ese país, por lo que uno de los puntos que intentará el equipo económico es negociar estos artículos que imposibilitan a la Argentina convertirse en exportador directo: las operaciones que se hacen ingresan a través de Hong Kong.
Desde el sector exportador confirmaron que la Argentina “no tiene todo el capítulo de menudencias”, como sí lo tienen los países vecinos como Uruguay, por lo que uno de los objetivos de esta visita es “solicitar que se las incluya”.
Entre los productos en cuestión están tendón, mondongo, aorta, librillo, cuajo, que se destinan normalmente a algunos países de África; Rusia, Perú y al ya mencionado caso de Hong Kong. De este último, explicaron en el sector privado, que ingresan de manera ilegal a China, por lo que “la Argentina está muy interesada en abrir este mercado para convertirse en exportador directo”. Cuando la Argentina hizo el convenio con China, no se incluyó ese artículo para menudencias. Según un informe del Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC), en abril pasado la Argentina vendió al mundo unas 11.900 toneladas de menudencias y preparaciones bovinas por US$16,2 millones. De eso, a Hong Kong fueron 2909 toneladas por 4,9 millones de dólares.
En el sector privado explicaron que, “si la Argentina logra habilitar las menudencias blancas, sería muy bueno para el país, ya que estas tienen muy buen valor”.
Si bien señalaron que depende del producto, la tonelada rondaría unos US$2000. Considerando unas 150.000 toneladas exportables, el negocio podría representar ventas al exterior por US$300 millones al año. Actualmente, el valor de la tonelada que vende la Argentina, teniendo en cuenta los distintos cortes, es de US$4000.
Antes de viajar, el secretario Bahillo preparó junto con los distintos sectores involucrados “una argumentación” para la reapertura de este mercado. Reunió, dicen, elementos técnicos que permitan garantizarle a China seguridad sobre los productos que se están solicitando que se abran. Esto se haría bajo la consigna de que estos productos cuentan con el mismo estatus sanitario de “país libre de aftosa con vacunación”, y que, por ende, las menudencias ya tienen un certificado.
China es el principal importador de la carne vacuna argentina: en abril pasado se llevó el 80,5% de los embarques nacionales o el 77,4% si se toma en cuenta el acumulado de los primeros cuatro meses del año. “En el último mes se embarcaron con destino a China 9800 toneladas de carne con hueso y huesos bovinos producto de la despostada, por un valor de 15,1 millones de dólares y más de 32.000 toneladas de carne bovina deshuesada, por un valor de 129,9 millones de dólares”, explicó días atrás Mario Ravettino, presidente del Consorcio ABC.
Reuniones
El próximo viernes, en Beijing, Massa y el equipo económico mantendrán reuniones en principio con el viceministro de la Aduana china, Wang Lingjun. Estará el tema de la incorporación de las menudencias, pero también se hablará de la reapertura para la carne aviar.
Fuentes oficiales contaron también que Massa llevaría en la agenda para el agro el “tema fertilizantes”. Vale recordar que, con el swap, además de agroquímicos se podrían pagar con yuanes fertilizantes que vienen de ese mercado. China provee el 15% de los fertilizantes.
“La exportación de menudencias a China es tremendamente importante; del total que se obtiene de un animal, sobre el peso de la media res, estas representan alrededor del 10%. Y de eso entre un 75% u 80% se puede exportar. Claramente, en un mercado interno que tiene muy bajo valor de pago para la menudencia o las achuras, lo que se puede obtener por exportaciones a nivel internacional es muy significativo”, dijo Víctor Tonelli, consultor del mercado ganadero.
En China, contó, se consume muchísima menudencia tanto de vacuno como de cerdo, pero por cuestiones de habilitaciones todavía no se permite exportar en forma directa. “Hay que exportarlo a Hong Kong y eso tiene una pérdida de valor en el momento del precio pagado muy alto, por lo tanto, el objetivo de que China finalmente pueda habilitar las menudencias es tremendamente importante y desde el punto de vista higiénico sanitario y de riesgo eventual es mínimo”, sostuvo.
La Argentina cumple con todos los protocolos sanitarios para hacerlo, debido a que las plantas están habilitadas para ese destino. “Esto es más un tema comercial, es un ¿qué te doy?, ¿qué me das? Pero agregaría muchísimo valor a la cadena cárnica si efectivamente podemos ingresar con las menudencias a China. No es menor, así como ha habido aperturas de otros mercados, que son buenos, porque siempre es bueno tener un mercado abierto, en este particularmente podría ser una diferencia importante. Toda vez que las menudencias adquieren mayor valor, implica que eventualmente el resto del animal: Los cortes, que incluso hasta podrían ir a consumo [interno] tienen la posibilidad de venderse más barato porque tenés mayor valor por el resto del animal [que se exporta]”, señaló.
En tanto, la industria avícola ingresa alrededor de US$200 millones en exportaciones por los envíos de productos frescos, termoprocesados y garras a ese mercado. Si bien en el sector se mostraron optimistas, la tarea de una reapertura parecería difícil ya que China, que es el principal mercado importador de la industria, en este momento exige el status de “país libre de influenza aviar”.
En el Senasa recordaron que, según lo planteado en la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), la alternativa a nivel mundial es que se pueda seguir comercializando, pero “con mayores controles a la hora de despachar mercaderías” y que se garantice que no hay contaminaciones con la enfermedad. Pero para que esto ocurra se tienen que sentar todos los países a armar nuevos protocolos sanitarios.