Enrique Piñeyro, que, además de ser cineasta, actor y empresario gastronómico, tiene una dilatada trayectoria como piloto de avión, opinó sobre la polémica maniobra realizada el pasado 25 de mayo por los pilotos del flamante avión presidencial en la previa de su aterrizaje en el Aeroparque Metropolitano. Piñeyro realizó un extenso hilo de Twitter para explicar en detalle por qué se trató de una maniobra “peligrosa” y sentenció: “Estuvieron a punto de provocar una catástrofe por partida doble”.
El piloto y director de la recordada película Whisky, Romeo, Zulú utilizó su cuenta de Twitter para dar su opinión acerca de la naturaleza del temerario movimiento realizado por la nave presidencial Arg-01 cuando, en lugar de aterrizar, los pilotos hicieron un vuelo rasante y volvieron a elevar el Boeing 757-256 para realizar un viraje inesperado.
Las pasadas se hacen y los pilotos las disfrutamos mucho. Pero deben respetarse muchas condiciones para que no se transformen en maniobras muy peligrosas como esta. pic.twitter.com/YpG7jBEJ3K
— Enrique Piñeyro (@epineyro_ok) May 28, 2023
La maniobra realizada por los pilotos de la nave presidencial es conocida en la jerga aeronáutica como “pasada”. En referencia a ella, a la que se realizó específicamente el pasado jueves en el aeroparque Jorge Newbery, Piñeyro aseguró, en el inicio: “Las pasadas se hacen y los pilotos las disfrutamos mucho. Pero deben respetarse muchas condiciones para que no se transformen en maniobras muy peligrosas como esta”.
Luego, el cineasta se puso a enumerar con qué requisitos se debería contar para realizar una maniobra como la que se vio con el avión presidencial: “Meteorología óptima. No era este el caso, la meteorología estaba muy complicada. Tormentas, lluvia y aviones desviándose para evitar zonas de turbulencia”.
El vuelo rasante del nuevo avión presidencial
En cuanto a la siguiente condición necesaria pare realizar esa cabriola aeronáutica, Piñeyro señaló: “Mucha experiencia de los pilotos en el tipo de avión. No era el caso, era el primer vuelo que hacían en ese avión. De hecho se les concede (la pasada) a los capitanes en su vuelo de despedida antes de jubilarse”.
El piloto y cineasta dijo que para realizar este tipo de actos se debe tener “ensayos previos en un simulador” y que en esta maniobra “el avión llega desconfigurado a muy baja altura”, algo que “puede hacer sonar alarmas y confundir a la computadora”.
Luego, Piñeyro señaló otro accionar de los pilotos que, a su criterio, estuvo mal realizado. “Para salir de la pasada se gana altura y luego se procede al viraje. Estos pilotos hicieron todo lo contrario -escribió-. Viraron primero y luego ascendieron. El riesgo es tocar el piso u obstáculos porque son aviones con mucha envergadura de ala. El 757 tiene 38 metros entre punteras de ala”.
Luego, el piloto aseguró que para hacer ese tipo de maniobras “se arregla de antemano con los controles”, pero que en este caso, se lo pidieron “a último minuto a Aeroparque”. Eso generó una “disrupción de tráfico importante, porque estaban aterrizando cuatro aviones en sentido contrario por la mala metodología”:
Luego de asegurar que a los pilotos “no les importó en lo más mínimo las demoras que generaron a otros aviones” y que, “lo más grave” fue que “descendieron debajo de la altura que les había asignado la controladora” y que “también desobedecieron las directivas del control que les dio instrucciones de proceder directo a Quilmes”, Piñeyro dejó para el final su análisis más crítico.
“Estuvieron a punto de provocar una catástrofe por partida doble”, escribió en uno de sus últimos tuits y explicó: “Primero, porque al descender a 2300 pies, podrían haber colisionado con cualquier tráfico que estuviera operando en San Fernando. (Segundo) El 757 es uno de los aviones que más estela turbulenta deja detrás de si y los aviones más pequeños que operan en SF son particularmente vulnerables a ella. Ha habido accidentes por esta causa”.
Para el final del hilo, Piñeyro concluyó con una dura advertencia: “Son los mismos pilotos que hicieron ese aterrizaje muy peligroso en Aeroparque con el 737 de presidencia. Ya van dos. Si cada vez que aterrizan tienen que sacar un comunicado explicando lo que hicieron, puede que la tercera en vez de sacar ellos un comunicado, sean sus familiares y amigos los que publiquen un aviso”.