Se calienta la campaña en Córdoba, donde Juntos por el Cambio espera poner fin a 24 años de peronismo

CÓRDOBA.- Con cada domingo de elecciones municipales se calienta la campaña en Córdoba, segundo distrito electoral del país con 8,69% del padrón nacional. Las apariciones de los dos principales candidatos, Martín Llaryora (Hacemos Unidos por Córdoba) y Luis Juez (Juntos por el Cambio) ganan fuerza de cara a la votación del 25 de junio. El peronismo local -distanciado del kirchnerismo hace años- pone en juego la jurisdicción que gobierna hace 24 años ante un Juntos por el Cambio que, esta vez, acude unido a las urnas.

Los dos candidatos tienen en común que nacieron en el peronismo pero fueron diseñando carreras políticas divergentes. Para Juez, según admite, es su última posibilidad de convertirse en gobernador de Córdoba: a los 59 años es su tercera postulación. Para Llaryora, de 50 años, ser elegido le abriría las puertas a convertirse en el nuevo líder del peronismo cordobés.

Tres candidatos imperfectos en el Gran Hermano kirchnerista

Llaryora, actual intendente de la ciudad de Córdoba, fue elegido como postulante por Juan Schiaretti, gobernador y precandidato a presidente, quien lidera el peronismo cordobés desde la muerte de José Manuel de la Sota. La estrategia de arranque fue sumar a referentes de otros partidos: el mayor impacto lo logró al definir como candidata a vicegobernadora a la radical Myrian Prunotto (intendenta de Juárez Celman) y ubicar al expresidente de Pro Javier Pretto efórmula para la intendencia capitalina con Daniel Passerini.

Luego de meses de fricciones, en JxC finalmente no hubo internas sino una definición por encuestas y el diputado nacional de Evolución Radical Rodrigo de Loredo dio un paso al costado. Durante unas semanas se barajó que sería el compañero de fórmula de Juez -para el senador era importante que fuera así, para aprovechar su buen posicionamiento en la capital provincial- pero finalmente se inclinó por postularse como intendente. El segundo de Juez en la fórmula es Marcos Carasso, diputado nacional y presidente de la UCR cordobesa, cercano a Mario Negri.

Pese a que todos los precandidatos a presidentes de JxC vinieron a acompañarlo –Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y Gerardo Morales-, el cierre de listas en Córdoba fue caótico: hubo discusiones fuertes, amagues de retiro y definiciones por sorteo. Ya se vislumbra que los tironeos seguirán de cara a las postulaciones para legisladores nacionales.

Mauricio Macri, quien fuera una figura determinante en JxC cordobés, bajó el perfil. Después de intercambiar críticas con Juez, por la intervención de un empresario local se aquietaron las aguas y hubo una foto de ambos en Buenos Aires.

Arranque de la campaña

El oficialismo busca consolidarse con una triple campaña en marcha: Schiaretti a nivel nacional, Llaryora para la provincia y Passerini para la ciudad. El aspirante a gobernador viene repitiendo la idea de que se está “construyendo el partido cordobés”, una remake del “cordobesismo” que hace casi una década lanzó De la Sota. Insiste con que en la provincia impera “un modelo distinto”, donde predomina el diálogo con los privados y la apertura a quienes “piensan distinto”.

Hasta ahora opta por prácticamente no nombrar a su rival: prefiere las indirectas, con frases como “algunos atrasan” o “hay que ver qué se hizo cuando les tocó gobernar”. La referencia es a la gestión de Juez como intendente de la ciudad de Córdoba, entre 2003 y 2007.

No es un problema que Pro lleve casi dos décadas en el gobierno porteño. Pero si les preguntan, te van a decir lo mismo que yo: que respetamos a la gente votando, que la gente ha elegido. Me lo dicen a mí, pero ellos no se lo dicen”, afirma Llaryora cuando le recuerdan que su frente gobierna la provincia desde 1999.

En el acto de lanzamiento de Juez, Bullrich hizo referencia al “robo” de la elección de 2007, la primera vez que Juez enfrentó a Schiaretti, en una votación muy cerrada. El senador retomó ese discurso durante el acto, pero desde entonces su campaña se concentra en la inseguridad, un tema dominante en la preocupación de los cordobeses, que viven una realidad de mayor violencia en los robos y asaltos.

Juez adelantó que él mismo será el “ministro de Seguridad” en la provincia, que declarará la emergencia en seguridad por 180 días y que aumentará 50% el presupuesto del área. Planteó que para luchar contra el narcotráfico apostará a la presencia de fuerzas federales y construirá una cárcel de alta seguridad para narcotraficantes.

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También sumó como eje a la corrupción, su bandera cuando abandonó el gobierno de De la Sota en 2002 (era fiscal anticorrupción) y en las elecciones de 2021, cuando obtuvo la banca de senador nacional. “Es hora de Juez” es el concepto clave, muy similar al de “Un Juez para Cristina”, con el que hizo campaña hace dos años.

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