MADRID.- Los españoles votaron en gran número este domingo en unas elecciones municipales y regionales que sirven de test para saber si el socialista Pedro Sánchez (PSOE) podrá ganar las legislativas nacionales -que determinan quién es el presidente- a fin de año o si, como auguran los primeros resultados, la derecha del Partido Popular (PP) llegará con más chances.
Tras una jornada sin mayores incidentes, los colegios electorales, que cerraron a las 18 hora local (13 en la Argentina), comenzaron a cargar los primeros resultados de estos comicios en los que se renuevan todos los municipios del país y los gobiernos de doce de las diecisiete comunidades autónomas.
Con el 21,16% de las mesas escrutadas en Madrid, el Partido Popular mantiene la delantera acumulando 25 concejales, seguido de 12 de Más Madrid, 12 del PSOE, 5 de la extrema derecha Vox y 3 de Unidas Podemos. No obstante, esta suma no le alcanzaría para lograr una mayoría absoluta.
El PP supera a sus opositores en lo que va del conteo también en Valencia, en Zaragoza, y en Sevilla, donde en 2019 ganó el PSOE, y ahora podría lograr gobierno al aliarse con los tres curules de Vox.
Pese a las lluvias en varias zonas del país, la participación fue alta: un 51,48% de los votantes había participado en las municipales cerca del cierre de la jornada, frente al 49,93% en las elecciones anteriores de 2019, según datos oficiales.
A nivel regional, también había crecido la participación en la mayor parte de las comunidades con respecto a las anteriores elecciones.
Tanto el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, como su principal rival a nivel nacional, el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, llamaron durante la jornada a ir a las urnas masivamente.
Pido el voto para el @PSOE a esa mayoría que quiere avanzar y nunca retroceder.Derrotemos en las urnas a los que quieren volver a la España de 2013, la de los recortes y la precariedad.Si votamos en masa el domingo, reforzamos la convivencia y mejoramos derechos. pic.twitter.com/AbyQbOTxTO
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) May 26, 2023
Estas elecciones “son un test importante, porque es la única manera que tenemos de manifestar nuestra opinión sobre todos estos años de gobierno”, dijo María Alonso, una doctora de 61 años que votó en Madrid.
Si bien el nombre de Pedro Sánchez no está en ninguna papeleta, ni el de Núñez Feijóo, lo que está en juego es muy importante para el futuro de ambos políticos, quienes se implicaron tanto en la campaña que le dieron un cariz nacional y de primera vuelta antes de las legislativas.
Presidente del gobierno desde 2018, Sánchez llegó a esta prueba electoral con desventajas: el desgaste del poder, así como la alta inflación – si bien menor que en la mayoría de los países europeos – y la caída del poder adquisitivo resultante.
Además, la imagen del gobierno ha sufrido por las reiterados enfrentamientos entre los socios de coalición: los socialistas y la izquierda radical de Podemos.
Las encuestas auguraban un empuje de la derecha en estas municipales y regionales, que Núñez Feijóo presentó como un plebiscito sobre Sánchez. Si se confirma la ventaja, podría incrementarse la posibilidad de una victoria de la derecha en las legislativas de fin de año, en una fecha aún por determinar.
Sánchez con más que perder
Sánchez tenía este domingo más que perder, ya que de las doce regiones que renovaban su parlamento, y por lo tanto su gobierno, los socialistas gobiernan en diez, ya sea directamente o como parte de una coalición.
El PP controla las otras dos, incluida la de Madrid, y estaba seguro de mantenerlas.
Si el objetivo del presidente del gobierno de izquierda este domingo es resistir, la de Núñez Feijóo es doble: conseguir el mayor número de votos a nivel nacional en las municipales y arrebatar a los socialistas el mayor número de regiones posible, para demostrar, como asegura, que el país ya no quiere al líder socialista.
El principal problema para el líder de la derecha es que probablemente necesite a la extrema derecha de Vox, tercera fuerza en el Parlamento nacional, para formar gobierno en algunas regiones, e incluso a nivel nacional en las generales.
El PP ya gobierna con Vox en la región rural de Castilla y León desde el año pasado, y periódicamente se ve avergonzado por las posturas adoptadas por su aliado ultranacionalista, sobre todo en materia de aborto o cambio climático.
Agencia AFP y diario El País