Mientras más de 250 dirigentes salían del escenario y se dispersaban raudos bajo la lluvia copiosa, ayer, cuando terminó el acto en Plaza de Mayo, Cristina Kirchner regresó la carpa blanca acondicionada especialmente para ella. La vicepresidenta mandó a llamar a Sergio Massa, Máximo Kirchner, Eduardo “Wado” De Pedro y Axel Kicillof, y conversó a solas con ellos durante unos 30 minutos antes de retirarse a su casa. Recién allí, al gazebo entraron algunos dirigentes y colaboradores a charlar con el cuarteto. Entre ellos, Malena Galmarini y Carlos Bianco, mano derecha del gobernador bonaerense.
Los cuatro hombres del camarín VIP habían hecho una entrada especial al escenario, después de que el resto de la tropa peronista se ubicara en las gradas. Se pararon justo detrás de Cristina, como sus escoltas. El mensaje fue claro: serán los grandes armadores de la oferta electoral y también los nombres fuertes de la boleta que empuje la vice.
“Fue una escenificación de lo que viene, de la transmisión generacional. Cristina dijo: ‘Los que vienen son los que están atrás mío, parados al lado de mis nietos’”, tradujo un hombre fuerte del massismo.
Cuando todo terminó, a las 21, los colaboradores de De Pedro -que ya tienen la fisonomía de un equipo de campaña- publicaron un sugestivo spot en sus redes sociales. En el video, el ministro del Interior se presenta como el “hijo de la generación diezmada” que quiere tomar la “posta”. Luego difundieron afiches con la foto del ministro abrazado a Cristina. Los que trabajan todos los días con Wado advierten que -pese a que se le parece mucho- no es todavía un lanzamiento oficial de una candidatura presidencial.
Según pudo reconstruir LA NACION, el equipo de De Pedro estaba preparando el spot para lanzarlo el fin de semana. Pero, por algún motivo, hubo una orden de arriba para anticiparlo y presentarlo la misma noche del acto.
Tenemos la responsabilidad de construir una Argentina que funcione 🇦🇷 pic.twitter.com/uutmGh1foP
— Wado de Pedro 🇦🇷 (@wadodecorrido) May 26, 2023
Lo que hay alrededor de Wado no es solo marketing digital: Máximo Kirchner le pidió a Martín Insaurralde -su socio bonaerense- y a un grupo de intendentes que hagan caminar a De Pedro por el conurbano. Además, está pidiendo colaboración a referentes con alcance nacional para que promuevan su figura en las provincias. “La CTA, que tiene alcance federal, ya se pronunció a favor de Wado”, se jactó un miembro del equipo del ministro.
Un importante referente de La Cámpora aclaró: “Estamos trabajando para que Wado sea el candidato a presidente y esto se hace con el visto bueno de Cristina. También está claro que el Frente Renovador forma parte de un dispositivo junto al kirchnerismo. Después lo que termine pasando el día del cierre de listas y qué lugar ocupa cada uno se verá”.
Con el video de De Pedro, los camporistas también le mandaron un mensaje a Kicillof. “Le estamos diciendo ‘relajá, ya está, nuestro candidato es Wado’. Eso sí, que trabaje desde la provincia por Wado”, deslizó un colaborador de la “orga”. Máximo Kirchner siempre cuestionó que Kicillof -que es el que mejor mide en el kirchnerismo detrás de Cristina- se lanzara rápidamente por su reelección en la provincia sin esperar a que el dispositivo K determinara su lugar en el tablero. Pero desde hace algunos días en La Cámpora deslizan que eso “ya fue” y que “no se le puede pedir a alguien que ocupe el lugar que no quiere”, como si ya no presionaran para que Cristina lo suba a la categoría de presidente.
Soldar con Massa
Si por un lado está claro que hay un dispositivo para instalar a De Pedro como candidato, también se hizo evidente que Cristina y Máximo Kirchner quieren soldar su alianza con Sergio Massa. Ayer la vice lo ubicó en el escenario al mismo nivel que sus hombres de mayor confianza. Y el ministro de Economía soportó estoico que, al lado suyo, Juan Grabois -que lo insulta en los medios- agitara su brazo al grito de “Patria sí, colonia no”.
En el Frente Renovador ven los movimientos alrededor de De Pedro como un paso “lógico”. Pero advierten que la fórmula presidencial todavía no está definida. Para ese sector, Massa sigue siendo una opción vigente. “Es lógico que Wado se lance. La principal figura del kirchnerismo se bajó y ellos tienen que consolidar rápidamente la transmisión de los votos de ella. Pero no hay todavía una definición de las listas”, dijo un hombre de confianza de Massa.
Y apuntó: “Nosotros somos otro partido, con nuestra agenda. Sergio tiene una red de relaciones distinta. Y habla con Cristina, no hace lo que le dice Cristina. Ahora cada uno acumula. Después, si eso confluye, habrá una fórmula potente”. El kirchnerismo quiere que el Frente Renovador forme parte de su estrategia, pero el massismo no quiere quedar subsumido como un socio minoritario en una boleta K.
Con ese telón de fondo, el domingo se espera que Massa parta a su viaje de gestión a China con Máximo Kirchner y una comitiva de funcionarios y diputados. No se le conocen al fundador de La Cámpora demasiados viajes al exterior. El periplo por el gigante asiático se extenderá por una semana. Es decir: volverán diez días antes del cierre de alianzas y 20 días antes del cierre de listas. Nadie duda que habrá negociaciones electorales del alto nivel del otro lado del mundo.
Máximo Kirchner no transmite hacia adentro lo mismo que Massa (que clama por un candidato único) de cara a la estrategia electoral. En las reuniones políticas de la última semana, el diputado soltó tres definiciones: que está dispuesto a que haya PASO en el Frente de Todos, pero que tiene que ser de dos listas y a tira completa. Es decir, que tiene que ser una competencia de A contra B (no múltiple) y que cada fórmula tiene que buscarse a sus postulantes en todas las categorías.
El kirchnerismo está pensando en Daniel Scioli como adversario. No es casualidad que el jefe de Gabinete, Agustín Rossi -que la semana próxima tiene previsto anotarse como candidato presidencial- no haya estado invitado a subir al escenario de Cristina. Vio el acto desde la calle, porque quiso movilizar a su militancia. En el palco sí estaba su segundo en el organigrama, el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos, mucho más integrado al boceto electoral del kirchnerismo con Massa. Olmos es otro de los invitados a volar a China con la comitiva de Economía, aunque su participación aún debe confirmarse.