El jefe del grupo Wagner reveló cuántos combatientes perdió en Backhmut y alertó sobre una posible revolución en Rusia

KIEV.– Yevgeny Prigozhin, el fundador del grupo Wagner, advirtió anoche que Rusia podría enfrentar una revolución similar a las de 1917 y perder el conflicto en Ucrania a menos que la élite se tome en serio la guerra. Además, reveló que su fuerza de mercenarios perdió más de 20.000 combatientes en la batalla de Bakhmut, que fue reivindicada por Moscú la semana pasada.

El mercenario más poderoso de Rusia afirmó en una entrevista publicada anoche en su canal de Telegram con Konstantin Dolgov, un estratega político favorable al Kremlin, que su perspectiva política está dominada por el amor a la patria y el servicio al presidente Vladimir Putin, pero alertó que Moscú está en peligro de caer en la agitación. Prigozhin explicó que en Rusia existía una visión optimista de que Occidente se cansaría de la guerra y China facilitaría un acuerdo de paz, pero que él no creía realmente en esa interpretación.

En cambio, afirmó que Ucrania estaba preparando una contraofensiva con el objetivo de empujar a las tropas rusas de vuelta a sus fronteras antes de 2014, cuando Rusia anexó Crimea. A su parecer, Kiev intentaría rodear Bakhmut, el foco de intensos combates en el este, y atacar Crimea.

“Lo más probable de todo es que este escenario no sea bueno para Rusia, así que necesitamos prepararnos para una guerra ardua”, aseguró. “Estamos en una condición tal que podríamos perder Rusia, ese es el problema principal… Necesitamos imponer la ley marcial”, añadió.

Prigozhin también dijo en la entrevista que su apodo, “el chef de Putin”, era estúpido, ya que él no sabía cocinar y nunca había sido chef, y propuso que “el carnicero de Putin” podría ser un apodo más apropiado. Su vínculo con el mandatario surgió porque era el dueño de la empresa de catering de los eventos oficiales.

“Podrían haberme dado ese apodo desde el principio: ‘El carnicero de Putin’, y todo habría estado bien”, estimó.

Durante la entrevista, el jefe del Grupo Wagner apuntó, como lo ha hecho en otras ocasiones, contra la élite rusa al decir que si los rusos comunes seguían recuperando a sus hijos en ataúdes de zinc mientras los hijos de la élite “se relajaban” al sol, Rusia enfrentaría una agitación similar a las revoluciones de 1917 que desencadenaron una guerra civil.

“Esta división puede terminar como en 1917, con una revolución”, señaló. “Primero se levantarán los soldados y después se unirán sus seres queridos. Ya hay decenas de miles de ellos, familiares de los caídos. Y probablemente habrá cientos de miles, no podemos evitarlo”.

Pérdidas en Bakhmut

Prigozhin criticó la política de Rusia hacia Ucrania después de la era soviética y describió la implementación de lo que el Kremlin llama “operación militar especial” como poco clara, contradictoria y confusa.

Según Prigozhin, el liderazgo militar de Rusia ha “metido la pata” repetidamente durante la guerra. El objetivo declarado de desmilitarizar Ucrania, afirmó, ha fracasado. La incursión rusa sólo ha logrado lo contrario ya que el ejército de Kiev se ha fortalecido con el suministro de armas y la formación de sus aliados occidentales, indicó.

En esta línea, estimó que el Ministro de Defensa, Sergei Shoigu, debería ser reemplazado por el Coronel General Mikhail Mizintsev, mientras que el Jefe del Estado Mayor General, Valery Gerasimov, debería ser reemplazado por Sergei Surovikin, apodado “General Armagedón” por los medios rusos.

Apuntó también que las fuerzas del Kremlin han asesinado a civiles durante la guerra, algo que Moscú ha negado repetida y enérgicamente.

Además, reveló que su fuerza ha perdido más de 20.000 combatientes en la prolongada batalla por Bakhmut, y que alrededor del 20% de los 50.000 presos rusos reclutados para combatir en los últimos 15 meses fallecieron en la ciudad del este de Ucrania.

La cifra contrasta con la afirmación de Moscú de que perdió poco más de 6000 soldados en la guerra y supera la estimación oficial de 15.000 bajas soviéticas en la guerra de Afganistán, entre 1979 y 1989. Ucrania no ha dicho cuántos de sus soldados murieron desde que Rusia lanzó su invasión en febrero de 2022.

Los analistas creen que solo los nueve meses de batalla por Bakhmut se han cobrado las vidas de decenas de miles de soldados, incluyendo unos reclusos que supuestamente recibieron poca formación antes de ser enviados al frente.

El Estado Mayor ucraniano reportó el miércoles que los “intensos combates” continuaban en el interior de Bakhmut, días después de que Rusia dijese que había tomado la devastada ciudad por completo.

Bakhmut está en la provincia de Donetsk, una de las cuatro anexionadas ilegalmente por el Kremlin el pasado otoño boreal.

El jefe de las fuerzas terrestres ucranianas, Oleksandr Syrskyi, afirmó que las tropas de Kiev “continúan su operación defensiva” en Bakhmut, y han logrado “éxitos” no especificados en las afueras de la ciudad, pero no ofreció más detalles.

Las autoridades ucranianas han insistido en que la batalla por Bakhmut no ha terminado.

Por otra parte, las fuerzas rusas derribaron “una gran cantidad” de aviones no tripulados en la provincia de Belgorod, en el sur del país, dijo un funcionario local el miércoles, un día después de que Moscú anunciase que sus fuerzas aplastaron una incursión transfronteriza en la región desde Ucrania.

Los drones fueron interceptados sobre la provincia durante la noche, explicó el gobernador de Belgorod, Vyacheslav Gladkov, en una publicación en Telegram. No hubo víctimas, pero edificios administrativos no especificados, residenciales y autos resultaron dañados.

Las autoridades ucranianas no realizaron comentarios de inmediato.

Agencias AP y Reuters

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