KIEV.– La lucha en la región occidental de Belgorod en Rusia entró en su segundo día el martes, luego de una incursión militar desde Ucrania. Rusia ha culpado a grupos armados ucranianos y ha iniciado una investigación por terrorismo. Sin embargo, Kiev negó cualquier participación y aseguró que los atacantes son ciudadanos rusos.
Dos grupos, el Cuerpo de Voluntarios Rusos (CVR) y la Legión Libertad de Rusia, reivindicaron la autoría del episodio y afirman estar formados únicamente por combatientes rusos que pretenden derrocar al presidente Vladimir Putin.
La Legión Libertad de Rusia sostiene que está reconocida por Ucrania y que sus miembros han luchado allí contra las fuerzas de Moscú. Por su parte, el CVR ha reivindicado la autoría de atentados anteriores dentro de Rusia, incluido un ataque transfronterizo en la vecina región de Briansk en marzo.
“Buenos días a todos, excepto a los secuaces de Putin. Hemos amanecido en territorio liberado y seguimos avanzando”, anunció este martes la Legión en Telegram. “Una vez más, el mito de que los ciudadanos de la Federación Rusa están a salvo y la Federación Rusa es fuerte ha sido destruido”, agregó en una publicación posterior.
“No hay reservas en la Federación Rusa para responder a las crisis militares: todos los militares están muertos, heridos o en Ucrania. La Federación Rusa está absolutamente desprotegida. Hay pánico en la región de Belgorod”, señaló el grupo.
A continuación todo lo que se sabe sobre los dos grupos:
Legión Libertad de Rusia
La Legión Libertad de Rusia sostiene que se formó en la primavera boreal de 2022 “por el deseo de los rusos de luchar en las filas de las Fuerzas Armadas de Ucrania contra la banda armada de Putin”.
Aseguran que cooperan con las fuerzas armadas ucranianas y operan bajo el mando ucraniano. Han reclamado la responsabilidad del ataque en Belgorod y afirman haber estado combatiendo en el este de Ucrania.
El portavoz de la agencia de inteligencia militar ucraniana declaró el lunes que los ataques en Belgorod involucraban únicamente a ciudadanos rusos y que estaban creando una “zona de seguridad” para proteger a los civiles ucranianos. No confirmó ni negó que las fuerzas que operan allí sean una unidad ucraniana. La agencia no respondió de inmediato a una solicitud de aclaración de Reuters.
El grupo ha recibido poca atención, en parte para proteger a los soldados de represalias por parte de Rusia, pero también debido a la reticencia dentro del ejército ucraniano de destacar los esfuerzos de soldados cuyo país de origen ha causado tanto daño. Según reportó The New York Times, varios cientos de ellos se concentran en el área alrededor de Bakhmut; siempre están agrupados con sus propios compañeros, pero son supervisados por oficiales ucranianos.
En entrevistas, algunos soldados rusos dijeron al Times que ya estaban viviendo en Ucrania cuando las fuerzas rusas invadieron el año pasado y sentían la obligación de defender su país adoptivo. Otros, a menudo sin experiencia militar, cruzaron a Ucrania desde Rusia después de que comenzara la guerra, impulsados por un sentido de que la invasión del Kremlin era profundamente injusta.
“No hemos venido aquí para demostrar nada”, declaró un soldado con el seudónimo de Zaza. “Hemos venido aquí para ayudar a Ucrania a lograr la completa retirada de las fuerzas rusas del territorio ucraniano y la futura desputinización de Rusia”.
“Un verdadero hombre ruso no se involucra en una guerra tan agresiva, no viola a niños, no mata a mujeres y ancianos”, dijo otro combatiente ruso con el seudónimo militar de Caesar, enumerando atrocidades cometidas por soldados rusos que lo motivaron a abandonar su ciudad natal, San Petersburgo, y luchar por Ucrania. “Por eso no siento remordimientos. Hago mi trabajo y he matado a muchos de ellos (rusos)”.
Al comienzo de la guerra, la legislación ucraniana impedía que los ciudadanos rusos se unieran a las fuerzas armadas. Según afirmó Andriy Yusov, portavoz del servicio de inteligencia militar de Ucrania, en un comunicado, se tardó hasta agosto de 2022 en finalizar la legislación que permitiría a la Legión unirse legalmente a la lucha.
“Había un gran número de rusos que, debido a sus principios morales, no podían permanecer indiferentes y estaban buscando una forma de unirse a las filas de los defensores de Ucrania”, explicó Yusov, justificando la motivación militar para crear la unidad. “Todos los legionarios han llegado con un gran deseo de detener la horda de Putin y liberar a Rusia de la dictadura”.
El grupo opera bajo el paraguas de la Legión Internacional de Defensa Territorial de Ucrania, una fuerza combatiente que incluye unidades formadas por voluntarios estadounidenses, británicos, bielorrusos, georgianos y otros.
No es fácil unirse, según afirman los soldados rusos. Deben presentar una solicitud y someterse a una exhaustiva verificación de antecedentes que incluye pruebas de polígrafo. Solo entonces pueden comenzar el entrenamiento básico. Como titulares de pasaportes rusos, inevitablemente son recibidos con desconfianza. Según Yusov, ha habido varios intentos de espías rusos de infiltrarse en la Legión.
Cuerpo de Voluntarios Rusos
Mientras tanto, el CVR fue fundado por un ciudadano ruso de extrema derecha en agosto pasado y está compuesto por rusos que han estado luchando en y por Ucrania en contra de su propio país.
El grupo también ha estado activo en territorio ruso, y se ha atribuido la responsabilidad de un asalto allí en marzo, así como de la incursión en Belgorod.
La agencia de inteligencia militar ucraniana afirma que el CVR es un grupo independiente clandestino dentro de Rusia que también tiene una unidad en la Legión Internacional de Defensa Territorial de Ucrania. Pero dicha entidad garantiza que no tiene nada que ver con el CVR.
Un video publicado por el RVC el lunes mostraba a dos hombres afirmando haber capturado un vehículo blindado de transporte del personal militar ruso. Reuters pudo identificar a uno de los hombres como Ilya Bogdanov, un ciudadano ruso que recibió la ciudadanía ucraniana en 2015 después de luchar por Kiev contra las fuerzas respaldadas por Moscú en el este de Ucrania.
Con información de Reuters y The New York Times