Las recetas liberales del gobierno reciben un fuerte apoyo en una Grecia estabilizada tras su peor crisis

ESTAMBUL.- El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, del partido Nueva Democracia, logró una victoria más clara de lo esperado en las elecciones generales celebradas hoy en Grecia. Mitsotakis obtuvo un 41% de los votos y 146 diputados, frente a sólo un 20% y 71 escaños para su principal adversario, el ex primer ministro Alexis Tsipras, que recibió un duro revés que ninguna encuesta pronosticaba.

Al no haber llegado a los 151 diputados que otorgan una mayoría absoluta, en teoría, Mitsotakis debería explorar la formación de un gobierno de coalición con alguna de las otras formaciones que entraron en el Parlamento. Sin embargo, no parece que ese sea su objetivo. “Los resultados de las urnas son decisivos. El mensaje para Nueva Democracia es que debe tener un gobierno fuerte y autónomo”, declaró eufórico el mandatario griego.

La explicación de su renuencia a pactar reside en el complejo sistema electoral griego, que prevé una especie de segunda ronda en caso de que no se haya podido formar gobierno bajo un nuevo sistema de reparto de los escaños que favorece al partido más votado. En concreto, le otorga un bonus de 50 escaños al ganador. Por lo tanto, si repite el actual resultado en los nuevos comicios, previstos para el 25 de junio o el 2 de julio, Mitsotakis gozaría de una holgada mayoría absoluta. No obstante, Tsipras aún no se da por vencido. “El ciclo electoral todavía no ha terminado”, proclamó desde la sede de su partido, la progresista Syriza.

El tercer partido más votado es el Pasok, el histórico partido socialdemócrata griego, que se hizo con casi el 12% de los votos, y 41 diputados. Su líder, Nikos Androulakis, tampoco parece demasiado interesado en explorar una coalición de gobierno. Durante la campaña, aseguró que no integraría ningún ejecutivo pluripartidista, ya fuera presidido por Mitsotakis o Tsipras. Las relaciones con el actual primer ministro son tirantes ya que Androulakis ha sido víctima de escuchas ilegales por parte del gobierno, junto con otros políticos, periodistas y otras personalidades. De hecho, fue el propio Androulakis quien destapó el escándalo.

Dos otros partidos lograron representación parlamentaria al superar la barrera mínima del 3%, uno situado en la izquierda del espectro político, y el otro a la derecha. El Partido Comunista Griego recibió un 7,5% y 26 diputados. Detrás suyo, con el 4,5% y 16 escaños quedó la formación Solución Griega, con postulados cercanos a la extrema derecha, y que se había especulado que podría ser el socio preferido de Mitsotakis en caso de necesitarlo. En cambio, a medida que avanzaba el escrutinio parecía que el partido MeRA25 del ex ministro de Finanzas Yannis Varoufakis no entraría en el Parlamento, al igual que otras pequeñas formaciones de izquierda.

Los meses anteriores a los comicios estuvieron marcados por el peor accidente ferroviario de la historia del país, que segó la vida de 57 personas, la mayoría estudiantes. No obstante, a tenor de los resultados, no parece haber afectado el apoyo a Mitsotakis. En la decisión de la mayoría de griegos ha pesado más la situación de la economía.

Aunque continúa arrastrando una abultada deuda externa, que provocó el rescate del país por parte de las instituciones internacionales y la aplicación de duras medidas de austeridad, la situación financiera de Grecia se ha estabilizado. No solo eso, el país balcánico ahora es uno de los que más crece en la Unión Europea y el desempleo bajó hasta el 10%. Esta ha sido la principal baza del “premier”, cuyo mensaje de esperanza, de que sus recetas liberales lograrán traer una mayor prosperidad, ha conseguido convencer a buena parte de los indecisos.

Sin embargo, de momento, el ciudadano medio apenas ha notado una mejora en su bolsillo. La elevada inflación y la persistencia de unos sueldos bajos ha carcomido el poder adquisitivo de las clases medias y populares. Mientras la media de ingresos mensuales en el país se sitúa alrededor de 800 o 900 dólares, el alquiler mensual de un departamento de una habitación en Atenas raramente baja de los 550 dólares.

Se estima que el precio de la vivienda ha aumentado un 40% en pocos años. También se ha disparado el precio de algunos bienes básicos, como el litro de leche, que ya llega a los dos dólares. “En general, el ambiente es de decepción hacia la clase política en su conjunto. Muchos electores más que votar a un candidato con ilusión, escogerán el menos malo”, comentaba la periodista Jenny Tsiropoulou antes de conocerse los resultados, Para una mayoría de griegos, ese mal menor se llama Kyriakos Mitsotakis.

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