Los dirigencia social que forma parte del Frente de Todos comenzó a dejar en claro el lugar del tablero de cara a la campaña electoral. Alineados en mayor o menor medida con el Gobierno, y en un marco de profunda incertidumbre política, tanto el Movimiento Evita como Somos Barrios de Pie movieron sus fichas y definieron una táctica: recostarse en la provincia de Buenos Aires hasta tanto no se clarifique la interna nacional.
Es que mientras el líder del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), Juan Grabois, se apresta a lanzar este viernes su precandidatura a presidente por el Frente Patria Grande, la agrupación comandada por Emilio Pérsico apuesta a la reelección bonaerense de Axel Kicillof, al tiempo que permanece expectante a la definición de los nombres que competirán por el oficialismo en las primarias de agosto. “No tenemos preferencias”, definen desde sus filas. Y añaden: “Queremos apoyar al candidato que en mejores condiciones esté y que tenga más chances de ganar”.
Esa apuesta unitaria se expresa, a todas luces, en el territorio bonaerense. Este jueves, Pérsico se reunió con Kicillof en La Plata, en un gesto que volvió explícito el apoyo de su organización a la intención del gobernador de continuar sentado en el sillón de Dardo Rocha por un periodo más. Por su parte, Daniel Menéndez había hecho lo propio a principio de mes, a través de un acto que tuvo lugar en la localidad de Ensenada. “Los barrios estamos con Axel construyendo futuro”, se tituló el encuentro convocado por su agrupación, Somos Barrios de Pie.
“Axel es quien mejor nos representa para dar esa pelea. Tenemos que convencer de que hay esperanza, hay trabajo. Y habrá veinte años de gobierno popular en la provincia y nuestra patria”, dijo Menéndez en esa oportunidad. Y agregó: “La militancia social es una y necesita de la unidad de su expresión social y política”.
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En marzo, Pérsico y Menéndez estuvieron al frente de la presentación en sociedad de La Patria de los Comunes, el flamante partido político del Movimiento Evita y Somos Barrios de Pie cuyo principal objetivo es, a diferencia de su postura a nivel provincial, presionar para que las candidaturas oficialistas en los distintos distritos bonaerenses se diriman en una PASO. Con la matancera Patricia “Colo” Cubria a la cabeza, de esa lista de aspirantes forman parte el diputado nacional Leonardo Grosso en San Martín; Agustín Balladares en Lanús; Milagros Moya en Lobos y Natalia Peluso en Ituzaingó.
El caso de Cubria en La Matanza es paradigmático. Hace dos años, en las legislativas de 2021, la diputada bonaerense se quedó con las ganas luego de que no le fuera permitido competir con lista propia en una virtual primaria. Esa herramienta para dirimir candidaturas fue objetada por el intendente Fernando Espinoza y descartada, a su vez, por Máximo Kirchner, que preside el PJ bonaerense y mantiene un acuerdo político con Espinoza y la vicegobernadora Verónica Magario, la exintendenta del bastión peronista.
Tras haber sido un eslabón fundamental para sostener el escaso poder que supo construir Alberto Fernández durante su paso por la presidencia, el Movimiento Evita vio con buenos ojos su renunciamiento a competir por la reelección. “Aspiramos a que pueda abrir políticamente un cauce para construir una instancia de unidad”, dijo el dirigente Gildo Onorato apenas conocida la noticia, en abril pasado.
