El acuerdo que firmaron el lunes los altos mandos de Pro en Recoleta aceleró las definiciones en el tablero opositor. Patricia Bullrich, una de las precandidatas a presidenta de Juntos por el Cambio, se apresta a despejar la mayor incógnita en torno a su armado nacional con vistas a los próximos comicios. Decidió que su postulante a la gobernación en la provincia de Buenos Aires será Néstor Grindetti, intendente de Lanús en uso de licencia y actual titular del club Independiente. El anunció se oficializaría antes de las 19.
De esta forma, Grindetti enfrentará a Diego Santilli, el postulante impulsado por el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, uno de los competidores de Bullrich en la interna nacional del conglomerado opositor, en las primarias bonaerenses del 13 de agosto.
Tras cumbre del lunes con Larreta y Macri en el departamento de Vidal, Bullrich descartó unificar la candidatura a gobernador y avanzó con el ordenamiento de su estructura en el distrito que concentra a más del 40% del padrón electoral. Hasta hoy mantenía en la cancha como precandidatos a gobernador al senador provincial Joaquín de la Torre y al intendente de Capitán Sarmiento, Javier Iguacel, quien aspiraban a quedarse con el respaldo de la exministra. También evaluó hasta último momento la chance ungir a Cristian Ritondo, el heredero de María Eugenia Vidal en Buenos Aires. Con esta jugada de Bullrich, emerge un nuevo interrogante en el universo de Pro: ¿Vidal apoyará ahora a Larreta o se mantendrá neutral de cara a la interna de JxC?
La titular de Pro en uso de licencia se inclinó por un dirigente puro de Pro, cercano a Mauricio Macri y con despliegue territorial en la tercera sección electoral. Exministro de Hacienda de Macri, Grindetti fue jefe de campaña de Santilli en las legislativas de 2021. En el campamento de la exministra aseguran que su prioridad era elegir un perfil compatible con el suyo y que le garantice gestión y gobernabilidad en el territorio bonaerense en un eventual mandato presidencial. Además, busca tender puentes con el sector de la UCR bonaerense que responde a Maximiliano Abad, jefe del partido centenario en Buenos Aires, quien controla la mayoría de los intendentes radicales. Abad no integra el armado de Gerardo Morales y Martín Lousteau, aliado de Larreta.
Grindetti no le sacaba ventaja a Iguacel y De la Torre en las encuestas. De hecho, los tres tienen un alto nivel de desconocimiento en la provincia en comparación a Santilli o Ritondo. Sin embargo, Bullrich priorizó contener a su tropa. Si optaba por Ritondo, De la Torre había advertido que tomaría distancia del espacio. Hasta amenazó con explorar un acuerdo con Javier Milei. Los exministros de Vidal están enfrentados hace tiempo. Ritondo, además, se sumó hace dos semanas a la escudería bullrichista, cuando Vidal anunció que declinaba su plan de competir en la carrera presidencial. Si bien celebró el acercamiento de Ritondo, Bullrich ya se había comprometido que su candidato saldría de Grindetti, De la Torre o Iguacel, por lo que inclinarse por el jefe de bloque de Pro en Diputados le habría generado ruidos internos. A su vez, Vidal no le garantizaba el respaldo a sus ambiciones presidenciales.
Bullrich intentó hacer control de daños antes de oficializar la decisión. Reunió esta tarde a sus cuatro aliados en el distrito bonaerense en las oficinas de campaña que montó en el centro porteño. Según indicaron fuentes al tanto de las negociaciones, la idea de la exministra es que De la Torre, Iguacel y Ritondo ocupen lugares preponderantes en su proyecto presidencial.
Cuando resta un mes para el cierre de listas, la provincia de Buenos Aires ya es el epicentro de la disputa de poder entre Bullrich y Larreta. Ayer, la titular de Pro en uso de licencia incorporó al intendente de Bahía Blanca, Héctor Gay, quien había mantenido hasta ahora una alianza con el larretismo en el territorio bonaerense, pero que optó por pasarse a las filas de la exministra ante la resistencia del jefe porteño a unificar la candidatura a gobernador.
Semanas atrás, la exministra había reclutado al intendente de San Nicolás, Manuel Passaglia, otro de los dirigentes que intentó incorporar Larreta. De Luca ya armó escuderías del bullrichismo en 40 localidades. En La Plata promueven a Juan Pablo Allan, en San Isidro, a Ramón Lanús; en Tigre, a Nicolás Massot.
Bullrich desconfía de los que ya se jugaron con el proyecto del larretismo y quiere poner alfiles propios que le garanticen que le cuidarán la boleta el día de las PASO. Negociaría con quienes muestran neutralidad. Según los números que maneja su equipo, supera a Larreta en el interior pero debe recuperar casilleros en la primera y la tercera sección del conurbano.
Con miras a la interna, Bullrich enfrenta el desafío de fortalecer la articulación de su proyecto presidencial en la provincia de Buenos Aires. Sabe que cuenta con menos recursos que Larreta para construir poder territorial.
Desde hace meses, Bullrich redobla esfuerzos para mejorar su posicionamiento en el conurbano bonaerense. Sabe que allí se define la elección nacional y que es el único territorio donde Larreta, su rival en la interna de Pro, le saca un margen de ventaja. Necesita una base sólida de adhesiones donde sus consignas son reactivas para los simpatizantes del kirchnerismo.