Durante la inauguración de un nuevo tramo del Metrobús, que unirá Retiro con La Boca, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se mostró con los dos candidatos que Pro someterá a una encuesta previa a las PASO para definir quién se quedará con la representación del espacio en la ciudad de Buenos Aires: si el ministro de Gobierno, Jorge Macri; o el de Salud, Fernán Quirós, según lo que definieron ayer en una reunión de la mesa chica.
Escoltado por ambos, el presidenciable opositor dijo que Alberto Fernández le “da vergüenza” y aseguró: “Con 8,4% de inflación no puede hablar más”. También marcó que, si llega a la Casa Rosada, no permitirá piquetes de pocas personas que alteren la circulación, aunque hizo una diferenciación con los que colman el centro de la Capital.
Los dardos al mandatario llegaron después de que Fernández atacara ayer desde La Pampa a los socios de Juntos por el Cambio, cuando dijo que quieren solucionar problemas que ellos mismos crearon. “El Presidente me da vergüenza. Con 8,4% de inflación no puede hablar más. Se acaba toda discusión. Es una vergüenza que los argentinos no pueden ir al supermercado, que cada vez compran menos, que tienen la angustia de tener que cambiar la calidad de los alimentos, las familias que no pueden darse el más mínimo gusto como un helado. Esa es la realidad del país que gobiernan Alberto Fernández y Cristina Kirchner”, marcó Rodríguez Larreta, que pretende llegar a la Casa Rosada e hizo énfasis así en el último dato de inflación publicado por el Indec para abril, que registró un acumulado interanual de 108,8%.
Se mostró tajante también al referirse a la forma en que abordará los piquetes en caso de ser elegido, luego de que ayer estuviera cuatro horas cortada la Autopista Riccheri por una protesta que hicieron vecinos enojados con oficiales de la Policía Bonaerense que en teoría les habrían robado dinero cuando los allanaron. “Una manifestación de 30, 40, 50 personas no la vamos a permitir cuando yo sea presidente. 40 personas que complican la vida a millones de argentinos”, sostuvo Rodríguez Larreta.
Dirigió también un mensaje al frente interno cuando diferenció esto con las marchas multitudinarias que se dan en el centro, ya que este es uno de los puntos que le reclama el ala dura de Juntos por el Cambio, donde algunos dirigentes lo acusan de ser demasiado permisivo con estas protestas que alteran la circulación por la Ciudad. “Una cosa es eso [lo de la Riccheri] y otra cuando tenés una manifestación de 20 o 30 mil personas en la 9 de Julio”, contrastó.
Noticia en desarrollo