Los memecoins o monedas meme abundan en el mundo de las criptomonedas y son, sin duda, muy populares. El caso paradigmático es Dogecoin, la criptomoneda del perrito creada por diversión que vale bastante más que el peso y tiene en conjunto una capitalización de mercado superior a los 10.000 millones de dólares. Sin embargo, no es la única valorada: Shiba Inu supera en total los 5.000 millones de dólares y la más joven PEPE, ahora un poco devaluada, ronda una capitalización de 500 millones al momento de escribir esta nota.
Ahora bien, ¿son los memecoins un buen negocio o debemos tomarlos como historias que se pretenden graciosas y nada más?
Hoy vamos a analizar los pros y las contras de invertir en memecoins. Incluiremos, por supuesto, una descripción detallada de su naturaleza y funcionamiento.
También vamos a hablar sobre los nuevos tokens BRC-20 y cómo están cambiando el juego en el mundo de las criptomonedas meme.
¡Seguí leyendo para descubrir si se trata de una gran oportunidad de inversión o, simplemente, una moda pasajera!
¿Cómo nacen y qué son los memecoins?
Los memecoins son monedas digitales basadas en memes o chistes virales de Internet. En los últimos tiempos, ganaron gran cantidad de seguidores y despertaron el interés de los mercados financieros.
A diferencia de Bitcoin (BTC) y Ethereum (ETH), que se basan en tecnologías de blockchain (cadenas de bloques) más complejas, los memecoins suelen apoyarse en variantes más simples de la tecnología y poseer su propia blockchain.
La inflación o deflación de sus tokens depende del diseño específico de cada memecoin.
Algunos tokens de memecoin están diseñados para ser inflacionarios, lo que significa que aumenta la cantidad de moneda con el paso del tiempo (se crean nuevos tokens a un ritmo constante), lo que puede afectar negativamente el precio a largo plazo.
En la otra vereda están los diseñados para ser deflacionarios, lo que significa que la emisión de nuevos tokens se ralentiza después de tocar un pico e incluso se reduce el volumen del circulante. Se trata de una característica muy celebrada en estos tiempos y que puede aumentar su cotización frente al dólar y otras monedas duras.
Más allá de la alta volatilidad de sus precios, lo cierto es que, cuando vamos a los números concretos, los memecoins actuales totalizan en conjunto un valor de mercado cercano a los 16.000 millones de dólares, según el sitio especializado CoinMarketCap. Son cifras estratosféricas que nos indican que el chiste se está volviendo cada vez más serio y ha alimentado la fortuna de más de un apostador.
Dogecoin: el padre de los memecoins
El primer memecoin que sorprendió al mercado fue Dogecoin, que se lanzó en 2013 como una broma basada en el popular meme del perro Shiba Inu. A pesar de que no tenía valor real, Dogecoin fue adoptado por una comunidad de usuarios que lo promocionó en las redes sociales y lo convirtió en una de las monedas digitales más solicitadas. En 2014, Dogecoin experimentó un aumento repentino de precio después de que la comunidad se uniera para patrocinar al piloto de carreras de NASCAR Josh Wise, en una carrera en Talladega. La campaña fue un éxito y se convirtió en una de las primeras veces que una criptomoneda fue utilizada para patrocinar un evento deportivo importante.
Más cerca en el tiempo, en 2020, Elon Musk, quizá el emprendedor tecnológico más exitoso del momento y uno de los tres hombres más ricos del mundo, mostró su interés en Dogecoin a través de Twitter, sugiriendo que podría ser la criptomoneda del futuro. Su participación en la comunidad de Dogecoin ha llevado a un aumento significativo en el interés y la inversión.
Desde entonces han surgido muchos más memecoins, como Shiba Inu, SafeMoon, Baby Doge y muchas más. A menudo estos tokens se promocionan a través de las redes sociales, especialmente en TikTok y Reddit, donde los usuarios comparten memes y videos divertidos para atraer la atención de nuevos compradores.
La nueva ola: PEPE y los tokens BRC-20
Los tokens BRC-20 son una forma de criptomoneda que se ejecuta en la cadena de bloques de Bitcoin utilizando la capa de contrato inteligente RSK. Al igual que otros tokens de criptomonedas, los BRC-20 se pueden utilizar para transacciones, intercambios y almacenamiento de valor. Sin embargo, los tokens BRC-20 tienen una serie de características específicas que los hacen diferentes a otros.
Entre esas características se encuentran la seguridad y privacidad, puesto que se ejecutan en la cadena de bloques de Bitcoin, una de las más seguras del mundo. También, la interoperabilidad, lo que significa que pueden ser intercambiados con otros tokens y criptomonedas en diferentes plataformas.
Además, los BRC-20 ofrecen una mayor eficiencia en la gestión y transacción de tokens en comparación con otras criptomonedas.
No obstante, a diferencia de los tokens de Ethereum, los BRC-20 carecen de contratos inteligentes, lo que los vuelve menos funcionales.
En la nueva ola se destaca en interés y volumen operado PEPE, una memecoin que basada en el popular personaje de meme Pepe the Frog, creado en 2005 por el artista Matt Furie.
PEPE también utiliza el estándar ERC-20 de Ethereum, lo que facilita su interoperabilidad. A diferencia de otros memecoins, PEPE es una moneda deflacionaria: quema una pequeña cantidad de monedas en cada transacción, reduciendo así el suministro total de tokens.
Por día PEPE puede operar en transacciones de compraventa de la criptomoneda más de 500 millones de dólares (varias veces el volumen total operado en la Bolsa de Buenos Aires).
Conclusión
La popularidad de las criptomonedas de memes va en aumento. Sin embargo, su valor intrínseco es cuestionable y no podemos dejar de señalar que constituyen una opción de inversión muy arriesgada. Los memecoins apuntan más a un tipo de inversor o jugador que disfruta del azar y busca ganar mucho dinero rápido sin medir riesgos.
El mayor riesgo de invertir en memecoins es su naturaleza altamente especulativa y volátil. Si bien podría argumentarse que la especulación y volatilidad también existen en alto grado en Bitcoin y Ethereum, en el caso de los tokens analizados no se observan casos de uso claro, sino más bien fines humorísticos o irónicos sin una base sólida que respalde su valor.
Además, las memecoins a menudo se negocian en exchanges no regulados y pueden ser objeto de manipulación de precio por parte de grupos de inversores o individuos influyentes en las redes sociales.
Los inversores en memecoins también pueden verse afectados por la falta de liquidez en el mercado, lo que significa que en algún momento tal vez no encuentren comprador para sus criptomonedas, lo que puede derivar en ventas forzadas a bajos precios y pérdidas significativas.
Otro riesgo muy importante es la posibilidad de que la burbuja de las memecoins estalle en cualquier momento. Muchos memecoins han experimentado un aumento repentino en su valor y, a menudo, se han desplomado rápidamente después de alcanzar un punto máximo. Si esto sucede, los inversores pueden perder la mayor parte de su dinero sin expectativa de recuperarlo manteniendo la inversión, puesto que no hay valor detrás del memecoin elegido.
En resumen, aunque pueden surgir oportunidades para obtener ganancias rápidas en el mercado de los memecoins, también existen muchos riesgos asociados. Los inversores deben hacer su debida investigación antes de decidir si conviene invertir en alguna o varias de estas criptomonedas.
Desde este espacio seguiremos monitoreando el desarrollo de estos llamativos tokens e informando cuando observemos cambios relevantes para realizar nuevos análisis.
¡Nos vemos la próxima semana con más finanzas personales e inversiones!