En un clima de altísima preocupación empresarial por la fragilidad económica, el presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en la Argentina (AmCham) y CEO del banco J. P. Morgan, Facundo Gómez Minujín, dejó un fuerte mensaje en la apertura del summit que organiza cada año esta organización, en un hotel de Puerto Madero. El ejecutivo advirtió que “se espera una nueva recesión con inflación debido a una sequía sin precedentes y a la falta de divisas para importaciones” y señaló que el país está “navegando en un banco de niebla”.
Frente a más de 150 líderes de negocios, Gómez Minujín dio la bienvenida minutos antes de las 9.30 y dijo sin anestesia que en la Argentina “seguimos sin encontrar las soluciones a los problemas estructurales que tiene nuestro país, como la pobreza, las crisis económicas recurrentes, la altísima inflación, la desigualdad de ingresos, la pérdida de la movilidad social y la calidad educativa, solo para citar algunos”.
Luego, resaltó los números de pobreza, que alcanzan al 39,2% de la población, lo que equivale a 11,5 millones de personas. “En nuestro país, no alcanzan a satisfacer sus necesidades básicas. En la Argentina, la mayoría de los chicos son pobres. Y la mayoría de los pobres tienen menos de 30 años. En cuanto a educación, el sistema argentino muestra un grave deterioro, ya que un alto porcentaje de alumnos de nuestro país finaliza la escuela primaria sin haber adquirido los aprendizajes básicos. Un 46% de los alumnos no comprende lo que lee. La Argentina, lamentablemente, se encuentra en constante declive hace ya muchas décadas, 70 años capaz. Y claramente esa decadencia se ha ido acelerando con el tiempo”, dijo el presidente de la AmCham.
Gómez Minujín no le esquivó a la coyuntura de corto plazo y describió que la economía se empezó a desacelerar a fines de 2022. “El enfriamiento continuó en el primer trimestre del año, que nos lleva a anticipar que una vez más ha comenzado una nueva recesión para nuestras ya debilitadas finanzas. Lamentablemente, viviremos una recesión con inflación. Esto, sumado a una sequía sin precedentes, falta de divisas para abastecer los requerimientos de las importaciones y un mercado cambiario totalmente regulado, seguido de un recurso que ya demostró no tener éxito, como es el cepo. El comercio administrado y el ingreso a cuentagotas de insumos para la normal producción de nuestras industrias llevan al país al borde de una nueva crisis, la décima que sufrimos desde la vuelta de la democracia”, analizó.
El economista reiteró una crítica que se escucha seguido en el empresariado: “Es imposible planear a largo plazo cuando no tenemos visibilidad en el cortísimo plazo. Estamos navegando en un banco de niebla, y este nivel de incertidumbre es constante y resonante, y no ocurre en nuestros países vecinos”.
Para mandar un mensaje de optimismo, el CEO del J.P. Morgan indicó que, sin embargo, desde la AmCham, creen que este año será bisagra para el país. “Todos los argentinos tendremos la oportunidad de elegir aquellos representantes que aseguren tener las herramientas idóneas para resolver nuestros problemas. No solo es un año bisagra, sino que estamos ante una nueva gran oportunidad. Esperemos esta vez no desaprovecharla”, dijo.
También llamó al sector privado a adoptar un rol protagónico. “Nosotros también somos parte de la solución, si el país comienza a tener reglas claras y estables, se manifiesta un entorno ético y transparente. Nosotros, como líderes activos del sector privado, debemos dejar las dudas e invertir para ser protagonistas de la Argentina que viene. Debemos asumir riesgos, que es nuestro rol, y mantenernos positivos en el pensamiento de que la Argentina puede y va a mejorar. En la última década, no ha habido crecimiento del empleo en el sector privado, ni crecimiento del volumen de exportaciones. Por el contrario, el gran empleador de la última década ha sido el gobierno nacional y los gobiernos provinciales. Está también en nosotros revertir esta tendencia”, indicó.
El economista indicó además que en la AmCham están convencidos de que “una vez que se elimine el déficit fiscal, se le dé verdaderamente independencia al Banco Central, y se recorte el excesivo gasto del Estado, el país comenzará a crecer de manera constante y beneficiosa para toda la población”.
“En AmCham representamos una comunidad de negocios de casi 700 empresas de origen americano, argentino y de otros países. Son muchas las necesidades que tienen las compañías, pero el denominador común que nos une como comunidad es el compromiso con el desarrollo económico, social y sustentable de nuestro país. Es fundamental colaborar en una agenda de trabajo entre las empresas y el gobierno argentino, enfocándonos especialmente en industrias como la energía, la minería, la petroquímica, los agronegocios, la electromovilidad, la economía del conocimiento y el turismo. Necesitamos generar una agenda basada en la integración comercial, la apertura de nuevos mercados, la búsqueda de inversiones y la generación de empleo de calidad”, agregó.
Finalmente, dijo que solo si se logra un cambio notable en la organización económica del país, “se logrará revertir la tendencia declinante en la que estamos inmersos”. Sin embargo, dijo que como requisito excluyente, redefinir el rol del Estado, “que ha crecido desmedidamente desde un 20% del PBI a representar hoy casi el 40% del PBI en el gasto”, y contribuir en la elaboración de marcos regulatorios para convertir al sector privado en motor de crecimiento y la empleabilidad.
“Las ideas y los proyectos individuales por sí solos no resuelven las crisis estructurales, tampoco los empresarios prebendarios, los atajos, las soluciones mágicas, pero tampoco las economías cerradas. Por eso, cada uno de nosotros debe convertirse en protagonista para consensuar el mejor camino posible que permita el desarrollo sustentable y tan esperado de nuestro querido país. Espero que puedan ahora nutrirse de mucha energía positiva durante nuestro encuentro”, concluyó.