SAN SALVADOR DE JUJUY (enviado especial).-Los comicios de hoy en Jujuy se convirtieron en una escala decisiva en la carrera presidencial de Gerardo Morales. El jefe de la UCR necesita ratificar su hegemonía en el distrito con un triunfo contundente de Carlos Sadir, su ministro de Hacienda y Finanzas desde 2016, a quien ungió como su heredero, para mostrar que está firme su plan de competir por la sucesión de Alberto Fernández y otorgarle a Juntos por el Cambio la primera victoria del año en una elección a gobernador.
Confiado en que Sadir, su delfín, logrará sortear el test en las urnas sin sufrir contratiempos por el grado de respaldo a la gestión oficial y la dispersión de tres candidatos del PJ, Morales buscará nacionalizar el resultado en Jujuy para reposicionarse en la disputa por la Presidencia. Esta noche anhela reunir en el búnker, que montará en el Hotel Altos de la Viña, para los festejos a Horacio Rodríguez Larreta y Martín Lousteau, entre otros.
Con 588 mil personas habilitadas para votar, hoy se eligen en Jujuy al gobernador y vice, 24 legisladores provinciales, intendentes y concejales. También se definen los convencionales constituyentes que participarán del proceso de reforma de la carta magna provincial que impulsó Morales durante su segundo mandato. Se espera un escrutinio lento: recién después de las 21 se podrían conocer los primeros datos oficiales.
La alianza oficialista “Cambia Jujuy” -que reúne a radicales, peronistas no kirchneristas, el Pro y socialistas- lleva a Sadir como postulante a gobernador y a Alberto Bernis, titular de la UCR local, como vice. Un dato relevante: sin chances de acceder a un tercer mandato, Morales también figurará en la boleta, ya que se anotó como primer candidato a convencional constituyente. Es una maniobra clave para traccionar votos a Sadir, un funcionario de extrema confianza de Morales que cultiva el bajo perfil.
En el oficialismo esperan con ansiedad el recuento. Dan por descontado un resultado favorable y su objetivo es superar el 40% de apoyo popular para exhibir una diferencia holgada con la oposición, que llega fragmentada y cargada de tensiones internas a la contienda con la UCR.
Después de haber dominado la provincia durante más de treinta años, el Partido Justicialista (PJ) llega divido a la elección de hoy. Habrá tres opciones peronistas en el cuarto oscuro: el “Frente Justicialista”, “Jujuy Tiene Futuro” y “Unidad por Jujuy”.
Con ese telón de fondo, los postulantes peronistas arriban con expectativas moderadas. Hasta cierto punto, dado el peso de la maquinaria de Morales, salir segundo se convirtió en un gran trofeo opositor. De hecho, el Frente de Izquierda y de Trabajadores (FIT-Unidad), que tuvo una histórica performance en las últimas legislativas y lleva a Alejandro Vilca como candidato a gobernador, aspira a dar un nuevo batacazo y desplazar al PJ como la segunda fuerza en Jujuy. Esa es una de las principales incógnitas de la compulsa.
Los retadores de la UCR se entusiasman con la chance de que los indecisos apliquen un voto castigo a Morales por haber impulsado el proyecto de reforma de la Constitución provincial, en el que propone prohibir el indulto para quienes hayan sido condenados por delitos de corrupción o los piquetes, entre otras modificaciones. Además, acusan a Morales de haber apelado a prácticas clientelares o utilizado el aparato estatal para garantizarse un triunfo.
Al jefe de la UCR le inquieta el clima social por la crisis. Por eso, otro aspecto importante de la elección de este domingo será el grado de participación. En el oficialismo también miran el número de indecisos, que oscila entre un 15 y 18%.
En la elección general de hoy -en Jujuy no hay PASO-competirán tres candidatos a gobernador del peronismo. El empresario Rubén Rivarola, titular del PJ local, aspira a sacar de la recesión a su fuerza en el distrito. Secundado en la fórmula por Carolina Moisés, Rivarola es la opción que mayor cantidad de expresiones del peronismo aglutina. Apuesta, sobre todo, a obtener triunfos en varias intendencias. En San Salvador de Jujuy, el distrito más poblado de la provincia, se librará la madre de todas las batallas con la UCR. Allí, Morales pone todas sus fichas a que Raúl “El Chuli” Jorge acceda a su cuarto mandato consecutivo para empujar la boleta de Sadir.
En Jujuy el sistema de colectoras tiene un peso fundamental en la competencia y favorece a las fuerzas dominantes. “Es la máxima trampa electoral”, despotrican desde el frente Unidad por Jujuy, que lleva en el binomio a Juan Cardozo Traillou y Diego Granda. El senador Guillermo Snopek, que fue impugnado en la categoría de gobernador por ser el cuñado de Morales, compite como primer convencional constituyente. Ese frente orbita cerca del armado que encabezan Juan Schiaretti y Juan Manuel Urtubey. Tan atomizado está el mapa electoral del peronismo en Jujuy que La Cámpora jugó de forma solapada.
Si bien Milagro Sala no respaldó a ningún candidato -su situación judicial profundizó la división en el PJ local-, su brazo político, Partido por Soberanía Popular, integra el frente de Snopek. En el menú del PJ también emerge Rodolfo Tecchi, exministro de Educación de Fellner. Sus detractores sospechan que su candidatura fue empujada por Morales para dividir aún más el voto peronista.
Vilca, diputado nacional y exrecolector de residuos, apuesta a capitalizar la dispersión del PJ y canalizar el descontento por la crisis. Durante la campaña buscó polarizar con los partidos dominantes: advirtió que el PJ es “cómplice” de la UCR de Morales. Su principal foco de preocupación es la fiscalización. Lo acompañará Myriam Bregman, referente nacional del FIT.
También compiten por la sucesión de Morales en la elección de hoy Iñaki Aldasoro (Política Obrera) y Cecilia García (Frente VIA + Libertarios). Javier Milei (La Libertad Avanza) aclaró durante las últimas horas que no apoya a ningún candidato en Jujuy.