Con más de $8,9 billones de activos bajo administración y tras registrar un avance del orden del 9,5% en abril –por arriba de la inflación– y de 6% promedio en los últimos 12 meses, la industria de fondos comunes de inversión logró sobrellevar con relativo éxito los múltiples vaivenes que tuvieron en las últimas semanas los mercados local e internacional. No obstante, la actual volatilidad creciente no es sin costos, sino que siguió presionando los flujos hacia los fondos de liquidez inmediata y hacia los que dan cobertura por el tipo de cambio, los dólar linked. De hecho, los primeros vuelven a representar poco más de un 55%, y los segundo, un 7% de la industria.
Ahora bien, este cambio de tendencia en abril ¿llegó para quedarse? Creemos que, en tanto y en cuanto la coyuntura actual se mantenga como está, es probable que la dinámica actual continúe o, incluso, que se profundice.
El dólar soja no trajo liquidez al mercado de inversiones
El mes de abril había comenzado con expectativas respecto de los posibles anuncios de un nuevo dólar soja. No obstante, la tercera edición del dólar agroexportador tiene efectos, por ahora, limitados. Por el momento –considerando los primeros 14 días hábiles desde su anuncio-, el Banco Central solo logró sumar en términos netos unos US$420 millones, poco menos del 20% obtenido en la primera edición (US$3286 millones) y solo la mitad de lo alcanzado con la segunda (unos US$1100 millones) en igual plazo. En consecuencia, esta situación se reflejó en las expectativas de mercado y sobre los flujos de la industria. De hecho, como reacción inicial (con el anuncio del programa), el segmento dólar linked llegó a perder $13.000 millones en un día (el 10 de abril), en una dinámica que no solo no tomó impulso, sino que se revirtió cuando las expectativas de devaluación comenzaron a acelerarse.
La toma de cobertura volvió a tomar impulso
Lo ocurrido en el mercado de futuros de dólar fue un claro reflejo de las expectativas de devaluación creciente. Las tasas implícitas, más cortas, llegaron a superar el 100%, e incluso el diferencial entre las tasas de julio y agosto ya superan los 40 puntos porcentuales (del 137% al 180%). El mercado infiere que, para septiembre, el tipo de cambio oficial estaría en los $400, es decir, a casi el doble de su precio actual, de $223. Esta preocupación se replicó rápidamente en los fondos de cobertura dólar linked y, en menos de tres ruedas, lograron recuperar las salidas registradas en la primera mitad del mes. De hecho, este ritmo se mantuvo y les permitió finalizar abril con un saldo neto acumulado de $48.600 millones.
Los fondos money market siguen acaparando flujos
Los fondos llamados money market fueron un claro termómetro de la coyuntura. El segmento, que había llegado a acumular salidas por más de $200.000 millones en los primeros días de abril, logró recuperarse con el correr del mes. Uno de los argumentos fue la posibilidad de una suba de tasas por parte del Banco Central de la República Argentina, que desalentaba el armado de depósitos a plazo fijo. Esto último finalmente se concretó, en gran parte como una medida empujada por el dato de inflación de marzo, de 7,7%, un nivel muy por arriba de lo esperado . De hecho, tan solo en la última semana del mes, los money market capturaron $195.000 millones, y cerraron abril con ingresos netos por más de $240.000 millones. En concreto, la suba de tasas con la que se terminó el mes, determinada por el Banco Central, fue de 1300 puntos, llevando los plazos fijos a una TNA del 91%.
El castigo al riesgo soberano se refleja en los fondos
Pero no todo fue color de rosas para la industria de los fondos comunes de inversión. Los segmentos con mayor exposición al riesgo soberano volvieron a ser castigados. Así, los fondos T+1 perdieron $39.200 millones y los que ajustan según el índice CER (es decir, por inflación) desarmaron posiciones por $36.300 millones. Es una foto muy distinta a la de hace un año atrás. La renta fija ganaba terreno y el mayor aporte provenía de las estrategias CER, producto de inflows por $96.000 millones; allí, el mercado se mantenía constructivo respecto de la sostenibilidad de la deuda en pesos. Esa imagen cambió rotundamente y, básicamente, el incremento en el stock de pesos para cubrir el déficit fiscal explica la situación actual de la deuda soberana en pesos, y por ende, de la reconfiguración actual de la industria de los fondos comunes.