SAN SALVADOR DE JUJUY (Enviado especial).- Faltaban pocos minutos para las 18 cuando Gerardo Morales descendió junto a los principales candidatos del camión que los trasladó en el último tramo de la caravana proselitista por el cierre de campaña. El galpón de la Federación Gaucha, en el Alto Comedero, ya estaba atiborrado de simpatizantes radicales, dirigentes y funcionarios provinciales y municipales. Apenas se trepó al escenario, el gobernador de Jujuy ensayó una arenga militante que transmitía un optimismo desbordante: “Vayan puerta por puerta a defender lo que hemos conseguido. Vamos a ganar el domingo”, exclamó.
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Lanzado en la carrera presidencial, el jefe de la UCR se enfrentará este fin de semana a una prueba de fuego para su futuro político. Después de dos mandatos consecutivos al frente del Ejecutivo provincial, necesita sostener la hegemonía del radicalismo en su distrito en los comicios del próximo domingo. Por eso, puso en marcha toda la maquinaria electoral de su administración para empujar la candidatura de su delfín, Carlos Sadir, quien encabeza el Frente Cambia Jujuy, y es amplio favorito, según los sondeos, en la pelea por la sucesión de Morales.
Con el objetivo de instalar a Sadir, su actual ministro de Hacienda y Finanzas y uno de los integrantes de su círculo de confianza, Morales se puso al hombro la campaña durante las últimas semanas para trasladar los votos a su discípulo. Apuestan al eslogan “orden y paz”. Su nombre y la imagen de su rostro no solo aparecen la cartelería de la vía pública, los afiches y los pasacalles proselitistas en San Salvador de Jujuy, que concentra más del 40% del padrón electoral, sino que también estarán en las boletas en el cuarto oscuro, ya que se postula como primer candidato a convencional constituyente, para la reforma de la carta magna provincial.
Esta tarde Morales se sumó a una caravana que atravesó gran parte del Alto Comedero, uno de las zonas más populosas de la capital provincial y que fue el epicentro de poder de Milagro Sala, y terminó en el predio de la Federación Gaucha. “Jujuy no va volver nunca más a ser la provincia de 2015. No nos arrodillamos ante nadie y menos ante el Frente de Todos. El kirchnerismo ya se va de la Argentina”, exclamó el precandidato de la UCR, quien arremetió contra el Gobierno por la escalada inflacionaria y el aumento de la luz. Ante sus seguidores, anunció que duplicará la tarifa social y explorará un nuevo mecanismo de subsidio para amortiguar el aumento.
Minutos más tarde, Morales y Sadir, los rostros visibles de una alianza electoral que se nutre de radicales, massistas y sectores del peronismo no kirchnerista, se trasladaron a con prisa hasta la ciudad Libertador General San Martín, la más importante del departamento de Ledesma, para protagonizar el último acto multitudinario de la campaña, antes de que arranque la veda electoral. Horas antes del cierre, Morales había recorrido un hospital en Perico y el centro deportivo en el Alto Comedero. Un raid intenso antes del veredicto de las urnas.
Oposición fragmentada
El oficialismo local corre con la ventaja de que la oposición llega fragmentada a las elecciones del domingo. Hay tres opciones conformadas por distintas vertientes del peronismo -Frente Justicialista, Frente Jujuy Tiene y Unidad por Jujuy-. El Frente de Izquierda y de Trabajadores (FIT-Unidad), que tuvo una buena performance en las últimas legislativas, aspira a dar un nuevo batacazo y desplazar a las alternativas del peronismo. Una de las incógnitas del domingo es si logrará instalarse como segunda fuerza. Alejandro Vilca, postulante a gobernador del FIT, denunció en reiteradas ocasiones durante la campaña que el PJ es “cómplice” de la UCR de Morales. Acusa al peronismo de tener una actitud complaciente en la Legislatura a la hora de tejer acuerdos. Atento al efecto de la profunda crisis económica en Jujuy, Vilca confía en dar el golpe. Hoy cerró su campaña con una caminata junto referentes de su espacio por la Peatonal Belgrano. Por estas horas estaba más inquieto por la logística del despliegue de fiscales, clave para evitar complicaciones.
Unidad por Jujuy, que lleva como candidato a gobernador a Juan Cardozo Traillou y a Guillermo Snopek, como primer convencional constituyente -su postulación fue impugnada-, aprovechó las últimas horas antes del inicio de la veda electoral para movilizarse a la Plaza de los Inmigrantes. Buscan mostrarse como una alternativa frente al oficialismo y los peronistas que tienen diálogo con Morales.
Rubén Rivarola, aspirante a gobernador del Frente Justicialista y titular del peronismo local, que aspira a recuperar la capacidad electoral del PJ en la provincia y recortar la diferencia con la UCR, cerraba la campaña esta noche en Palpala, en el Estadio Olímpico Néstor Kirchner. Una de sus principales banderas para confrontar con el oficialismo es la promesa de una recomposición salarial de docentes, empleados municipales y personal de salud.