En el sector de la maquinaria agrícola estimaron que, por las consecuencias de la sequía, están en riesgo entre 15.000 y 20.000 empleos. El impacto se reflejará no solo en el empleo directo, sino en el resto de las cadenas de servicios vinculadas con la actividad. Las ventas han caído 50% en lo que va de 2023 y hay pymes que sostienen que lo vendido en los primeros cuatro meses del año “es calamitoso”.
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“Cuando subimos, tomamos gente y cuando caemos pasa esto”, advirtió Eduardo Borri, presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma). En el sector apuntan, entre otras cosas junto a la sequía, a la decisión del Banco Central (BCRA) de prorrogar en marzo pasado hasta fin de año una norma que encareció el crédito a los productores que conservan más de 5% de soja en stock.
“A raíz de esto, el productor decide no comprar. Se comenzaron a caer muchos créditos que habían sido otorgados. Lejos de penalizar al productor, terminan penalizando a las cadenas de valor”, aclaró.
En Cafma sostienen que 2022 cerró con un récord histórico de ventas de maquinaria agrícola y se rompió el último récord de 2017. Esto tras haber tenido una buena performance en 2021. “Veníamos con un atraso en la ejecución de las ventas que se habían producido en el primer semestre y se terminaron de concretar en el segundo semestre, pero nosotros comenzamos a ver el nivel de caída de actividad debido a la sequía en el segundo semestre”, completó.
“Este año estamos al 50% de caída, podría ser más, incluso, porque la situación de cada una de las empresas es crítica. Llegamos a tener 40.000 puestos de trabajo de 1200 empresas de toda la cadena de valor. Si miramos que estamos al 50% del nivel de actividad, eso te da una idea del riesgo que tiene el sector en términos de mano de obra: están en juego entre 15.000 y 20.000 puestos de trabajo, que se generaron con este nivel de actividad. Si no encontramos un mecanismo, se corren serios riesgos”, advirtió.
Actividad
Las empresas de maquinaria agrícola están en el interior del país, donde localidades enteras dependen de lo que genera la maquinaria agrícola.
Ariel Repetto es dueño de Agromaq, una empresa de implementos agrícolas de Las Parejas, Santa Fe, y explicó que “la venta este año cayó estrepitosamente”.
“Lo que llevamos vendido este año es lo que vendíamos en una semana normal. Se cayó tremendamente la venta, es muy poca. Veníamos de años muy buenos, pero ahora, a la mayoría de las pymes se nos va a complicar”, dijo.
Repetto aseguró que lo vendido en estos cuatro meses “es calamitoso” y este escenario se va a trasladar en toda la cadena. “Estamos en un 10% de producción. En 2021 se vendió por $93 millones y este año llevamos $20 millones, esto es con la inflación”, advirtió.
En la pyme de implementos agrícolas, explicó, están trabajando con el stock de la fábrica. “Estamos con entrega inmediata de cualquier producto, como no se está vendiendo llegamos a tener stock. En años anteriores no lográbamos producir todo y teníamos demora de 30 a 60 días, pero ahora arrancamos el año sin ventas. Cada vez se pone muy difícil todo”, precisó.
La pyme que hace acoplados para tolvas de fertilizantes, transportadoras de rollos, entre otros productos, normalmente terceriza sus trabajos. No obstante, a raíz de la caída en las ventas decidieron comenzar a realizarlos ellos mismos para bajar los costos y poder continuar.
“Hace 33 años que estamos en el mercado y nunca había visto una situación así. Habíamos pasado otra crisis, la de 2001. Entonces, veníamos mal con las fábricas y se paró de golpe, creo que ese fue el peor año nuestro. Este año, la cantidad de ventas cayó muchísimo. La veo muy difícil”, dijo.
Las ventas que puedan hacer en Uruguay -la empresa está presente en ese mercado- podrían ayudar a “llevarla un poco mejor”, aunque en ese país también están sufriendo las consecuencias de la sequía. “La crisis es tremenda. La gente no entiende que no hay soja y va a haber muy poca cosecha. Hablo con clientes de Entre Ríos que sacaron 15 quintales por hectárea. La crisis va a ser muy grande. Si el campo no genera, por más que hagan lo que hagan va a ser difícil salir”, resumió.
Esteban Ribotta es dueño de Botalum, la única empresa que hace barrales de aluminio para pulverizadoras en la Argentina. Explicó que su compañía está vendiendo a un 70% u 80% de lo que hizo el año pasado. Esto, advirtió, la pone dentro de las empresas que en el contexto de crisis “no las ha impactado tanto” y “los montos de caída son menores”.
“Lo que estamos viendo ahora es que tenemos muchísimos más llamados de gente que pide financiación. No podemos financiar siempre y hay gente que no puede más. No hay financiación”, deslizó.
Las tasas para los productores “son altas” y van en torno a un 90%, aproximadamente. “¿A quién le vas a financiar a más de un año?”, planteó y dijo que no muchos pueden acceder a los créditos en este momento por la medida del BCRA. “La gente prefiere quedarse con el cereal. No hay mucho más, porque la situación de la sequía afectó a todo el país”, sintetizó.